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Los números cuentan que es una barbaridad. Los narcos acampan a sus anchas por toda la costa desde los Caños de Meca, pasando por algunos acantilados de esos hermosos senderos hasta Barbate. Sendas y caminos pasando, por Torre del Tajo, el mirador precioso con el Parque Natural de la Breña, hasta llegar a la bonita ciudad barbateña. Lugar preferido desde hace años donde anidados buhoneros narcos, acampan a sus anchas a cualquier hora del día.
Es este un tema de candente actualidad, que cada vez cobra más trascendencia y que políticamente no existen unas líneas definidas de actuación a tal respecto. Naturalmente el problema no ha surgido ahora, el problema tiene su origen siglos pasados cuando se comenzaron a explotar las riquezas propias de estos países que ahora son causa de forzado éxodo por la precariedad e inestabilidad existente en ellos.
La Fundación Secretariado Gitano celebró el día 28 de enero un primer gran acto en este 2025, declarado Año del Pueblo Gitano. Se conmemoran los 600 años de su llegada en 1425 a la Península Ibérica, marcada por el salvoconducto otorgado por Alfonso V de Aragón a Juan, Conde de Egipto Menor, para peregrinar a la tumba del Apóstol Santiago.
Autores como Jung, Arola o Cirlot nos han hablado de los símbolos en la sociedad a lo largo de la historia y de la necesidad de su importancia para el crecimiento de la civilización, la humanidad y la persona. Hoy sufrimos una grave crisis de valores, donde hemos ido sustituyéndolos por un exacerbado egotismo, cierta deshumanización, la robotización de todo y la cosificación, avanzando hacia un mundo de mero utilitarismo materialista.
Capta mi atención que a raíz de mi reciente propuesta sobre el fenómeno cultural “María Musgo”, como parte de algunos de los modelos recientes de poesía (comúnmente de muchas ventas y difusión), aunque queden muchísimas interrogantes por resolver, surjan cada vez más actos y actores desmoralizados y se asuman cada una de mis palabras como si mediaran resentimientos y asuntos personales. No, ni resentimientos ni asuntos personales como tales.
Los avances científico-técnicos son siempre ambivalentes. Son el fruto de la capacidad humana de hacerse preguntas y avanzar en el conocimiento. Desde el punto de vista práctico plantean un dilema moral relacionado con sus efectos. La llamada “inteligencia artificial” no es, en este sentido, un desafío menor.
Una frase que podemos escuchar frecuentemente, para zanjar una discusión. Siempre me ha llamado la atención: perdono, pero no olvido. Es algo que no está exento de cierto cinismo, porque ahí no existe ni olvido, ni perdón de ningún tipo. En todas las relaciones humanas, profesionales, de amistad, en el matrimonio, no es infrecuente que surjan malentendidos, discusiones y auténticas broncas, a veces motivadas por nimiedades, otras veces por cosas de más calado.
Antes, en mi niñez y posteriormente, todas las iglesias tenían comulgatorio, y los fieles comulgaban de rodillas y en la boca. Soy anciano, algo más que el Papa Francisco, y he visto y sufrido cómo suprimieron los comulgatorios y cómo dan la Sagrada Forma en la mano.
Hace un par de domingos, esperando a que viniera el autobús de Montañeros de Aragón de Zaragoza, el guía me dijo con mal tono que tenía que pagar la excursión de lo contrario no volvería a ir a sus excursiones. Yo le dije que la había pagado, que tenía el recibo y él insistía en que no. Así estuvimos discutiendo en público por unos eternos minutos.
El hecho de que existan hoy entre la población gitana tasas de pobreza o abandono escolar tan superiores a la media no es producto de la fatalidad, sino de una discriminación que genera marginalidad, y ésta, a su vez, alimenta los prejuicios que perpetúan la exclusión del Pueblo Gitano.
Los humanos, con frecuencia, nos desanimamos por lo que no somos y quisiéramos ser; por el amor que quisiéramos dar, y ofendemos; incluso por la palabra de consuelo que es mal recibida y, en vez de consolar, aumenta pena a la pena; por nuestras meteduras de pata con la mejor intención del mundo.
El estado de salud del Papa Francisco es preocupante, pero no es lo más grave que está ocurriendo en la Iglesia Católica. En cuanto al orden político, ya no pueden establecer más leyes que provoquen la ira de Dios; ha llegado al súmmum. Esto se acaba, parece que ya no hay remedio, pero debe ocurrir para que se vea que Satanás no es el fin ni el triunfador.
Como hago todos los días cuando la gripe me lo permite, leo y releo para mantener en mi cerebro las neuronas suficientes y no caer en la imbecilidad por el deterioro de mi neocórtex (luego diré algo sobre él). Así, releyendo, me encuentro un artículo sobre globalización del articulista -y no sé cuántas cosas más- Joaquín Estefanía muy interesante. Es del año 2019, pero cuando les exponga parte de él verán que lo que dice está más que actualizado.
A propósito de la efeméride que hace aproximadamente un mes conmemoramos, el 80 aniversario de la liberación de Auschwitz, la subcomisión episcopal de Relaciones Interconfesionales y el Diálogo Interreligioso publicaban una nota en la que se anima a reflexionar profundamente sobre el significado de la Shoah.
Si nos fijamos bien, observaremos que la humanidad de Donald y de Pedro (perdonen las confianzas; pero hace ya tanto tiempo…, que son como de la familia, aunque política y mal avenida, todo sea dicho) es similar: impostada, y, aun así, escasa y de carácter despótico- cesarista.
En mayo del 2024, leía en la prensa lo siguiente: la democratización de la justicia pasa por quitarle al CGPJ la competencia de elegir a su voluntad a los jueces del Supremo y por establecer un procedimiento objetivo de ascensos basado exclusivamente en los méritos de los candidatos.
Hace unos días, el 18 de febrero de 2025, un diario andaluz publicó una información en la que se afirmaba que en el frontispicio de la catedral de una de nuestras ciudades andaluzas hay un símbolo de la dictadura franquista. He comunicado al director de ese periódico que esta información es totalmente errónea y que deberían rectificar para evitar cualquier confusión.
En estos nuevos tiempos las grandes tecnológicas no solamente acaparan un poder mayor que el que jamás tuvo ninguna oligarquía en la historia, por su inédita capacidad de moldear tanto la economía como la cultura. El orden imperante en los países occidentales tras la II Guerra Mundial se sustentaba en la primacía del individuo, en un sistema que necesitaba abundante mano de obra en las fábricas, y soldados en los ejércitos.
Me llevan los demonios la indignación infundada del todopoderoso Real Madrid con el colectivo arbitral cuando veo en TV (blancas todas, o casi todas) y leo la prensa deportiva madrileña (manejada sin límites por el Sr. Florentino Pérez) o cuando oigo alguna emisora de radio, en contadas ocasiones, igualmente adulterada.
Si supiéramos lo que es la inteligencia, a nadie llamaríamos tonto. Pero, ¿qué es la inteligencia? La Wikipedia la define como: "La capacidad de entender, comprender, razonar, resolver problemas y aprender de las experiencias”. Pero esto solo son las consecuencias de la inteligencia, no lo que es. ¿Y qué es?
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