La primavera trae consigo algunos cambios que pueden afectar la salud del cabello, por lo que debemos tomar precauciones y así mantener una melena sana, fuerte y radiante. El problema más común es la caída del cabello, pero también el encrespamiento, la deshidratación, el exceso de grasa o las puntas abiertas.

Los continuos cambios de temperatura, el aumento de la humedad y la exposición al sol pueden afectar nuestra salud capilar, provocando caída, encrespamiento y pérdida de brillo. Esto ocurre principalmente en primavera, época del año en la que más solemos notar un debilitamiento del cabello: “Esto, junto a la caída del pelo, se debe a la renovación estacional del ciclo capilar, siempre y cuando no sea excesivo, que podría deberse a otros problemas. Para fortalecer el pelo y frenar la caída, se recomienda usar productos sin sulfatos y altamente nutritivos, con ingredientes naturales como la biotina o el extracto de cebolla, que aportan un mayor vigor a la fibra capilar desde la raíz, estimulando el crecimiento” – nos explica María García, responsable de experiencia de cliente de la firma de champús naturales Dalire.
Otro problema capilar en primavera, sobre todo si llueve, es el encrespamiento, favorecido por la humedad ambiental. Cuando hay alternancia de días lluviosos con otros de sol, aunque no sea excesivo, puede producirse también algo de deshidratación: “La mejor opción son los champús hidratantes y acondicionadores que sellen la cutícula capilar. Es importante fijarnos en los ingredientes que nutren como el aceite de coco y las semillas de lino y chía, o bien que hidraten como hace el aloe vera y el aceite de aguacate. La caléndula va muy bien para el cabello más debilitado y el sándalo, cuando el objetivo es darle fuerza y revitalizarlo. Por supuesto, intentando siempre que sean productos ecológicos, naturales, libres de sulfatos y otros químicos dañinos para el cabello” – recomienda Filip Van, CEO de la firma Di Oleo.
Los estragos del invierno, que vemos en primavera
El invierno puede dejarnos un cabello sin vida, opaco y sin brillo. Además, el sol de primavera comienza a ser más intenso, lo que puede acentuar la sequedad y la falta de luminosidad en la melena. Para devolverle el brillo y la vitalidad al cabello, es recomendable champús reparadores con ingredientes como la queratina vegetal y el extracto de romero, que ayudan a restaurar la fibra capilar y a potenciar el brillo natural del cabello, dejándolo más saludable y radiante.
También para repararlo tras los meses de mucho frío, las mascarillas son clave, que no le falten ni proteínas ni aceites naturales, con el objetivo de restaurar la fibra capilar y sellar las puntas abiertas, evitando la rotura y mejorando su elasticidad. Precisamente las puntas abiertas son uno de los problemas capilares que más se dan en primavera: “Si hay bifurcación y notas las puntas esponjosas o deshilachadas, es probable que estemos ante un problema de puntas abiertas. También podríamos notar una mayor facilidad para su enredamiento y textura áspera al tacto. Lo mejor que podemos hacer en este caso es nutrir el cabello desde la raíz a las puntas para preservar la integridad de la cutícula y reducir la probabilidad de que sigan dándose” – nos cuenta María García, de Dalire.
Cada mes y medio, acude a tu salón de referencia. De esta manera, evitaremos que se abran más, por ejemplo con tratamientos como la cauterización capilar, que cierra las puntas y sella la fibra capilar, además de mejorar el pelo quebradizo. David Lesur, director de formación de los salones David Künzle, aconseja cortar sin más si el daño es grande y generalizado: “Es una manera de devolverle al cabello su fuerza y vitalidad, la oportunidad para que esta vez sí, iniciemos una rutina capilar que impida que vuelvan a surgir las puntas abiertas”. Lesur aconseja también no abusar en primavera de las duchas de agua caliente, no cepillar bruscamente el pelo ni envolverlo en una toalla para que se seque antes.
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