Con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se celebra el 8 de marzo, la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) advierte del incremento progresivo de casos y de muertes por cáncer de pulmón en las mujeres –en 2023, un 4,6% más respecto al año anterior–, que prácticamente se equiparan a las muertes por cáncer de mama como primera causa de muerte por cáncer, y recuerda la importancia de la prevención primaria y secundaria en los diferentes tumores que afectan a la mujer ante el aumento del número de nuevos casos.

En 2025 se estima que se diagnosticarán en la mujer unos 129.590 nuevos casos de cáncer, según recoge el informe Las cifras del cáncer en España 2025, editado por SEOM en colaboración con la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN). El informe aporta los últimos datos disponibles suministrados tanto por REDECAN y el Instituto Nacional de Estadística (INE) para España, como por el Global Cancer Observatory (CGO) de la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a nivel mundial.
La estimación de incidencia en mujeres sigue evidenciando un leve incremento progresivo de los nuevos casos de cáncer, debido en parte a factores no modificables como el aumento poblacional y el envejecimiento, pero también por factores de riesgo modificables. Se estima que hasta un 1/3 de las muertes por cáncer podrían ser evitables si se controlaran los siguientes factores de riesgo: tabaco (responsable del 33% de las muertes por cáncer), infecciones (sobre todo en países en vías de desarrollo), el alcohol, el sedentarismo y las dietas inadecuadas (consumo insuficiente de fruta y verdura).
“Asistimos a un aumento lento pero progresivo en la incidencia de cáncer, que tiene que ver con el envejecimiento poblacional pero también con algunos factores de riesgo evitables relacionados con el sedentarismo, una dieta inadecuada, el consumo de tabaco y de alcohol y la obesidad. Por ello, y aunque las tasas de mortalidad por cáncer continúan disminuyendo y la supervivencia en la mayor parte de los tumores sigue aumentando de una manera progresiva, gracias a la innovación terapéutica, es necesario establecer también una labor de divulgación y concienciación a la población de que una buena parte de los tumores podrían prevenirse simplemente con la adopción de hábitos de vida saludable. Favorecer una dieta equilibrada y la realización de ejercicio físico, luchar contra el consumo de alcohol y tabaco y concienciar acerca de la exposición a carcinógenos ambientales es responsabilidad de todos y por supuesto de los oncólogos médicos”, señala el Dr. César A. Rodríguez, presidente de SEOM.
Tabaquismo y alcohol
El tabaquismo es el principal factor asociado con el riesgo de desarrollar un cáncer de pulmón, pero también otros tumores como el cáncer de vejiga, los tumores de cabeza y cuello, el cáncer de esófago o el cáncer de páncreas, entre otros. El incremento del hábito tabáquico entre las mujeres desde la década de 1970 es responsable del incremento progresivo de la incidencia de cáncer de pulmón en las mujeres. Desde 2019, se convierte en el tercer tumor con mayor incidencia en la mujer, después del de mama y el colorrectal y en 2023 prácticamente se equipara al cáncer de mama como primera causa de muerte por cáncer en mujeres. A pesar de ello, según el INE, en torno a un 20% de la población española fuma a diario, según datos recogidos en el Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027. Preocupa, asimismo, el uso de cigarrillos electrónicos y vapeadores, especialmente entre la población joven, entre los que se objetiva un fuerte incremento desde el fin de la pandemia del COVID-19.
Al igual que en años anteriores, SEOM quiere hacer hincapié en el papel que desempeña el alcohol como factor de riesgo para el desarrollo de cáncer, estimando que hasta 180.000 casos de cáncer y unas 92.000 muertes por cáncer en Europa son atribuibles al alcohol. No existe un consumo seguro de alcohol. Estudios publicados en los últimos años señalan, además, el efecto perjudicial que tiene el consumo de alcohol de tipo botellón en el riesgo aumentado de cáncer de mama. Preocupa especialmente dado que esta es una práctica habitual en mujeres jóvenes.
Obesidad, sedentarismo y cribado
La obesidad y el sedentarismo son factores de riesgo evitables muy presentes en nuestra sociedad, y frente a los que hay que seguir realizando campañas educativas que permitan reducir su impacto. Se calcula que si no se hubiera incrementado la media de IMC poblacional en los últimos 30 años, se podrían haber evitado 28.000 casos de cáncer de mama y 25.000 de cáncer de endometrio en 2012 a nivel mundial. Una dieta mediterránea adecuada y el ejercicio físico han demostrado reducir la incidencia de ciertos tipos de tumores, disminuir el riesgo de recidiva y mejorar su pronóstico, así como tolerar mejor los tratamientos.
Es fundamental mantener los programas de cribado del cáncer de colon, mama y cérvix con el fin de realizar un diagnóstico precoz e incluso de lesiones premalignas. Además, la inclusión en el calendario vacunal de la vacuna frente al virus del papiloma humano tendrá sin duda un impacto positivo en la reducción de la incidencia del cáncer de cérvix y otros tumores relacionados.
Por tanto, aunque el cáncer es un problema de primer orden en nuestro medio, podemos actuar para reducir nuestro riesgo de cáncer mediante la adopción de un estilo de vida saludable y siguiendo los programas de cribado establecidos. Por otro lado, siguiendo las recomendaciones del Código Europeo Contra el Cáncer, SEOM aconseja que se realice lactancia materna, siempre que se pueda, al menos durante seis meses, se limite el uso de terapia hormonal sustitutiva y ante cualquier duda, se consulte con su médico.
Diferencias entre sexos
Las cifras de incidencia, mortalidad y prevalencia del cáncer en los últimos cinco años son diferentes entre hombres y mujeres. A nivel mundial, en ambos sexos, el cáncer con mayor incidencia y mortalidad es el de pulmón y el de mayor prevalencia a cinco años es el de mama en mujeres y el de próstata en hombres. En general, la supervivencia de las mujeres es superior a la de los hombres porque los tumores más frecuentes en ellas presentan mayor supervivencia y existen además programas de cribado poblacional (cáncer de mama y cáncer de cuello uterino).
En España, se estima que aproximadamente una de cada tres mujeres padecerá cáncer a lo largo de su vida. Afortunadamente, a pesar del aumento del número de pacientes diagnosticados, la mortalidad disminuye en la mayoría de tumores debido a los numerosos avances en el tratamiento y a las medidas de prevención y diagnóstico precoz.
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