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La paja en el ojo ajeno…

Solemos ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio ojo. Nos gusta demasiado arreglar en mundo y no caemos en que nuestra propia casa está por barrer
César Piqueras
viernes, 27 de enero de 2017, 00:11 h (CET)
Hace unas semanas compartía una sesión en petit comité sobre ventas con una institución financiera. Pasado un rato empecé a notar demasiadas excusas para no-vender, demasiadas razones “ahí fuera” que hacían que las personas no alcanzaran objetivos… en muchas ocasiones nos dedicamos a ver qué podemos arreglar de nuestro entorno, sin caer en la cuenta de que nosotros podemos cambiar algo. Lo de la paja en el ojo ajeno, en el terreno comercial, está mas vivo que nunca…

¿Excusas para no vender? Las he escuchado todas:

Los clientes son muy difíciles.
Cada vez hay más competencia.
La competencia ofrece mejores condiciones.
Nuestros clientes, particularmente, son los peores de toda la zona, ciudad ¿universo?
El producto no está logrado.
Los directivos no saben lo que ocurre a pie de calle. En los despachos se diseñan muy bien los objetivos.


Solemos tener la cualidad de ver qué está por mejorar en todos los terrenos, es una característica muy desarrollada en algunas personas. Uno no dejaría de encontrar razones para sentirse la víctima más víctima del mundo en el que vive, y por lo tanto tener razones suficientes para justificar su falta de competencia: Los políticos son muy corruptos, Donald Trump gobierna en EEUU, la administración pública funciona de pena, estamos en crisis…

“¿Porqué no me van bien las cosas?” se pregunta uno. “Claro, con todo esto por arreglar, ¡Cómo me van a ir bien!” se responde a sí mismo. Es un punto ciego, está claro, y la persona o el equipo nunca verá que el motivo de su negatividad son ellos mismos.

La cuestión es que a algunas de estas personas les pregunto “¿Y qué podrías hacer tú para mejorar esta situación?”… después de quedarse un rato pensando dicen cosas como:

“¡Si yo ya lo dije, ya le dije a… que la competencia era mejor que nosotros!”
“¡Si estoy harto de decirlo, tenemos que…!”
Vuelvo a repetir la pregunta “¿Y qué podrías hacer tú para mejorar esta situación?”… silencio.

Cuando te veas a ti mismo o a otras personas tirando balones fuera, te recomiendo cambiar de estrategia. Es una estrategia perdedora desde el comienzo, forma parte de una mentalidad que no te ayudará a conseguir nada, una mentalidad demasiado pobre.

No sé cómo te sientes cuando estás un momento con alguien que aprovecha para quejarse demasiado, para criticar a unos y a otros, lo que va mal y lo que va peor… ¿Cómo te sientes?

A mí particularmente me agota. Cuando escucho la queja más de la cuenta cierro mis oídos y me pongo con otra cosa. Con todo lo que hay por hacer, no tengo tiempo de quejarme.

Puedes quejarte o puedes cambiar las cosas. Rodearte de personas negativas va a dejarte sin energía. Como me dijo un buen amigo “¡o me motivas o te callas!” Qué razon tenía.

Que tengas un gran día.

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