Estimados ciudadanos, dirijo esta carta a los poderes públicos en sus tres vertientes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, y en su dimensión Territorial y Corporativa, porque algunos ciudadanos estamos ya bastante hartos de que las noticias de cada día, en sentido monocorde y monorrimo, en general vengan monopolizadas por pérdidas de wasah de autoridades, contratos de emergencia y tantos otros, que son, que cabe duda, importantes y necesarias, su investigación judicial. Pero también a los ciudadanos nos preocupa mucho los miles de millones de euros en gastos de defensa cuyos contratos, muchos de ellos, son secretos. ¿A dónde van a ese dinero a parar?, o gastos del CNI secretos, o gastos en dietas de la clase política y gobernantes en viajes, gastos directos e indirectos detallados, o la adjudicación de ayudas europeas a grandes empresas y corporaciones, el gasto excesivo detallado en Sanidad, o el pago de gastos mayores de 500 euros, por ejemplo, en efectivo en establecimientos comerciales, de personas que tienen dinero negro en abundancia, es decir, no declarado y que no se controla como es debido, o las personas que duermen en la calle, o no tienen suficientes alimentos. También nos preocupa el bajo índice de natalidad en España, porque no hay una auténtica política de ayuda a las familias, también el alto coste de la vida, o la falta clara de control de los precios en alimentos y artículos de primera necesidad, la subida de carburantes sin parar, y la especulación sin parar de los precios en el mercado de la vivienda, o que la justicia sea más ágil y eficiente. Creo que, poco a poco, ustedes se están cargando el Estado del Bienestar, ese que consagra la Constitución de 1978 y que tanto nos ha costado construir. Que no nos den en las noticias o en el portal de la transparencia esa información más detallada es chocante; media verdad es peor que la mentira, pero la ciudadanía tiene derecho a conocer toda esa información y hoy, con las nuevas tecnologías, es posible. Está claro que en la comida de marras, por poner un ejemplo, el Excmo. Sr. Presidente autonómico se gastó 160 euros, y no tomó un menú popular de 15 o 20 euros, sólo es un ejemplo de los muchos, no precisamente a seguir.
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