El último martes de febrero se celebra el Día Mundial de la Esterilización Animal, una fecha clave para concienciar sobre este procedimiento, que no solo evita camadas no deseadas, sino que también protege la salud de perros y gatos, mejorando su calidad de vida.
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Se estima que una pareja de gatos y su descendencia pueden generar hasta 420.000 crías en siete años, y una pareja de perros, más de 130.000 crías en el mismo periodo. Este crecimiento descontrolado agrava la sobrepoblación y el abandono de mascotas: cada año, más de seis millones de perros y gatos quedan en situación de calle o en refugios.
Además de controlar la sobrepoblación y contribuir a la tenencia responsable, la esterilización contribuye significativamente a mejorar la salud del animal:
Prevención de enfermedades graves: Las hembras esterilizadas antes del primer celo tienen hasta un 90% menos de probabilidades de desarrollar tumores mamarios. En los machos, reduce el riesgo de tumores testiculares y problemas de próstata.
Mejora en el comportamiento: Disminuye comportamientos no deseados como la agresividad intrasexual, el marcaje urinario y el instinto de fuga.
Por otro lado, en los últimos años, ha surgido una tendencia que recomienda no proceder automáticamente con la castración porque se ha visto asociada con algunas patologías, y especialmente en animales que ya presentan problemas de comportamiento. En estos casos, el papel del etólogo, especialista en comportamiento animal, es fundamental, ya que puede evaluar si la castración es la opción más adecuada o si existen alternativas más efectivas para abordar los problemas de comportamiento, asegurando el bienestar del animal. --------------------
Información facilitada por Atrevia
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