Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Cesta de Dulcinea | Navidad | Celebración | Decoración | Ciudades

Vacas, luces y meninas

Hay ciudades que no han limpiado aún el barro de las inundaciones del Este del país, y es imposible superar tanta desgracia
Nieves Fernández
miércoles, 20 de noviembre de 2024, 12:34 h (CET)

Cuando algunos pueblos y ciudades del mundo, lejanos o no tanto, están destrozados por efecto de guerras y de armas cada vez más eficientes para destruir territorios y matar habitantes, gracias a gobernantes que se quieren salir con la suya a toda costa, llega el momento de que gentes de otros lugares, como si no les apenaran estos datos, o no fueran tan sensibles a desgracias, lanzan un espumillón gigante de alegría y diversión cercano al consumismo que también da alegría, ingresos y trabajo.


Igualmente hay ciudades que no han limpiado aún el barro de las inundaciones del Este del país, y es imposible superar tanta desgracia. Por contraste, hay ciudades, incluida la mía, que encienden sus luces de Navidad en el centro para animar a esa Navidad anticipada y novembrina que no siempre se presenta alegre ni hay quorum para que todos nos reconciliemos con el género humano. La vida sigue y las navidades se suceden de una forma u otra.


Sin embargo, hay otras ciudades que no esperan a la Navidad para engalanarse y presumir de ciudad adornada. Ahí tenemos a la capital madrileña con sus preciosas vacas esparcidas por las plazas y calles del centro y de la zona norte de Madrid. Hasta treinta y cuatro vacas diseñadas de diferente forma se han desplegado por la capital de España, por lo que vacas, luces y meninas van a compartir su espacio para hacer más amena la ciudad, en el caso de las vacas, desde septiembre a mediados de diciembre.


La exposición de arte del conjunto de vacas en Madrid, es una auténtica invasión artística, se la ha denominado como pradera urbana, y nos acordamos de los niños que no siempre tienen a su disposición el conocimiento de estos animales tan alejados de la jungla urbana. Como propuesta viva de artistas veteranos y estudiantes de arte, tiene como objetivos la sostenibilidad, dar respuesta a las ciudades vaciadas, la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático. A la vez son divertidas esculturas de vacas pintadas y decoradas en lo que es un auténtico museo al aire libre a cargo de Madrid Cow Gallery.


Por su parte, las conocidas meninas velazqueñas han llegado este año a exponerse en las calles desde el quince de noviembre hasta el quince de diciembre. Si los pajes navideños son acompañantes de los Reyes Magos, las meninas son pajes femeninos o damas de honor que acompañan a las infantas del famoso cuadro de El Prado.


Luego están las luces, de mil colores y formas repartidas por las calles madrileñas, imágenes atractivas para los niños que son capaces de disfrutar de vacas, meninas y luces al mismo tiempo. La ciudad engalanada no debería serlo solo en el último mes del año. Las esculturas tienen magia para hacer ameno nuestro tránsito por el asfalto. Alguna magia nos queda cuando las navidades no pueden celebrarse por ausencias familiares y por los recuerdos que ellos aportaron a la Navidad.  

Noticias relacionadas

Francisco comenzó su Papado bajo el signo de la "Franciscomanía”, fenómeno sociológico que logró que una persona sin conocimiento previo de los entresijos del poder Vaticano ni ideario previo conocido, se convirtiera en icono de la juventud e insuflador de vientos de cambios en la Iglesia.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el hombre más rico del mundo, Elon Musk, han desatado un caos a nivel internacional con las medidas que están adoptando en su intento de desguazar el Estado federal estadounidense, que incluyen despidos en masa y congelación de fondos.

De todos es bien sabida, la nula moralidad del presidente del Gobierno y su entorno familiar y político. Pero no es menos conocida su enorme caradura para decir -o hacer- una cosa y la contraria, en menos de un minuto, sin que le salgan los colores. Pero el colmo de la desfachatez le deja con el tafanario al aire cuando censura, sin piedad por los demás, lo que él mismo se permite practicar con frecuencia y avidez.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto