El año 62 un joven ingeniero textil procedente de una familia con fuerte arraigo en la industria textil catalana irrumpía en el mundo de la creatividad diseñando moda interior femenina, estamos hablando de Andrés Sardá, un hombre que durante 50 años no ha dejado de innovar en las tendencias de la lencería femenina.
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Martina Klein. Foto: B.Bisang.
| Esta semana hemos celebrado los cincuenta años de vida creativa su paseo por el vestuario del mundo interior de la mujer. La cita era a las 19 horas en la céntrica calle de Montcada en Barcelona, justo frente al museo Picasso y en el corazón de esta ciudad que cada día late más aprisa, el lugar elegido fue el edificio modernista que alberga el Espai Disseny DHUB Barcelona. Cuando llegamos estaban ultimando los detalles para recibir a invitados de todo tipo que llegaban con el fin de homenajear a este hombre polifacético y rompedor en su trabajo.
En la calle ante las puertas cerradas los invitados estaban ansiosos por participar en este merecido homenaje y poder ver el libro que en su honor se ha editado, “Andrés Sardá, Moda, Amor y Arte”, su hija Nuria hacia de anfitriona, su padre se emociona mucho con estas cosas y es por eso que se quedó en casa. Como en un guiño a la voracidad de los medios de comunicación cada día más entregados al mundo digital el libro lo pudimos ver en diversos paneles instalados en una de las paredes del local, de forma táctil pasábamos las páginas al tiempo que nos íbamos recorriendo la evolución de los diseños del creador catalán.
Andrés Sardá y la lycra
Andrés Sardá creó al principio de su carrera como diseñador la marca Risk, una marca a la que dio diseños impactantes con tejidos que en esos momentos nadie contemplaba, así es como Sardá introdujo la lycra y otros tejidos elásticos a fin de que sus sujetadores y bragas se adaptaran mejor al cuerpo femenino creando armonía, belleza y comodidad.
Pero no sólo se preocupó de tratar nuevos elementos para sus prendas, también, de una manera equilibrada, introdujo en sus diseños nuevas formas mucho más apetecibles que las que en esos momentos se prodigaban en el mercado. En el mundo de la lencería femenina había una persona que pensaba no sólo en vender sino, esencialmente, en la mujer y sus necesidades.
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Eugenia Silva. Foto: J.Albadal Elle.
| Un rompedor
Andrés Sardá con amplios conocimientos del universo femenino se adapta a su mundo y sigue la evolución de la impronta de la mujer en el mundo laboral, en el año 62 muchos pensaban que las mujeres donde mejor estaban era en la cocina de sus hogares. El diseñador, siempre atento a los deseos y a la capacidad intelectual de las mujeres, cree en ellas y como si caminara de su mano las viste en cada momento de forma práctica y excitante. Introduce en sus sujetadores y bragas colores que no estaban presentes en ninguna tienda.
Consigue adentrarse en el mundo internacional y sus modelos saltan el océano y se venden también en América. La empresa textil de la que proviene nunca se arrepiente de que su vástago tomara la decisión de crear prendas que en los inicios pudieran suponer una traba comercial pues la ropa interior femenina nadie la tenía en cuenta y mucho menos en este país. Es el pionero de la lencería íntima y se ocupa con minuciosa entrega de que la misma sea hermosa, llevable y asequible, aunque con su exquisita creatividad sus marcas pronto se posicionan en el mercado a un precio medio-alto.
El rey en París
También crea la marca University y en el año 1980 la línea Andrés Sardá con su poderío artístico llega a los países asiáticos y a Europa, en París le consideran un rey de la ropa más privada y eso que al lado del Sena los franceses ya tienen desde hace tiempo muy claro que el mundo de las prendas interiores es muy importante para la mujer.
El creador catalán es un poeta de su trabajo, trata sus colecciones como un bien preciado, dedica horas y más horas a preocuparse de la perfección de las mismas, y emplea tiempo, mucho, a conocer de verdad el mundo femenino y su evolución. Sardá es compañero y cómplice de las mujeres al considerar que tienen el derecho absoluto de poder escoger entre la diversidad cuando se trata de comprar unas bragas. Así de sencillo y al mismo tiempo así de complicado.
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Vanesa Lorenzo. Foto: J.M. Ferrater.
| Mano a mano con su hija
Sardá es un hombre hablador, dicharachero, educado, observador y siempre está al quite de cualquier circunstancia vital y ambiental que le puedan llevar a hacer algo nuevo en mundo creativo. Con el paso del tiempo desaparecen las dos firmas iniciales, Risk y University, y crea Sardá by Andrés Sardá y a partir del año 1996 su hija Nuria empieza a trabajar mano a mano con él.
