La gloria de nuestra habla andaluza, a través del tiempo, ha sido a veces con cierto recelo su bulla como si fuesen una "chuminá" o una "patochá". Andalucía ha tenido durante siglos esta jerga cuya hegemonía la ha tenido en todas sus provincias y si nos referimos a sus pueblos, aldeas y pedanías nos quedaríamos asombrados de sus sobrenombres y remoquetes. La obra de Antonio Alcalá Venceslada da buena prueba de ello.
Este día estuviste "avionao", Juanma, te has "columpiao". Este presidente busca que el andaluz se convierta en un idioma autonómico oficial. A esto yo le llamo un "follaero", donde este "ompare", por "japuana", hay que significarlo como un "apollardao" de muy señor mío. Aunque en su haber le puedo decir que, es un "chachilón" como diría aun "malagés" de Málaga la bella.
La ridiculez de esta bulla por la pretensión de esta "jartible" y amparada en su gobernanza en esta tierra mía, nos quiera ahora introducir en las maniobras y memeces de los sediciosos y etarras de las provincias, que son, las catalanas y las vascas. El revenío se ha hecho el "longuís" y como si fuese un "chuchurrio" ha estado sin fuerzas, se ha quedado doliéndole la molla con buen "avenate". La vin como la has liado. "Cuchi", qué listo eres.
Juanma, has "espinchacao" la jerga, el hablar por hablar como dice el diccionario del habla andaluza del insigne Don Antonio Alcalá, en su hablar por no callar. Ten cuidadito con las "graillas", no "valla" ser que te des otro "avenate". Deja como está nuestra Andalucía, con todas sus jergas, con sus sílabos, no escamondees más, ya nos quitaron tus antecesores una "jartá" de "parné". ¡No ni na, mi arma! Tú a lo tuyo. Las "asauras" y los "fartusqueos" y los "tesquipui" déjalos para otros papafritas. La vin "compae", deja el "malfario" para otro día que la cosa no está para menearla.
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