El Sevilla Atlético y el CD Numancia empataron (1-1) este lunes en el Sánchez-Pizjuán en el choque que cerraba la 32ªjornada de LaLiga 123 con dos goles anotados en la primera mitad, de Cotán y Jairo, respectivamente, que dejan al filial sevillano a cinco puntos de los puestos de 'play-off' y en décima posición, por ocho de los sorianos, que son sus perseguidores directos en la tabla.
Cotán adelantó a los locales con un cabezazo a centro de Ivi pasada la media hora de partido. Pero le duró poco la alegría a los de Nervión, que vieron cómo en el 38 Jairo convirtió un penalti cometido por Carmona. La segunda parte se aceleró a medida que avanzaban los minutos, y el mayor número de ocasiones de ambos equipos se vio en los minutos finales. Sin embargo, ninguno fue capaz de deshacer el empate.
El filial sevillista suma así su sexto partido sin perder, en los que ha sumado dos victorias y cuatro empates, y se queda en décima posición a cinco puntos del Getafe, último de los puestos de 'play-off'. Los numantinos, por su parte, ascienden tres puestos, hasta el undécimo lugar, con tres unidades menos que su rival en el día de hoy.
La gabarra "Athletic" está feliz, puesto que por fin verá finalizada su inactividad de tanto tiempo. Todo ello porque los bilbaínos pusieron fin a su maldición de cuarenta años sin ser campeones de la Copa del Rey, con seis finales perdidas, cinco en los últimos 15 años. El equipo de Valverde debió esperar a la tanda de penaltis para vencer a un combativo Mallorca y alcanzar la gloria, pero esta Copa, "su" Copa más deseada, por fin podrá lucirla ante su gente por la ría de Bilbao.
Una Copa para el Madrid, la 20ª de su historia; una Copa para Rodrygo Goes, MVP y autor de los dos goles que vuelven a dar el título copero a los blancos, nueve años después de aquel recordado triunfo en Mestalla frente al Barça. Y, a la vez, un subcampeonato, el segundo de su historia, con honores de campeón para Osasuna.
El Real Betis Balompié es el campeón de la Copa del Rey. El equipo verdiblanco, en su ciudad, delante de su gente que lo sigue sin rechistar, ha salido victorioso por tercera vez después de una nueva final épica, como todas las que disputa, y en la que un rival tan sumamente digno como el Valencia y que ha merecido la Copa tanto como él solo ha claudicado en la cruel tanda de penaltis.