A los príncipes de Gales les ha ocurrido lo peor que podía suceder en este estado de zozobra en el que se encuentran: difundir una foto retocada. No es sólo una foto retocada que miente sobre la realidad de la instantánea en sí, es que disfraza la realidad hasta el punto de provocar más incertidumbre de la que se tenía sobre la situación de la familia real británica.
Al ser retirada de la circulación por las principales agencias de noticias, se indica que nos están mintiendo sobre el fondo del asunto. Las razones por las que la princesa de Gales está de baja médica no fueron explicadas adecuadamente desde un principio, y ahora nos llega la noticia de la foto retocada para disfrazar la realidad.
Cabe preguntarnos ¿las razones de la baja médica son físicas o psicológicas?, ¿la intervención quirúrgica de la princesa en el mes de enero fue programada o sobrevenida?
Antes de que la foto fuera retirada de su distribución por las agencias de noticias ya había sido publicada y dio ocasión a los lectores de sorprenderse y preguntarse por su autenticidad.
Nada más verla, la imagen nos parecía una de las antiguas de la familia, ya vistas anteriormente. Pero lo más llamativo era la risa de la madre y sus tres hijos en la instantánea. No puede ser actual porque de alguna manera cualquier foto que se publique sobre esta familia tiene que reflejar ese dramatismo del momento. En sus rostros tenemos que ver algún rastro de sufrimiento, que obedezca a esas razones de la baja médica en la que se encuentra la princesa. La foto nos dice todo lo contrario. Por tanto, hay truco. No podemos creerla.
Es posible que las razones para ocultar la realidad que esconde la foto y la falta de información en su conjunto, se acate por algún argumento muy motivado que atañe a la corona británica. Vamos a ver si es posible remontar la adversidad y los obstáculos que la situación conlleva.
Es posible que Catalina esté llamada a ejercer un liderazgo de mayor rango del que se había pensado. Para superar el problema quizá le pidan que sea ella quien soporte las contradicciones de la inconveniente situación. Solo ella es capaz de estar a la altura, quizá ya se han dado cuenta, pero el sacrificio al que la van a obligar a someterse puede que choque con su idea de integridad moral y que no lo pueda resistir. O que, por ese bien superior que ni se nombra, asuma tal martirio, que en ella se verá como algo natural e inherente a su persona.
En la princesa está la clave para resolver el dilema que se ha planteado cuando menos se lo esperaban. El futuro nos indicará cómo se resuelve la disyuntiva.
Luego de escribir lo anterior, se ha hecho pública la notica de que Catalina de Gales pidió perdón por enviar a la prensa la foto de la polémica y añade que ella misma hizo los cambios en la representación. Es decir, acepta que manipuló la imagen que envió a los medios de comunicación. No será esta la única vez que tenga que asumir como propios los errores de otros.
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