En un momento en el que Estados Unidos y China se erigen como grandes potencias en inteligencia artificial, la Unión Europea redobla sus esfuerzos para competir en el sector. Patricia Matey, CEO y fundadora de Adsviu, enumera las dos claves que marcarán la evolución del gigante europeo en el campo de la IA: una regulación legal diferenciadora y un ambicioso paquete de inversiones para los próximos años.
Aleph Alpha, la empresa dedicada a la inteligencia artificial generativa, es el último ejemplo del creciente desarrollo de esta tecnología en suelo europeo. En una carrera dominada por EEUU y China, a mucha distancia del resto de competidores, los países del ecosistema comunitario redoblan sus esfuerzos para impulsar la inteligencia artificial. El enfoque de la Unión Europea en esta materia se centra en “la excelencia y la confianza, con el objetivo de impulsar la investigación y la capacidad industrial, garantizando al mismo tiempo la seguridad y los derechos fundamentales”. Su objetivo es convertir la UE en un centro de excelencia mundial para la IA y garantizar que esté centrada en el ser humano y sea fiable.
El marco regulatorio: una oportunidad para diferenciarse
Para lograrlo, la Comisión Europea lleva desde 2018 sentando las bases de un marco jurídico que fomente el desarrollo de esta tecnología, materializado en el proyecto de Ley que el Parlamento Europeo aprobó el pasado mes de junio. Aunque quedan todavía varios trámites para su entrada en vigor, se trata de uno de los primeros y más ambiciosos proyectos legislativos sobre IA en el mundo. Patricia Matey enumera alguna de las claves de esta norma:
- Busca garantizar la seguridad, transparencia y trazabilidad de los sistemas de inteligencia artificial. Por ejemplo, evitando que la supervisión sea realizada por personas y no por procesos automáticos.
- Establece que el desarrollo e implementación de la inteligencia artificial debe ser no discriminatorio y respetuoso con el medio ambiente.
- Diferenciación de los operadores y proveedores en función del riesgo, así como de sus obligaciones: se establecen distintos niveles, que van desde el riesgo inaceptable -que serán directamente prohibidos- y el alto riesgo -aquellos que puedan afectar de manera negativa a las personas o sus derechos fundamentales’, hasta el riesgo limitado.
“Se trata de una Ley que busca armonizar la innovación con el pleno respeto de los derechos fundamentales de los individuos, así como la promoción de los valores europeos”, indica Patricia Matey, quien recuera de que “el impulso de esta regulación comunitaria está siendo una de las prioridades de la presidencia española de la Unión Europea”.
Una inversión de más 1.000 millones anuales
En el plano económico, la Comisión Europea decidió mover ficha en 2021 con la puesta en marcha de dos planes, Horizonte Europa y Europa Digital, con los que se invertirán 1.000 millones de euros anuales en el sector. Además, estos programas pretender movilizar adicionalmente inversiones de los Estados miembros y los organismos privados para alcanzar los 20.000 millones anuales. En 2022, según Statista, la inversión mundial en Inteligencia Artificial superó los 92.000 millones de euros. La compañía IDC, por su parte, estima que la aportación en Europa a la IA podría superar las previsiones de la Comisión Europea y superar los 33.000 millones.
“Europa está tomando la iniciativa para competir contra las grandes potencias en inteligencia artificial, EEUU y China, y así liderar una opción alternativa que permita desarrollar nuevas tecnologías desde sin perder de vista cuestiones fundamentales como son la seguridad y la transparencia”, sostiene Patricia Matey.
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