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La princesa china de los dientes rojos

Este descubrimiento ofrece una visión única de las prácticas culturales y espirituales de las civilizaciones que habitaron la Ruta de la Seda hace más de 2.000 años
María del Carmen Calderón Berrocal
martes, 25 de marzo de 2025, 08:35 h (CET)

En las áridas tierras del noroeste de China, donde el viento acaricia las huellas de antiguas caravanas, se descubrió la tumba de una mujer que, hace más de dos mil años, ostentaba una particularidad que desconcierta y fascina: sus dientes teñidos de rojo sangre.


Unnamed

Detalles de fotografías Sen You et alii que muestran los restos de cinabrio 

en los dientes de la joven china


Este hallazgo, realizado en el cementerio de Shengjindian, en la Cuenca de Turpan, nos presenta a la que ha sido bautizada como la "Princesa Roja de la Ruta de la Seda".


La joven, de entre 20 y 25 años, fue enterrada junto a otros tres individuos en una tumba datada entre el 202 a.C. y el 8 d.C., durante la dinastía Han. Lo que llamó la atención de los arqueólogos fue la presencia de un pigmento rojo en sus dientes; y, tras exhaustivos análisis, se identificó como cinabrio, un mineral compuesto de sulfuro de mercurio, conocido por su característico color rojo intenso.


La dinastía Han fue la segunda dinastía imperial china. Duró desde el año 206 a. C. hasta el 220 d. C. siendo el periodo Han considerado como una edad dorada en la historia china que dejó un legado cultural que aún prevalece. La dinastía dio nombre al grupo étnico mayoritario de China, la raza Han.


El cinabrio, ampliamente utilizado en la antigüedad para fines decorativos, rituales y medicinales, era apreciado por su vibrante tonalidad. Sin embargo, su composición rica en mercurio plantea interrogantes sobre su uso en el teñido dental. Los investigadores especulan que la coloración podría haber tenido fines estéticos, religiosos o incluso medicinales, reflejando las complejas creencias y prácticas de las civilizaciones de la Ruta de la Seda.


Un aspecto que añade misterio al hallazgo es el origen del cinabrio. La Cuenca de Turpan no es conocida por yacimientos de este mineral, lo que sugiere que fue importado desde regiones distantes, posiblemente a lo largo de la misma Ruta de la Seda que conectaba Oriente y Occidente.


El esqueleto de la "Princesa Roja de la Ruta de la Seda" fue descubierto en el cementerio de Shengjindian, en la Cuenca de Turpan, noroeste de China, en 2007, siendo éste es el primer caso documentado de uso de cinabrio para pigmentar dientes en la antigüedad.


Aunque no se conocen con certeza su identidad o estatus social, el uso del cinabrio, asociado con propiedades espirituales y medicinales, sugiere que pudo haber tenido un rol especial en su comunidad, quizás princesa, quizás sacerdotisa, incluso quizás una meretriz porque fama est que en la Edad Media las meretrices se distinguían por un medio manto rojo, podría ser este caso similar.


Este descubrimiento ofrece una visión única de las prácticas culturales y espirituales de las civilizaciones que habitaron la Ruta de la Seda hace más de 2.000 años.


Este descubrimiento no solo ilumina una práctica única en la antigüedad, sino que también abre un abanico de preguntas sobre las tradiciones funerarias, las creencias espirituales y las redes comerciales que tejían el vasto tapiz de la Ruta de la Seda.


El análisis de los dientes de la "Princesa Roja de la Ruta de la Seda" se llevó a cabo mediante técnicas avanzadas como la espectroscopía Raman, fluorescencia de rayos X y espectroscopía infrarroja por transformada de Fourier. Estos estudios revelaron que el pigmento rojo presente en sus dientes era cinabrio, adherido a la superficie dental mediante un aglutinante proteínico. Este hallazgo representa el único caso conocido en la Antigüedad donde el cinabrio se utilizó para teñir dientes, ofreciendo una nueva perspectiva sobre el uso de este mineral en prácticas culturales y espirituales de la época.


El cinabrio, compuesto principalmente por sulfuro de mercurio, destaca su uso en diversas aplicaciones en la Antigüedad, por ejemplo, con fines artísticos y medicinales. La elección de este pigmento para teñir los dientes sugiere una importancia simbólica del color rojo en la vida cotidiana y espiritual de las poblaciones de la Ruta de la Seda.


La ausencia de yacimientos locales de cinabrio en la región de Turpan indica que este material fue importado, lo que refleja el intercambio cultural y comercial que caracterizaba a la Ruta de la Seda.


Este descubrimiento no solo amplía el conocimiento sobre las prácticas funerarias y estéticas de las antiguas civilizaciones de la Ruta de la Seda, sino que también resalta la complejidad de sus interacciones comerciales y culturales, evidenciando la riqueza y diversidad de tradiciones presentes en la región hace más de 2.000 años.


La "Princesa Roja" permanece en silencio, pero su legado rojo nos susurra secretos de un pasado lejano, invitándonos a desentrañar los misterios que aún guarda.

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