El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, se enfrentará a partir de
este martes a un debate de investidura sin contar con los apoyos suficientes para
salir elegido presidente del Gobierno, por lo que ésta será fallida. El jefe del
Ejecutivo responsabilizará al PSOE de seguir sin gobierno después de sus intentos
fallidos de que Pedro Sánchez se aviniera a negociar con él un pacto de Gobierno,
de investidura o una abstención para desbloquear la situación.
Cuando Mariano Rajoy pronuncie este
martes su discurso de investidura
llevará más de 8 meses en funciones,
pero no logrará que la situación se
normalice porque sólo cuenta con los
votos del PP, Ciudadanos y Coalición
Canaria. Un total de 170 escaños que
no son suတcientes para salir elegido ni
en la primera ni en la segunda
votación.
Los populares han presionado al PSOE
desde que Rajoy fue designado
candidato a la investidura por el Rey
Felipe VI, advirtiendo de que una
investidura fallida llevaría a unas terceras elecciones.
Sin embargo, el jefe del Ejecutivo en funciones aseguraba, tras pactar con
Ciudadanos, que estaría dispuesto a someterse a más debates de investidura si
con ello lograba formar gobierno e incluso dejaba la puerta abierta a que pudieran
producirse antes de las elecciones gallegas y vascas del próximo 25 de septiembre.
Y hoy mismo ha insistido en que si la investidura es fallida seguirá "intentándolo" y
continuará conversando con el líder del PSOE, Pedro Sánchez, porque es el partido
el que tiene "la llave" para sacar al país de la parálisis actual.
El objetivo de Rajoy es que no se tengan que celebrar unas terceras elecciones
porque él mismo ha dicho que España sería el "hazmerreir" del mundo y ha
recordado que en Europa no ha ocurrido, en ningún país, desde la Segunda Guerra
Mundial, que se tuvieran que repetir las elecciones para poder formar un
Gobierno.
Por ello, el jefe del Ejecutivo en funciones hará un discurso apelando a la
"responsabilidad" del PSOE para que cambie su "no" por la abstención y permita la
formación de un Gobierno con la máxima celeridad y urgencia. Un Gobierno que
pueda Òjar un techo de gasto y sacar adelante un Presupuesto para 2017,
cumpliendo con las exigencias que ha impuesto Bruselas.
Mariano Rajoy lleva haciendo este intento con Pedro Sánchez desde el 21 de
diciembre pasado. Sin embargo, hasta ahora no ha logrado que el secretario
general de los socialistas se siente a negociar con él, salvo para decirle que el PSOE
no puede apoyar a un partido al que quiere mandar a la oposición.
No obstante, seguirá defendiendo que el Gobierno que él propone debe estar
encabezado por el Partido Popular porque, como ya viene recordando desde el
26J, ha ganado por dos veces consecutivas las elecciones, aunque no haya logrado
mayoría absoluta, y ha sacado 52 y 2,5 millones de votos al segundo partido.
ESGRIMIRÁ EL ACUERDO CON
CIUDADANOS
En esta ocasión, el presidente incluirá,
al presentar su programa de Gobierno,
muchas de las aportaciones realizadas
por los partidos con los que ha
negociado la investidura y esgrimirá
especialmente los acuerdos
alcanzados con Ciudadanos. Estos
incluyen, entre las 150 medidas
acordadas, más de 100 que ya Òrmó
Albert Rivera con Pedro Sánchez de
cara a la investidura fallida de éste
último en marzo pasado.
Muchas de ellas, según recordará, son medidas sociales que afectan a los más
desfavorecidos, como las familias con menos recursos que podrán disponer de un
complemento salarial o un plan para los niños en riesgo de pobreza. Un plan que
costará 28.500 millones en cuatro años y que incluye cuestiones que el PSOE
llevaba en su programa electoral.
Pero uno de los ejes fundamentales que explicará Rajoy en la Cámara serán las
medidas que propone en materia económica y que considera "claves" para
mantener la recuperación económica, seguir creciendo, creando empleo y "no
arriesgar" lo conseguido hasta la fecha.
De hecho, este argumento es el que viene repitiendo reiteradamente y que el
sábado mismo volvió a esgrimir durante el inicio del curso político en Galicia. "Las
cosas van bien pero pueden empezar a dejar de ir bien y ya son muchos los avisos
que empezamos a recibir dentro y fuera de España de que no se puede prolongar
esta situación en el tiempo", aseguró.
Por ello, su discurso será una apelación continua a la responsabilidad del PSOE,
culpándole si no sale investido, como es previsible, de jugar con los intereses, la
economía y la vida de millones de ciudadanos, al tiempo que les ofrecerá "todos
los esfuerzos programáticos" pero dentro de los límites que marca "la
Constitución, la lógica y la razón para intentar salir de esta situación", como él
mismo ha aÒrmado en otras ocasiones.
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