¡Buenos días! ¿Qué tal va todo por tu vida? Espero que te encuentres muy bien. Yo ya estoy por la península, después de 8 días en Tenerife, trabajando y de vacaciones con Belén y Noa, es hora de volver a la normalidad por un tiempo. Mañana estaré en Madrid trabajando para Managers del Banco Mediolanum y para Inditex, el sábado para la Universidad Jaume I de Castellón. Seguimos en la brecha, el viaje continua.
Esta época del año es casi mágica, por muchos motivos… verano, buen tiempo, vacaciones… Para mí, esta época del año supone un momento muy importante, una desconexión considerable como bien sabes, momentos en los que vuelvo a reinventarme, reflexionar y diseñar mi futuro. Desde hace tres años que, antes de las vacaciones de verano (normalmente empiezan a mediados de Julio y acaban la primera semana de Septiembre), solemos hacer un viaje en el que si bien se mezclan trabajo y vacaciones, también ayuda a empezar a sentir la brisa del verano.
Hace dos años fue el turno de Sevilla, el año pasado Granada y éste, Tenerife. Vinimos el martes pasado aprovechando que la semana pasada trabajaba con una de las mejores empresas de estas maravillosas islas, en la mejora de un equipo comercial formado por más de 80 personas, una empresa que está superando sus expectativas de ventas, gracias al compromiso de todos ellos y a un programa de mejora comercial bastante ambicioso con nosotros.
Ahora estamos en la fase final de la primera parte del año, me quedan unos 15 días laborables antes de las vacaciones, son días en los que mi atención está centrada en cerrar proyectos iniciados y en organizar mi agenda de la forma más eficiente y rentable posible para el siguiente semestre. Y también en asegurar que todos nuestros clientes están satisfechos y sus proyectos siguiendo el mejor curso posible, eso es fundamental.
Conocía Tenerife desde hace varios años. Con distintos clientes y con ESADE he estado por esta isla en otras ocasiones, pero esta vez quise aprovechar más todavía para entrar a conocer la cultura de las isla, en sus principales lugares y costumbres. Me he llevado una muy grata sorpresa y un lugar al que volver a disfrutar. Mi pequeño compromiso con Belén es que cada año de los 7 siguientes visitemos una isla durante al menos una semana. Incluyendo La Graciosa, una pequeña joya de la que muchas personas se olvidan, pero en la que quiero escribir un libro alguna vez. Así que, ese año, por lo menos serán 3 semanas en este pequeño rincón del planeta, quizás uno de los más bonitos.
En nuestras pequeñas andanzas por la isla no han faltado las visitas a Garachico, La Orotava (y sus alfombras de arena espectaculares con motivo del Corpus), Los acantilados de los Gigantes (foto de más arriba) o La Caleta. Casi siempre que hemos podido hemos disfrutado de la comida canaria en un Guachinche, lugares tradicionales en los que se cocina con comida de aquí, el mejor pescado, pulpo, papas arrugás, etcétera. El hotel que habíamos elegido era genial también, no ha faltado de nada, ni los primeros baños de Noa en una piscina. Si vas a Tenerife te recomiendo el Iberostars Grand Mencey.
Ahora ya estoy en la península y adivino que, aunque he salido a correr cada día, tendré que quitarme de encima un kilo al menos, un pequeño detalle que te deja la isla, para que uno recuerde lo bien que se come en nuestro país y en especial en este rincón llamado Tenerife.
Cuanto más viajo por España más me gusta, más orgulloso de ser Español me siento y más me apetece seguir conociéndola. En ocasiones muchas personas viajan fuera de nuestro país a conocer lugares también espectaculares, creyendo que aquí no tenemos lo que buscan fuera. Aunque esté de acuerdo en que cada uno con su tiempo puede hacer lo que quiera, te invito a que la próxima vez que pienses en viajar y disfrutar de lugares espectaculares no te pierdas las maravillas que esconde este lugar llamado España que queda tan cerca de ti.
Caminar entre el silencio de los bosques de Irati, pasear por la Playa de la Concha, adentrarse en Anaga, visitar las playas de Fuerteventura, la magia de Granada, Sevilla o la sacralidad de Santiago (la tercera capital del cristianismo), conocer el valle del Jerte en floración, disfrutar de las montañas de Ordesa, mojar tus pies en las aguas del pequeño y mágico Cadaqués…
Que tengas un gran día.
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