El Granada sumó tres puntos vitales este viernes para asomar a la salvación en la jornada 23 de LaLiga Santander goleando (4-1) a un inofensivo Betis en el Nuevo Estadio de Los Cármenes, poniendo presión a los equipos que luchan en la zona roja de la tabla.
El cuadro local dio una alegría a su público con la tercera victoria de la temporada en un derbi regional con el que sumaron 16 puntos, empatados con el Sporting y a dos del Leganés. El Betis, por su parte, volvió a defraudar fuera de casa, donde no ha ganado ni puntuado con Víctor Sánchez del Amo, evidenciando los problemas con el gol para encadenar cinco partidos sin ganar.
El cuadro de Lucas Alcaraz sentenció el partido a la media hora. Los locales disfrutaron de la efectividad que no encuentra el Betis para ganar confianza a base de goles. El Granada hizo estragos en la defensa visitante, de tres centrales. Avisó primero Rubén Castro, para el Betis, pero en una jugada idéntica pero en la otra portería, Carcela sí llevó su desmarque hasta el gol.
La presión local --con Wakaso y Silva-- en el centro del campo, donde echó mucho de menos el Betis a Dani Ceballos, siguió dando sus frutos, mientras la defensa bética hacía aguas. Adrian Ramos y sentenciaron cuando se cumplía la media hora (3-0). En pleno subidón, el Granada no dejó escapar una cómoda victoria.
En la segunda mitad, el Betis no mejoró, incapaz de enlazar jugada. Nahuel la tuvo nada más entrar al campo desde el banquillo, pero de ahí pasó a ser expulsado por roja directa impotente, como su equipo al encajar el cuarto, doblete de Ramos. Ya puede pensar el Betis en el derbi que sí parece motivarle, el del Sevilla, después de encajar cabizbajos en un córner la reprimenda de su afición.
La gabarra "Athletic" está feliz, puesto que por fin verá finalizada su inactividad de tanto tiempo. Todo ello porque los bilbaínos pusieron fin a su maldición de cuarenta años sin ser campeones de la Copa del Rey, con seis finales perdidas, cinco en los últimos 15 años. El equipo de Valverde debió esperar a la tanda de penaltis para vencer a un combativo Mallorca y alcanzar la gloria, pero esta Copa, "su" Copa más deseada, por fin podrá lucirla ante su gente por la ría de Bilbao.
Una Copa para el Madrid, la 20ª de su historia; una Copa para Rodrygo Goes, MVP y autor de los dos goles que vuelven a dar el título copero a los blancos, nueve años después de aquel recordado triunfo en Mestalla frente al Barça. Y, a la vez, un subcampeonato, el segundo de su historia, con honores de campeón para Osasuna.
El Real Betis Balompié es el campeón de la Copa del Rey. El equipo verdiblanco, en su ciudad, delante de su gente que lo sigue sin rechistar, ha salido victorioso por tercera vez después de una nueva final épica, como todas las que disputa, y en la que un rival tan sumamente digno como el Valencia y que ha merecido la Copa tanto como él solo ha claudicado en la cruel tanda de penaltis.