¿Cómo hallamos la inspiración? – preguntó hace más de 20 años en una reunión Nelson Mandela al capitán de los Springboks François Pienaard. “A veces creo que es a través del trabajo de otros”- respondió, tratando de que se motivara para ganar la copa del mundo de Rugby. Mandela se inspiró en sus 27 años en la cárcel en un poema victoriano “Invictus”, nombre que toma la película que cuenta su historia y que te recomiendo ver.
Buenos días ¿Cómo estás? Espero que te encuentres muy bien. Yo en un tren desde bien temprano. Estaré en el evento BeingOne Madrid, escuchando a personas como Robin Sharma, Gregg Braden, Anita Morjaani y otros tantos referentes en los que me he inspirado. Tenía ganas de tener un tiempo para formarme, para aprender y compartir también con otras personas inquietudes, objetivos y sueños. Por cierto, si vas a estar en el evento, te invito a que contactes y que nos podamos ver en cualquier momento. Estaré en la zona Centaurus cerca del escenario.
No sé cómo te inspiras tú, cómo haces para motivarte, para ir un paso más allá… Personalmente coincido con las palabras de Mandela: “nos inpiramos a través del trabajo de otros”. Otras personas que para nosotros son un referente en algo, eso nos inspira.
En ocasiones un padre o una madre nos ha inspirado a través de su trabajo o su forma de entender la vida. Todos tenemos uno o varios referentes en la familia, seres queridos que nos ayudaron a dar lo mejor de nosotros mismos. Yo tengo la suerte de tener una madre que vale millones, que siempre se despertaba a las 6:40 para empezar el día y ganar algo con lo que poder sacar adelante a sus dos hijos. Me dio un ejemplo a seguir del que siempre estaré agradecido. Su trabajo como limpiadora o cocinando en un restaurante me inspira hoy para hacer el mío con dedicación, bondad y todo lo mejor que puedo.
En otras ocasiones son personas conocidas las que nos sirvieron de inspiración. En el 2002 estando un par de días en un camping cerca del Peñagolosa empecé a leer “El Monje que vendió su Ferrari”, el best seller de Robin Sharma. Me encantó su lectura y posteriormente leí todo lo que cayó en mis manos de él. En el 2006 le conocí en Estambul y me inspiró a la mañana siguiente para escribir “El Jardinero en la Empresa”, mi primer libro. Recuerdo todavía el momento: Amaneció bien temprano, yo había ido a correr, luego desayunaba en un pequeño hostal con terraza al lado de la mezquita azul, y empecé a escribir en mi diario… “los mejores líderes son como jardineros…”, y pensé “Algún día escribiré un libro sobre este tema”.
En el 2005 vi a alguien hacer su trabajo y me dije “yo quiero ser como él”. Y cambié mi trayectoria profesional. Me inspiré en esa persona.
Nos inspiramos a través del trabajo de otros, a través de los que utilizan el arte, la ciencia o su imaginación para hacernos creer en nuevos mundos, en nuevas formas de entender la vida que vivimos.
También es cierto que la naturaleza es quizás la que más nos puede inspirar. Cuando escuchas el silencio de un atardecer, los ruiseñores en la noche o el sonido de un río, te inspiras. La naturaleza es una gran maestra, si quieres inspiración sal a visitar el espacio que te rodea.
Los niños son grandes maestros, también nos inspiran. Quien haya sido padre o madre lo sabe. Noa también está siendo mi gran maestra, una mirada suya basta para que mi corazón entero aprenda lo que no está en los escritos sobre la vida. Me basta mirarla para saber qué es lo importante, dónde están las prioridades y qué es aquello por lo que ahora mismo daría mi vida.
El feedback de mis clientes también me ayuda a hacer un gran trabajo, el ejemplo de muchos de ellos, personas admirables que se forjaron un presente, a veces en condiciones muy difíciles, y que cada día construyen un futuro para sí mismos y para miles de personas.
Por eso creo que nos inspiramos a través de los demás, hallamos la inspiración a través del trabajo de otros.
Necesito inspirarme muy a menudo y sé que en la rutina del día a día es muy difícil encontrar esa inspiración. Por ese motivo mi vida está bastante llena de viajes, vacaciones, desafíos y otro tipo de escapadas del ruido de cada jornada. De lo contrario mi capacidad creativa, mi felicidad y el tipo de inspiración que yo puedo provocar a otras personas también sería menor.
En realidad no soy ejemplo de nada, a veces no me sé inspirar ni a mí mismo, pero tengo la suerte de conocer a muchas personas que sí lo son.
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