Los días “D”, han ido desapareciendo. Eran los días en que personas o instituciones, arropadas entre conciencias limpias de subrepticias actuaciones, decidían el bien común. Hoy, se actúa sin rodeos, eso sí, rastreando, como mandan los cánones en el ejército; el enemigo no debe vernos y debemos aprender a caminar como las serpientes, con movimientos ondulantes “que parezcan” pero “que no demuestren”.
Esta realidad de “rastreadores mercenarios” es la que domina el panorama español estos días. Me llamo “amnistía”, pero me conocen con variedad de nombres: “adaptación, equilibrio social, revisión pacífica, convivencia de futuro”...; es como ese mundo de espías cuyas claves sólo las conocen cuatro interesados, los demás son compinches dispuestos a todo por un sueldo, una comida, y muchas promesas de ascenso el día de mañana.
Si entre los historiadores hubiera valentía y honorabilidad para describir “todo el proceso histórico de Cataluña”, “el sueño montañés del País Vasco”....
Si entre los intelectuales, catedráticos de lenguas antiguas y modernas, hubiera la misma honradez para colocar el valor cultural de las mismas y el valor como símbolo de unidad nacional...
Si todo eso existiera porque hubiera personas, como las señaladas, que no estarían dispuestas a doblegar sus principios por primicias económicas o asientos numerados en Academias Nacionales, entonces España sería esa Nación Universal, formada a lo largo de siglos con el esfuerzo y la vida de muchos antepasados.
Ahora la triste realidad es una mezcolanza de intereses partidistas “elitistas”, (no del pueblo), que están intentando difuminar, dividir, partir o mejor repartirse, la historia que todos hemos llevado a cabo.
Insisto, “MEZCOLANZA DE INTERESES PARTIDISTAS”, esto es la realidad actual... Una España de INTELIGENCIA ARTIFICIAL , donde escaleras invisibles sirven para ascender sin llamar la atención, pero pisando al desconocido, vecino, votante con sinceridad engañada.
Ejemplos, muchos, señora Yolanda Díaz, señor Pedro Sánchez y su Sanedrín, señoras y señores, medianeras de un edificio en construcción con elementos comprados a dedo y a comisión, jueces y juezas de reconocido “pres-disposición” a doblegar su cabeza al son de la “bolsa, el título y los honores”.
Lo más grave es que, hasta el diccionario de la Real Academia, está siendo modificado para que las palabras válidas y al uso sean las que ellos impongan; por ejemplo: AMNISTÍA para ellos es LIBERTAD, IGUALDAD, JUSTICIA...
¿Cómo decía aquel señor diputado, hace años?: “MANDA HUEVOS”... “MANDA HUEVOS”
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