Cada 17 de noviembre se celebra el Día Mundial del Cáncer de Pulmón, con el objetivo de visibilizar e impulsar la investigación y tratamiento del tipo de cáncer con mayor mortalidad del mundo. En España, la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) estimaba que en 2022 se detectarían 30.948 casos nuevos, y según el INE casi 23.000 personas fallecieron a causa de este cáncer, el de mayor tasa de mortalidad, el año pasado.
Con motivo de conocer más sobre esta enfermedad y visibilizar sus necesidades, los expertos del proyecto DIPCAN (Digitalización y Manejo de la Medicina Personalizada en Cáncer), un estudio observacional financiado por los fondos Next Generation que tiene como objetivo desarrollar una herramienta que optimice al abordaje e investigación del cáncer, comparten una serie de datos y recomendaciones para conocer más en profundidad un cáncer asociado de manera automática al tabaquismo, pero que no es ajeno a cualquier ciudadano.
Más allá del tabaquismo
El doctor Fabio Franco, oncólogo de la Fundación MD Anderson Cancer Center España, señala que “según la SEOM, más del 85% de los casos de cáncer de pulmón aparecen en pacientes fumadores y es, por tanto, el factor de riesgo más importante para el desarrollo de esta enfermedad”. Sin embargo, existen otros factores “como pueden ser la exposición al radón o enfermedades pulmonares como la EPOC o la fibrosis pulmonar”. Es importante, por tanto, no sentirnos inmunes a la enfermedad al no ser fumadores.
Los síntomas derivados de la enfermedad suelen relacionarse con el sistema respiratorio y suelen ser “disnea” (dificultad al respirar), tos persistente o flemas con sangre, pero este cáncer también puede infiltrar otras estructuras como por ejemplo huesos y generar dolor. “Algunos casos son diagnosticados en contexto de realización de pruebas de imagen por otra causa y que de forma incidental demuestran la presencia de una neoplasia pulmonar”, señala el doctor Franco.
Medicina de precisión: clave para lograr un cribado temprano
Desde Pangaea Oncology, entidad participante del proyecto DIPCAN y centrada en la Medicina de Precisión, destacan la importancia de la detección temprana para mejorar las cifras de supervivencia a la enfermedad. Los programas de cribado poblacional buscan aumentar el número de casos diagnosticados precozmente para intentar tomar medidas terapéuticas que aumenten los porcentajes de curación, y alguno de ellos como el Proyecto Cassandra, ya ha sido adoptado por diversas comunidades autónomas. Según esta iniciativa, el 70% de los pacientes se encuentra en fase avanzada de la enfermedad en el momento del diagnóstico, lo que limita las posibilidades de superación.
Por último, en cuanto a hábitos de vida relacionados con el cáncer de pulmón, la correlación entre el tabaquismo y el cáncer de pulmón es, como hemos visto, directa, “pero no significa que tengamos en nuestra mano realizar otros hábitos saludables también válidos para prevenir otros tipos de tumores, como el ejercicio físico o una alimentación adecuada” señala el doctor Fabio Franco. El objetivo: “seguir mejorando la detección e impulsar la investigación para lograr reducir las cifras de mortalidad de esta patología”, señala el oncólogo.
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