Hace unos días la cadena parisina Evok Collection organizó un evento muy especial para dar la bienvenida a su primera apuesta en España: Brach Madrid, un hotel de cinco estrellas ubicado en pleno corazón de la Gran Vía madrileña.
Brach Madrid ocupa un edificio que fue construido entre 1919 y 1922, y que tiene como particularidad que antaño fue el Palacio de Masserano, casa que ha albergado inquilinos de la talla de Víctor Hugo…
El edificio ha sido totalmente reformado, en su diseño ha participado Phillippe Starck, el archiconocido diseñador parisino, que ha tratado con mimo y detalle cada uno de sus espacios.
Además de contar con 57 habitaciones, Brach Madrid tiene un restaurante, un bar, una coqueta pastelería con posibilidad de degustar repostería francesa y un exclusivo Spa de 400m2.
Sin duda lo que más me llamó la atención fueron sus habitaciones, nada que ver a los hoteles sin personalidad a los que estamos acostumbrados, todo lo contrario, en cada uno de sus rincones se respira hogar, calidez, con detalles que hacen pensar que estás en casa.
Dicen que para cada una de sus estancias Philippe Starck se ha inspirado en torno a una historia: las memorias de un romance, el de una mujer amada por el hombre que adorna las estancias con sus recuerdos. Junto al cabecero de la cama se alzan bocetos junto a notas de viaje y unarmario-estantería que es una ventana a los pensamientos y recuerdos del protagonista imaginario. En el baño destaca un espejo con un marco de terracota esmaltada.
Tal y como explica Starck: Imaginé este espejo como si hubiera sido creado por la torpe mano del caballero cuya historia estoy imaginando, quien quiso hacer el espejo que su esposa habría soñado tener y en el que nunca se miró. Pensando en ella, tomó un poco de arcilla y, con ese espíritu femenino y barroco, creó lo más conmovedor del mundo."
«Entrar en Brach Madrid es como entrar en un lugar habitado. Una infinidad de objetos sorprendentes y misteriosos, acumulados por su valor sentimental y, por tanto, inestimable, salpican el hotel de fértiles sorpresas. Nunca en la historia de la hostelería ha existido un lugar con una poesía tan precisa: cada detalle, cada material, cobra sentido para crear una historia en torno a la feliz nostalgia de un hombre que ha conocido la belleza y el amor, y que ha soñado con ellos desde entonces. Por eso regresamos a Brach Madrid, porque en todas partes, el lugar nos muestra afecto». Philippe Starck.
Por su parte, el restaurante de Brach es un homenaje a los grandes cafés de Madrid, donde la gastronomía mediterránea se entrelaza con sabores del Medio Oriente. Starck puntualiza: “Para mí, este restaurante encarna la imagen que el inconsciente colectivo tiene del gran café de Madrid en los años 1920. Esta arquitectura fue el punto de partida para imaginar un restaurante elegante que siempre ha existido, con sus ricas paredes revestidas de madera, espejos inclinados para ver y ser visto, un gran fresco, cuero y una iluminación teatral”.
El menú, creado por el chef Adam Bentalha, está inspirado en el Mediterráneo, en el que según este restaurador: el menú incluye clásicos de Brach París, con un toque español y referencias a platos típicos locales. Trabajamos con productores locales, utilizando ingredientes excepcionales como aceite de oliva, atún rojo, carne gallega y jamón de Bellota.”
Por último, resaltar su SPA de 400m2 y que lleva por nombre La Capsule, un oasis de paz dedicado al bienestar personal y que invita a disfrutar de una experiencia holística, con una piscina de 20 metros de largo y diferentes salas para tratamientos. Para sus tratamientos de rostro y cuerpo han elegido las marcas myBlend y Clarins, incluida su línea Precious.
En definitiva, Brach Madrid, un hotel que refleja la herencia cultural española sin olvidar el ‘savoir-faire’ francés.
Brach Madrid Gran Vía, 20 Madrid https://brachmadrid.com/es
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