Sr. Ministro chorreras, bultuntún y petimetre:
Tiene VD. tres ministerios bajo su manga y no sabe hablar con propiedad, con sentido ni con la verdad. “La ley de amnistía es una ley impecable” dice usted. ¡Vaya chorrada digna sólo de un bocazas palurdo y sicofante! Y lo ha repetido docenas de veces en diversas situaciones y comparecencias. Si no le da vergüenza es que usted es un crapuloso mamerto y carmándula.
A ver si se entera; una ley no puede ni pecar ni no pecar, las leyes no son impecables ni tampoco pecadoras. Pecadores sólo pueden ser las personas, ni leyes ni otras mandangas pueden pecar. Son los que hacen esa ley de amnistía los que hacen el grandísimo mal (no sé si será pecado o no, eso no me corresponde a mi juzgarlo), un mal inmenso sin duda alguna; un mal que afecta de forma inmisericorde y calamitosa a toda la sociedad española, a España entera como país, como nación, como sociedad, como Estado, como democracia y como europeos.
Eso se lo están diciendo desde todos los ámbitos civiles, todos los organismos serios españoles y extranjeros, desde todos los grupos no aherrojados por ese tugurio en que han convertido ustedes a Moncloa.
Una ley de esa des-naturaleza sólo se les ocurre a mangurrianes carcundas y turípidos que se han vuelto carmándulas. Porque es una ley separatista, para diferenciar, para establecer categorías de sujetos, para exaltar a los soberbios y hundir a los humildes, para premiar a los delincuentes a costa de castigar, humillar, expoliar y maltratar a la inmensa mayoría de los españoles haciéndoles pagar por ser nobles, honrados, trabajadores y buenos ciudadanos.
¿Es eso gobernar? ¿Es eso trabajar por el bien común? ¿Es eso honrado, moral, ético o tiene el más mínimo sentido común? ¿Es eso su democracia? ¡NO! eso es pura, simple y llanamente delito gubernativo, latrocinio y corrupción de lo más vil y repugnante que han visto los siglos. El pueblo humillado, explotado, suplantado y despreciado en aras a exaltar, entronizar, enaltecer y exhibir al fantoche que preside el gobierno explotador.
Vamos ya por el sexto año de progresismo retrógrado, empobrecedor del pueblo y esquilmador de trabajadores honrados. Esa es la España que tri-ministras con verborrea vacía y engaño como norma suprema.
Por si fuera poco, y ya como hábito de tus fanáticas comparecencias, otro ejemplo de tu deplorable ministeridad: Tu pose, tu expresión, tu voz, tus palabras y todo tu lenguaje corporal, nos ha dicho repetida e insistentemente que el gobierno que manipulas defiende a los jueces en todo y siempre, y que nada tienen que temer. Y lo dices como ministro de justicia…
Temblamos todos los españoles y mucho más los jueces por tus palabras. Nada hay más peligroso en España que escucharte, igual que ocurre con el presidente, asegurar algo, garantizar lo que sea; todos sabemos que vais a hacer exactamente lo contrario de lo que dicen vuestras aseveraciones, vuestras promesas o desmentidos.
Por insistente y repetida experiencia conocemos vuestro proceder, vuestra forma de hablar, de actuar, de des-gobernar, de mentir. Los jueces, que sí son personas creíbles y respetables, os cuestionan, os avisan, os reprenden, os inculpan porque os conocen igual que los españoles de bien. Triministro voz-de-su-amo. Teníamos un mentiroso y “parió la abuela”.
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