¿A qué se debe este estado de convulsión permanente en el espacio político a la izquierda del PSOE? En un momento especialmente delicado de la situación política española se suceden las convulsiones, de mayor o menor calado, a la izquierda del PSOE, elevando a unas fuerzas y penalizando a otras, y generando una tormenta política que no puede ser casual.
¿Debemos conformarnos con las explicaciones que sólo hablan de “cainismo” o de “batalla de egos” en la izquierda? ¡No! Detrás de todos los problemas que están surgiendo en el campo a la izquierda del PSOE aparece un objetivo claro: dividirla, limitando su peso político. Y encuadrarla y suavizar sus planteamientos, para que puedan acercarse a Ferraz.
Demasiadas convulsiones
Muchas cosas están cambiando en el campo de la izquierda política. El espacio a la izquierda del PSOE ha jugado, y sigue haciéndolo, un importante papel político. Pero se está fortaleciendo el bipartidismo, tanto a la izquierda como a la derecha. Aunque, de hecho, sin un gobierno de coalición, que incluyera a otras fuerzas, Pedro Sánchez no habría sido investido presidente ni en 2019 ni en 2023.
Esta es una importante diferencia con la situación que existía antes del estallido de la crisis en 2010. Importantes sectores de la izquierda se radicalizaron en la lucha contra los recortes, y eso tuvo su expresión política en el parlamento… y también en el gobierno. ¿En qué situación política nos encontramos ahora y cómo influye en ella el papel que juegan las fuerzas a la izquierda del PSOE?
¿Convulsión permanente u ofensiva premeditada?
Algunas de las principales fuerzas que ocupan el espacio político a la izquierda del PSOE parecen estar sometidas a un estado de convulsión permanente. A la división y el enfrentamiento entre Sumar y Podemos se une además la crisis en algunas formaciones de implantación autonómica.
Hay un objetivo de imponer en la “izquierda a la izquierda del PSOE” una especie de “periodo de sustitución” -bajo la doble consigna de debilitar y derechizar- con el objetivo de limitar el peso de este espacio político, incómodo para muchos centros de poder, y suavizar unas posiciones que en los últimos años han estado determinadas por unas bases radicalizadas en la lucha contra los recortes. De ella han participado desde altas instancias de la justicia hasta grandes medios de comunicación.
¿Cainismo o más recortes?
Es habitual dar a estos hechos una explicación basada en el “cainismo de la izquierda” o en enfrentamientos personales. Esta es una visión superficial que oculta las causas y los propósitos de un movimiento que tiene hondas consecuencias para la política nacional.
Porque lo más importante -lo que suele ocultarse- es que estamos entrando en un momento donde desde el FMI y la Comisión Europea vuelve a escucharse la exigencia de ajustes. La entrada en vigor, este año, de las nuevas reglas fiscales obligará a aprobar recortes bajo la bandera de reducir la deuda y el déficit. Que deberá gestionar el actual gobierno, provocando mayores tensiones con su base social.
A lo que hay que añadir unas crecientes exigencias militares por parte de EEUU, medidas en el aumento del presupuesto militar y la ampliación de las “misiones internacionales” en las que el ejército español actúa bajo mando de la OTAN, es decir, de Washington.
Dividir y confundir para debilitar
Es en estas condiciones que debe entenderse el “periodo de sustitución” en las principales fuerzas a la izquierda del PSOE, pero que, dado que el PSOE no puede gobernar en solitario, deben ocupar un lugar en el ejecutivo. Detrás de todos los problemas que están surgiendo en el campo a la izquierda del PSOE aparece un objetivo muy definido. Por un lado, implantar un clima de división y enfrentamiento, que limite su peso político, en el parlamento y en el gobierno. Por otro suavizar sus planteamientos, para que sean cada vez más coincidentes con los del PSOE.
Las fuerzas que entraron en el gobierno no han roto las reglas del juego -ni Podemos ni Sumar- impuestas en la política española por los grandes centros de poder mundiales. Pero sí representaban a los sectores más comprometidos en la lucha contra los recortes, lo que escoraba un poco más a la izquierda la acción del gobierno que si actuara el PSOE en solitario.
Por lo que algunos extranjeros - “de idioma blanco”, que diría Lorca- con importantes intereses en España, promueven activamente el camino contrario, con el propósito de que la política española esté aún más si cabe “encuadrada”.
Ustedes dividen, nosotros unimos
Hay quien ha decretado antes de tiempo “el cierre del ciclo de protesta abierto en 2010” y la vuelta del bipartidismo. Sin embargo, en el campo de la izquierda que no puede abarcar el PSOE avanza la alternativa de redistribuir la riqueza.
PSOE y PP han ampliado espacio, y pueden seguir haciéndolo, pero no van a volver a corto plazo a la monopolización política que disfrutaron hasta el estallido de la crisis. Y, aunque hay quien desea enterrarlo, el espacio político a la izquierda del PSOE -que en las últimas generales representó más de 4 millones de votos- va a seguir siendo políticamente importante, cuando no decisivo.
En este campo de la izquierda que no puede abarcar el PSOE no solo se incluyen Sumar, Podemos y algunas fuerzas nacionalistas. Hay otro referente. Una línea -que dice recortes cero- basada en la redistribución de la riqueza y que está en condiciones políticas de ser una alternativa real.
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