Algunos de esos modelos que han hecho historia se han fabricado en España, como el Citroën Mehari que se fabricó en Vigo de 1969 a 1980, y que todavía se puede ver sobre todo en nuestras playas y que sigue siendo un objeto codiciado de coleccionista.
Un pionero desconocido: el Fiat 514
El Fiat 514 era un modelo de tamaño medio. Lanzado en 1929, fue clave para superar los efectos de la crisis económica por su bajo precio. Se comercializó, como era habitual en aquella época, en varias carrocerías, desde la berlina de cuatro puertas, que fue la que se fabricó en Guadalajara, a descapotables y una versión coupé.
Vehículos comerciales, tradición e innovación
En 1958 comenzó la producción, en Stellantis Vigo, del Citroën AZU. Fabricado en la planta gallega hasta 1970, esta furgoneta, basada en el Citroën 2CV, aprovechaba plenamente la resistencia y la versatilidad de este modelo en su función de vehículo comercial, convirtiéndose en parte del paisaje en la España urbana y rural de mediados del siglo XX.
Desde entonces, Vigo no ha dejado de producir vehículos comerciales. En 1984, llegó el Citroën C15, sinónimo de robustez y versatilidad. Fue el primer modelo en la historia de la planta en superar la barrera del millón de unidades producidas.
En 1996, Vigo volvió a ser un referente con la primera generación de los Peugeot Partner y Citroën Berlingo, que marcaron un antes y un después al ser los primeros vehículos comerciales de su segmento en ser diseñados como un modelo independiente y no como un derivado de un turismo. En esos momentos supusieron un cambio de época. El planteamiento fue revolucionario: ofrecer un vehículo polivalente, útil como herramienta de trabajo en el día a día y como coche familiar los fines de semana.
En 2018, coincidiendo con su 60 aniversario, el Centro de Vigo asumió el reto de fabricar una nueva generación de vehículos comerciales y polivalentes. La familia K9 incluye propuestas que buscan ser una herramienta de trabajo útil y fiable para todo tipo de profesionales y versiones pensadas para disfrutar al máximo del ocio, gracias a una modularidad digna de un monovolumen, y un espacio interior propio de un SUV. Además, impone una nueva visión de la movilidad eléctrica en este segmento.
La importancia de los vehículos comerciales para asegurar la distribución y entrega de todo tipo de productos es esencial, tanto en ciudades como en ámbitos rurales. Asimismo, ha crecido la afición por las actividades de ocio al aire libre, que necesitan de vehículos polivalentes, confortables y espaciosos. Stellantis responde a sendas necesidades de un modo sostenible con el lanzamiento de una nueva generación de vehículos comerciales y polivalentes 100% eléctricos, producidos en Vigo. Formada por los Peugeot e-Partner y e Rifter, los Citroën ë-Berlingo y ë-Berlingo Van y los Opel Combo-e Life y Combo-e Cargo y el Fiat E-Doblò, ofrece una solución “cero emisiones” a sendas necesidades
Urbanitas sorprendentes
Maniobrabilidad, agilidad, bajo consumo y dimensiones compactas no están reñidas con innovación tecnológica o con una estética muy personal, como demuestran modelos que han hecho historia en el asfalto como el Citroën 2CV, el Peugeot 205 y el Opel Corsa.
Surgido como un vehículo para motorizar a las poblaciones rurales francesas, el Citroën 2CV desembarcó con éxito en la ciudad, convirtiéndose en un símbolo de la revolución cultural de los años 60, un automóvil con la fiabilidad suficiente para dar la vuelta al mundo y protagonizar hazañas deportivas, como los raids París-Kabul o París-Persépolis-París. Fabricado en Vigo desde 1959, ha quedado en la memoria colectiva como un icono del espíritu despreocupado y la sed de libertad de una generación. Se fabricó en esa planta hasta 1984.
