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¿Están destruyendo Podemos y Ciudadanos la presunción de inocencia?

La presunción de inocencia en España se ha ido por el sumidero porque hay partidos que se la están llevando por delante con tal de conseguir un titular y seguir colgándose una medalla aún a costa de cometer cualquier injusticia
Iria Bouzas Álvarez
miércoles, 25 de enero de 2017, 00:24 h (CET)
Todas las personas de bien de este país estamos hartos de ver casos y más casos de corrupción de los dos partidos que llevan años gobernando, PP y PSOE.

En este caldo de cultivo de cabreo y descontento han aparecido dos formaciones, una nueva que es Podemos y otra que después de diez años en política se quiere hacer pasar por nueva que es, Ciudadanos.

Estos dos partidos han encontrado un filón político fantástico para sus propios intereses, cualquier psicólogo sabe que una persona enfadada es manipulada más fácilmente que una persona serena y ecuánime.

Es obvio que a los corruptos hay que apartarlos, castigarlos penalmente y condenarlos al ostracismo pero lo que ya no parece tan obvio es que tengamos que ser tan simples de dejarnos manipular por unos intereses propios que utilizan la demonización de toda la clase política usando el enfado general como palanca. ¡Sí, como palanca! Una muy útil herramienta que les sirve para dejar sillas vacías donde sentarse ellos.

Coincido totalmente con la idea que en su día planteó Ciudadanos de que cualquier político que sea investigado por corrupción política debe ser apartado inmediatamente de su cargo.

Pero ¡ojo! “corrupción política”, o como diría mi madre, “el que ha metido la mano en la caja”

Pero no puedo entender como la formación naranja ha desprestigiado con sus actuaciones esa idea tan válida. Sostienen con sus votos al gobierno que más casos de corrupción ha tenido en España, el andaluz, al tiempo que en otros lugares piden la dimisión de cargos públicos tanto como por corrupción política como por faltas administrativas o temas personales.

Es evidente que un partido que hace una cosa en Madrid y otra diferente en Andalucía está cometiendo una arbitrariedad y por ende, una injusticia en alguno de los dos sitios.

Ciudadanos y Podemos se van a ver enfrentados en los próximos años a una realidad que no conocen por no haber gestionado nunca nada. Los puestos de gestión suelen traer complicaciones por la misma responsabilidad que conllevan.

No todos los juicios que se abren contra políticos en este país son por corrupción, ¡ni mucho menos!, hay muchísimos que son por temas administrativos.

¿Qué harán pues los adalides de la moral cuando alguno de sus concejales se vea inmerso en un juicio por un conflicto con una licencia por una salida de humos con la que un vecino no está de acuerdo? ¿Le pedirán el acta como concejal?

¿Qué pasará si uno de sus diputados tiene una disputa con un familiar por una herencia y acaba como investigado en un juicio por este tema? ¿Lo mandarán a su casa?

Estos ejemplos que parecen tan ridículos pasan a diario en este país.

La presunción de inocencia en España se ha ido por el sumidero con leyes que permiten que una simple denuncia pueda mandar a alguien al calabozo sin más condición que la del sexo del acusado pero también se ha ido porque hay partidos que se la están llevando por delante con tal de conseguir un titular y seguir colgándose una medalla aún a costa de cometer cualquier injusticia.

Lo vuelvo a decir, los corruptos a la cárcel sin tardanza pero ni todos los políticos son corruptos ni todos los casos que van a juicio son por corrupción. No hace falta ser doctor en derecho para entender este principio tan básico.

Si permitimos que a todo el que se dedique a la política se le cuelgue la etiqueta de “presunto sinvergüenza” sólo por el hecho de ser político, estaremos consiguiendo que se nos cuelen en política sólo personas mediocres, sin ningún bagaje profesional y a los que no les importe nada mucho más allá de cobrar su emolumentos a fin de mes.

Eso, en mi humilde opinión, no es ni de lejos lo mejor para España.

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