Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Carta al director

La estupidez social acaba con nuestra civilización

José Ramón Talero Islán, Granada
Lectores
miércoles, 16 de octubre de 2024, 13:39 h (CET)

Vivimos a diario momentos convulsos debidos, la mayor parte, a infinidad de intereses políticos, económicos, estratégicos etc. Las nuevas tecnologías han hecho que todo se acelere de una manera vertiginosa, que las noticias se acumulen de inmediato y desaparezcan también de forma rápida en nuestras mentes, porque se concadenan apresuradamente.


Realmente estamos subyugados a estrategias confeccionadas por poderes fácticos, que nos confunden a muchos y a la mayoría les mienten; de esa manera exacerban los ánimos de unos pocos y el resto tan conformes.


Las guerras, las violencias, las justificaciones de las mismas hacen que nuestra sociedad  se arrastre al abismo. Las democracias y sus leyes siempre respetadas, han perdido valor y la justicia se desequilibra.


Decía un novelista y dramaturgo francés del siglo XIX:


Las leyes son como las telas de araña, a través de las cuales pasan libremente las moscas grandes y quedan enredadas las pequeñas.


Ante la conformidad, comodidad de muchos ciudadanos que no participan en la vida política, cosa necesaria, para saber si nos conducen bien nuestros representantes; he de comunicar que deberíamos formar a nuestros ciudadanos para que no  se caiga en la estupidez colectiva.

Dietrich Bonhoeffer (1906-1945), intelectual alemán del siglo XX y Carlo Cipolla (1922-2000) historiador económico italiano; hablaron y escribieron sobre la estupidez social.


Bonhoeffer decía, que la estupidez no tiene una causa psicológica sino sociológica, es decir, es contagiosa: la estupidez de uno necesita la estupidez del otro.


Continúa comentando:


Muchas veces es peligroso tratar de persuadir a un estúpido con razones, porque se sentirá agredido, se irritará con facilidad e incluso intentara atacar… Hay momentos en la vida de las sociedades en que en contra de la estupidez, no hay ninguna defensa. De ahí nacen las dictaduras, así como también el declive de los países.


Con posterioridad a Bonhoeffer, el italiano Carlo Cipolla, continuando igual método que el alemán, sintetizó en cinco leyes su teoría de la estupidez.


  1. Siempre se subestima el número de estúpidos en circulación.
  2. La probabilidad de que una persona sea estúpida es independiente de su educación, riqueza, su inteligencia, etc., ó sea, se distribuye por igual en todos los segmentos de la población.
  3. El estúpido ocasiona daño a otras personas y a sí mismo, sin lograr ningún beneficio.
  4. Son imprescindibles. Los no estúpidos siempre subestiman el poder dañino de los estúpidos.
  5. Los estúpidos son más peligrosos que los bandidos y los malvados. No hay nada más peligroso que un estúpido con poder.


Resumiendo a estos dos genios, solo cuando cae o entra en crisis el gobierno o el régimen social que produce la estupidez colectiva, la gente se puede liberar de ella y del dolor que les empieza a generar la contradicción entre sus pensamientos y sus actos.

Noticias relacionadas

El Camino de Santiago ha experimentado un notable incremento en el número de peregrinos en 2024, alcanzando cifras récord que reflejan su creciente popularidad a nivel mundial. En 2024, se registraron 499.239 peregrinos, marcando el tercer año consecutivo de crecimiento y estableciendo un nuevo récord histórico que no se conseguía ni en los mejores años de la Edad Media cuando era el lugar de peregrinación por antonomasia.

El Gobierno fracasa con las cantidades de las ayudas a los afectados por la DANA y fracasa, también, con el modelo de ayudas porque son escasas y hay que devolverlas. Transcurrido mes y medio desde la catástrofe comprobamos la inutilidad del Gobierno del dictador Sánchez. Su huida, como conejo con el rabo entre las patas, ya nos hizo pensar que el establecimiento de ayudas no sería de buena fe.


Soy de los que piensan que a la vida hay que mirarla a través del parabrisas, no del espejo retrovisor. Y si miramos hacia atrás, que sea para avanzar y aprender de lo ya acaecido, porque aunque seamos fruto de lo que fuimos, eso no debe convertirse en una rémora, sino en acicate para progresar y ser mejores.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto