Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Política | Cataluña

Referéndum, la contradicción permanente

Estos últimos días, la escenificación del sainete ha sido de escándalo
Wifredo Espina
martes, 20 de diciembre de 2016, 00:00 h (CET)
Entre los propios partidarios hay contradicción. Mientras unos dicen que el referéndum catalán sobre la independencia se celebrará, otros lo ponen en duda. Estos últimos días, la escenificación del sainete ha sido de escándalo.

Mientras la presidenta del Consell de la renovada Convergència Democrática -el partido de Pujol y de Mas-, Mercé Conesa, declaraba que el referéndum “podría no celebrarse”, el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, afirmaba -en un gesto de matonismo pueblerino- que “se celebraría indefectiblemente en septiembre del próximo año”.Esta es la mejor manera de desmotivar a la ciudadanía, incluso la más partidaria.

Pero, además, las encuestas, en el más favorable de los casos, señalan un cierto empate, una división por la mitad de los 'pro' referéndum y los en 'contra'. Incluso entre los partidarios a la celebración, son mayoria los defensores de que se haga de acuerdo con el Estado. Lo cual, por ahora, resulta jurídica, social y políticamente inviable.

Se ha perdido demasiado tiempo sin buscar una fórmula que, no vulnerando el marco jurídico constitucional, permitiera encontrar una solución a este contencioso. Por ejemplo, pactar que fuera posible una votación a nivel estatal y autonómica, a la vez, para un mejor reconocimiento de la personalidad de Catalunya y una ampliación y blindaje más claro de sus competencias.

Esto, fruto de dos posturas miopes, de vuelo gallináceo y torpemente enfrentadas, ha llevado el problema a un callejón de muy difícil salida, en que razones y sentimientos, de ambos lados, se enzarzan a palos de todo tipo. Lo contrario de la política, y en que el débil suele salir apaleado.

Y si -como estamos viendo- incluso en la política se siembran dudas y contradicciones permanentes entre los del mismo bando, no habrá más remedio que bajarse definitivamente a la realidad de lo posible.

Que es lo que. al parecer, estaría intentando -fracasados sus sueños de grandeza redentora- el repintado y rebautizado partido del ex president Artur Mas.

Noticias relacionadas

Censura. No la juzgo como una práctica muy denostada en estos días. Por el contrario, se me antoja que tiene más adeptos de los que, a priori, pudiéramos presumir. Como muestra de ello, hay un sector de usuarios que están abandonando cierta red social para migrar a otra más homogénea, y no con el fin de huir de la censura, sino por la ausencia o supresión de la misma en la primera de ellas.

Vivimos agazapados sobre los detalles mínimos a nuestro alcance y llegamos a convencernos de que esa es la auténtica realidad. Convencidos o resignados, estamos instalados en esta polémica de manera permanente; no aparece el tono resolutivo por ninguna parte. Aunque miremos las mismas cosas, cada quien ve cosas con matices diferentes y la disyuntiva permanece abierta.

El nombramiento de Teresa Ribera huele que apesta, aunque el Partido Popular y el Gobierno han escenificado perfectamente su falso enfrentamiento. Dicen en mi tierra que entre hienas no se muerden cuando no conviene o, si lo prefieren, entre bomberos no se pisan la manguera. El caso es que el Gobierno y sus socios ya celebran por todo lo alto ese inútil e inesperado nombramiento.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto