El saber estar siempre se ha visto reflejado en los trajes de novia de la realeza británica. Desde 1840, con la boda entre la Reina Victoria y el Príncipe Alberto de Sajonia, hasta el próximo enlace del presente 29 de abril entre el Príncipe Guillermo y Kate, siempre han aparecido reflejadas estas cualidades.
La boda de Isabel II (foto de la derecha) le pilló a Inglaterra en una situación muy delicada, puesto que tan solo dos años antes finalizó la II Guerra Mundial. Pese a esto, se realizó un esfuerzo para que la novia luciera sus mejores galas y así fue. Llevó un traje muy nacionalista un 20 de noviembre de 1947 que evocó la inspiración en el pueblo inglés, tras unos años muy complicados.
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