 La oferta de ocio en Cataluña continúa ampliando su abanico de propuestas temáticas, apostando por espacios que combinan ambientación, gastronomía y experiencia sensorial. En este contexto, los bares de estilo tiki han encontrado un público fiel que valora la fusión entre coctelería exótica, atmósfera tropical y referencias culturales de inspiración polinesia. El auge de este tipo de establecimientos responde a la búsqueda de espacios diferenciados que permitan desconectar del ritmo urbano a través de una ambientación cuidada y una propuesta única.
Consolidando esta tendencia en auge, la firma Kahiki ha inaugurado un nuevo espacio en Mataró que recoge los elementos característicos de este estilo y los adapta a la escena local. Este nuevo tiki bar Barcelona ha sido diseñado para transportar a sus visitantes a un entorno tropical sin salir del área metropolitana.
Una experiencia inmersiva con sello Kahiki
El nuevo local de Kahiki ha sido concebido como un entorno inmersivo en el que conviven la decoración artesanal, los materiales naturales y una cuidada selección musical. Inspirado en los orígenes del movimiento tiki del siglo XX, el bar recrea un ambiente festivo y relajado donde cada detalle está orientado a generar una experiencia sensorial completa. Desde los elementos decorativos hasta la carta de cócteles, la propuesta gira en torno a una estética coherente y evocadora.
El diseño del espacio incorpora referencias directas a la cultura polinesia, con elementos de madera tallada, iluminación cálida y una vegetación que refuerza la ambientación selvática. Todo ello configura un entorno que se distingue dentro de la oferta de tiki bar en Barcelona, reforzando la singularidad de la propuesta de Kahiki en la comarca del Maresme.
Una nueva dimensión de marca vinculada al ocio
La inauguración de este bar en Mataró refuerza la identidad visual y conceptual de la firma, que sigue apostando por un estilo de vida ligado al verano, la desconexión y la inspiración tropical. En particular, la incorporación de un gran tiki bar en Mataró, dentro del ecosistema Kahiki, consolida su proyección en el entorno de Barcelona y aporta una nueva dimensión a su propuesta.
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