Foto de Kervin Edward Lara en Pexels
En el corazón de Vitoria, Lydia Arto, ingeniera industrial especializada en la extensión de vida de aerogeneradores, desempeña un papel crucial en la sostenibilidad de los parques eólicos en España. Con la llegada del 25º aniversario de los primeros parques eólicos comerciales en el país, su labor se vuelve aún más relevante para las comunidades rurales que albergan estas infraestructuras.
Lydia se encarga de analizar los diferentes parques eólicos, así como las condiciones de viento del emplazamiento y las condiciones de operación de cada aerogenerador que lo compone. Gracias a estos datos, y tras hacer diferentes simulaciones y cálculos y en función del material de cada componente puede obtener su vida útil. Este proceso permite aprovechar al máximo la capacidad de producción de las turbinas, generando energía limpia durante más tiempo y evitando el desmantelamiento prematuro de las instalaciones. "Nuestra labor no solo prolonga la vida útil de los aerogeneradores, sino que también garantiza que estas infraestructuras sigan aportando beneficios económicos y sociales a las comunidades rurales donde están instaladas", asegura.
La extensión de la vida útil de los aerogeneradores no solo tiene implicaciones técnicas y medioambientales, sino que también representa una oportunidad significativa para el desarrollo rural. Las zonas que acogieron los primeros parques eólicos han experimentado beneficios económicos y sociales, y prolongar la operatividad de estas instalaciones asegura la continuidad de empleos locales y la inversión en infraestructuras.
Además, Lydia destaca la importancia de la diversidad en el sector de las energías renovables. Recuerda que, al finalizar su carrera, solo tres mujeres se graduaron en su clase, lo que resalta la necesidad de que más mujeres se incorporen a carreras de ingeniería y al sector de las renovables. La presencia de mujeres en este ámbito es esencial para avanzar hacia la paridad en el empleo verde y aportar perspectivas diversas en la transición hacia un modelo energético más sostenible.
La experiencia de Lydia Arto pone de manifiesto cómo la innovación en el mantenimiento y la optimización de las infraestructuras existentes puede contribuir al desarrollo sostenible de las zonas rurales. Al prolongar la vida útil de los aerogeneradores, se garantiza que las comunidades que han apostado por las energías renovables continúen cosechando sus beneficios, consolidando así un modelo energético que impulsa la economía local y combate la despoblación.
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