Hablar de años 80 y de vehículo revolucionario es hablar del Peugeot 205, producido en Madrid. Un número mágico que revolucionó la imagen de la marca del León, hasta entonces reconocida en el mercado por la fiabilidad y la elegancia de sus berlinas “serias”, con un compacto urbano con espíritu alegre y dinámico que incorporaba las prestaciones que caracterizan a los automóviles de Peugeot desde sus inicios. Surgido del ingenio y de los lápices de Gérard Welter, un diseñador apasionado por el mundo de la competición, se convirtió en la base de todo un mito en el mundo de los rallies: el Peugeot 205 T16. En esta fábrica se produjeron más de 1.191.000 unidades de Peugeot 205.
Desde 2012 hasta 2015 en Madrid se fabricó el Peugeot 207 también en sus versiones break y cabrio en exclusiva.
El Opel Corsa es un todo un icono para Stellantis Zaragoza, que abrió sus puertas en 1982 para producir este modelo, con el que ha mantenido una relación más que duradera: ha fabricado sus seis generaciones y, actualmente, es la encargada de ensamblar el Opel Corsa en exclusiva mundial, incluida su versión “cero emisiones”, el Opel Corsa-e.
Lanzada a finales de 2019, la sexta generación del Opel Corsa es un referente en el segmento B por su diseño atractivo, sus prestaciones, su equipamiento tecnológico y su espacio interior. Su versión eléctrica, el Opel Corsa-e, marca la diferencia entre los modelos cero emisiones de su categoría gracias a sus 337 Km de autonomía, su potencia de 136 CV (100 kW) y su par máximo instantáneo de 260 Nm, que proporciona capacidad de respuesta, agilidad y comportamiento dinámico. Desde 1986 a 1991 se produjo también en Zaragoza el Opel Kadett. Fue una de las generaciones más icónicas y exitosas del de este modelo.
En el centro del mercado
El segmento C se sitúa en el centro del mercado del automóvil en Europa. Es una categoría dominada tradicionalmente por las berlinas de gama media, un tipo de vehículo en el que Stellantis y sus marcas han apostado por la innovación y el diseño.
De ambos ingredientes estaba bien servido el Citroën GS, producido en Vigo entre 1971 y 1986. S. El GS popularizó los avances tecnológicos presentes en los automóviles de gama alta de su época. Fue el introductor de la suspensión hidroneumática en España, considerada como un equipamiento de lujo gracias al “Tiburón”. Confort y comportamiento en carretera fueron sus puntos fuertes.
Fabricado en Madrid, el Peugeot 306 fue un referente de este segmento en la década de los 90 por su diseño y su excelente comportamiento en carretera. Atacó la categoría por varios frentes gracias a su gran variedad de siluetas entre las que destaca la berlina de cinco puertas, además del coupé de tres puertas, la carrocería sedán, el break familiar y una elegante versión cabrio.
Lujo y prestigio
Con el surgimiento de una pujante clase media en los años 60, Eduardo Barreiros, que producía motores y camiones en Villaverde desde 1952, dio el gran salto a la fabricación de automóviles con el inicio de la producción del Dodge Dart y el Dodge Dart 270, que muy pronto se convirtieron en el coche oficial de altos cargos, una trayectoria que continuará el Dodge 3700 GT hasta bien entrados los años 70.
Por aquellos años, en Vigo se produjo el Citroën CX (1976-80), en la que el Doble Chevrón apuesta a fondo por la aerodinámica para la gran berlina destinada a suceder al “Tiburón”. De hecho, el nombre CX viene de su coeficiente aerodinámico de 0,35, una cifra propia de vehículos deportivos. En el interior, se apuesta por una estética innovadora.
También en Galicia se produjeron dos berlinas clave en la historia de Peugeot: los 504 y 505. Se considera al Peugeot 504 como el primer modelo moderno del León, por su diseño, con unos faros dibujados pensado en los ojos de la actriz italiana Sofía Loren, y por su fiabilidad y prestaciones, que siguen siendo una cualidad reconocida de los vehículos Peugeot.
La última gran berlina Peugeot con tracción trasera, el 505, destacó, además, por su fiabilidad y sus prestaciones en carreteras y caminos en mal estado, un rasgo que la convirtió en toda una leyenda en los mercados africanos.
La frase del periodista «Un coche no es un clásico sólo porque es viejo. Para ser un clásico, un coche tiene que decirnos algo de su tiempo»– James May
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