Marcela Once, argentina afincada en Madrid, es una artista multidisciplinar pionera en realizar obras de arte, tanto cuadros como esculturas, con el 100% de los materiales reciclados. Su preocupación por el medioambiente y por el cuidado de la salud le ha llevado a desarrollar una técnica propia basada en el uso de materiales lo más naturales posible. De este modo, para la elaboración de sus obras emplea bases ecológicas, resinas vegetales y eco-materiales reciclados por ella misma. Para ello, emplea productos como cáscaras de huevos, cortezas de naranja, papel o cartón que, tras un tratamiento, se convierten en materias finas con las que consigue crear diferentes texturas que aplicaen sus cuadros y esculturas.
Las obras de Marcela Once no son solo una gran manifestación artística, sino que son también un ejemplo de cómo el arte puede generar conciencia sobre la importancia de cuidar el planeta. Con ello, también demuestra la grandeza de la belleza natural.
A la hora de realizar sus obras, Marcela Once sigue dos planteamientos. Por un lado, una forma planificada y controlada, en la que la materia y la técnica cuentan la historia. Por otro lado, una forma más intuitiva. En ella, no se emplean pinceles ni materia, solo pigmentos y resinas con las que la artista intenta que el color y las formas tengan su propio lenguaje.
Con ello, la artista argentina ha desarrollado un estilo propio que se caracteriza por el juego de texturas y colores, que otorgan a sus obras de un acabado único.
Marcela Once descubrió su vocación por la pintura a los cuatro años, cuando cruzó por primera vez el estudio de su maestra de dibujo, Adelina Tarditi. Tras formarse en Bellas Artes en su país natal, Argentina, llegó a España donde ha desarrollado gran parte de su obra artística.
“Trabajar con materiales naturales es un desafío personal que he abrazado con pasión. Mi compromiso radica en utilizar exclusivamente materiales ecológicos y pinturas libres de químicos, aerosoles y metales pesados en mi obra. Aunque entiendo que mi elección no generará un impacto masivo, para mí es fundamental aportar mi granito de arena. Esta decisión no solo responde a la preocupación por mi propia salud al manipular diferentes materiales, sino que también refleja mi compromiso con la conciencia ambiental. Creo firmemente que trabajar de esta manera contribuye, en cierta medida, a cambiar mi percepción sobre cómo el arte puede ser creado de manera respetuosa, minimizando su huella medioambiental y también de una forma humilde inspirar a otros a considerar el aporte de sus propias acciones en el mundo”, afirma Marcela Once.
|