Padre e hija crean un “tándem” que roza la perfección, además de lencería fina aparecen en las tiendas sus bañadores, bikinis, trikinis y todos los accesorios necesarios para ir a la playa. Esta conjunción familiar duplica la creación y con ello dan a conocer tanto internacionalmente como en España, donde son empresa puntera en su segmento, más novedades donde la utilización de nuevos tejidos es el pan de cada día en sus trabajos que son esperados con expectación en las diversas pasarelas de moda.
Impacto en las pasarelas
Andrés Sardá todos los años mostró sus diseños en la desaparecida Pasarela Gaudí en Barcelona y cuando ésta desaparece o alternativamente los lleva a la Pasarela Cibeles en Madrid donde todos los años cuando llega el desfile de Sardá se crea un ambiente de misterio y expectación ya que desfile tras desfile siempre consigue innovar y sorprender, algo difícil en estos tiempos que vivimos en que la moda parece estar tan globalizada que ya nada nos sorprende.
Es un hombre amable al que además de dedicarse a su trabajo de forma casi total le gusta caminar por la montaña y cocinar para sus amigos, es especialista en hacer “foie”, el “foie” de Andrés puede competir con el de cualquier chef de mil estrellas.
Su hija Nuria es una mujer bella, sonriente y cariñosa, es la verdadera heredera de un padre que ha sabido llevar a la más alta cima un trabajo que, así a vuela pluma, se nos antoja muy complejo. La forma de ser de los Sardá es característica de aquellas familias de las que quedan pocas en Catalunya, son cercanos, siguen en la brecha y nunca se les ha subido el éxito en su vivir cotidiano.

Verónica Blume, Nuria Sardá, Martina Klein, Gurus Segovia y Judith Mascó.
Homenaje merecido
Estos homenajes deberían realizarse más a menudo, menos mal que se la ha tributado ahora a este hombre creativo excepcional en el mundo de la lencería y baño, Andrés Sardá lleva años demostrando lo que vale. La otra noche vimos a cantidad de personas con las que han trabajado el padre y la hija, fotógrafos como José Manuel Ferrater o Manuel Outomuro, diseñadores como Guillermina Baeza, Custo Dalmau, Lydia Delgado, Lluis Juste de Nín, Modesto Lomba, Presidente de la Asociación de Creadores de Moda Española y el bailarín Rafael Amargo y por supuesto algunas de sus modelos con las que a través de estos 50 años de historia ha podido exhibir por las más afamadas pasarelas sus diseños , allí estaban Judith Mascó, sonriente, su hija mayor ya tiene trece años y a ella la hemos visto recientemente anunciando bombones, Martina Klein contenta por haber dejado de fumar: “Y no he engordado, es un milagro”, a su lado la siempre elegante Verónica Blume, vestida de negro de no sé sabe muy bien qué casa: “Es que ahora las marcas ya no están de moda” aseguró y Gurus Segovia la musa con la que Andrés lanzó la marca University.
Muchas famosas llevan sus prendas
Todo el mundo hablaba bien de Andrés, su hija Nuria y el hermano de ésta que también trabaja en la empresa, se deshacían en parabienes dando las gracias a todo el mundo por haber querido estar presentes esa noche de homenaje a su padre, en realidad era un homenaje al creador pero también a una empresa que lleva en activo desde hace 50 años, acontecimiento digno de celebrar y más en estos tiempos en que todo el mundo habla de cierres y no precisamente de costura sino mediante ERES empresariales.
Todos aquellos que conocemos a Andrés y a su familia sabemos el amor que ha puesto en su trabajo durante estos cincuenta años y a la inmensa cantidad de mujeres que ha hecho felices, algunas muy conocidas como Monica Bellucci, Marta Sánchez, Shakira, Penélope Cruz, Elsa Pataky, todas ellas en el libro de edición limitada, no lo busquen en los estantes de las librerías porque no saldrá a la venta. El libro homenaje a Sardá ha tardado dos años en ver la luz, han sido dos años de buscar y elegir entre cajones de la empresa datos y más datos para plasmarlos negro sobre blanco. Y la saga continua tenemos a Nuria Sardá que como directora del equipo creativo nos seguirá dando sorpresas y viendo como el mundo de la moda, aunque sea de prendas muy diminutas, también está lleno de maravillas y con un largo camino por recorrer.
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