Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Artículo opinión

La memoria de los peces

Como con los famosos, cuando llega la hora de valorar a un político, el electorado sólo parece recordar lo último que hizo
Ángel Ruiz Cediel
lunes, 7 de noviembre de 2011, 09:31 h (CET)
Se dice que los peces carecen de memoria, pero queda saber si la tienen todos los votantes. A tenor del exagerado número de votos que parece va a recibir el PSOE –alrededor de un 30%-, parece que buena parte del electorado en absoluto tiene capacidad de recuerdo, porque dudo mucho que tal ingente cantidad de ciudadanos les fuera a votar si recordaran todos y cada uno de sus despropósitos, abusos de poder, escándalos, casos de corrupción y atropellos a los derechos civiles y de los trabajadores. Sería sencillamente imposible de creerse que hubiera tantos fanáticos en el país o tantos malintencionados, por lo que, tirando por la corta y la benevolente, debemos concluir que nada más que son desmemoriados, a fin de no perder la fe en nuestros propios compatriotas.

Durante estos últimos meses del año suelo recopilar todos los artículos editados a lo largo de él, para aglutinarlos en el libro electrónico correspondiente, y, como con el resto de mi obra, no sólo ponerlo al alcance de los lectores para que puedan adquirirlo, sino también colgarlo en mi web para que, quien lo desee, pueda leer íntegramente mi obra. En este sentido, uno puede, de un solo vistazo, recorrer la realidad anual desde el punto de vista de todo aquello que fue noticia y más me llamó la atención o me produjo gozo o preocupación de alguna clase, y escribí sobre ello. Es una especie de testimonio de la actualidad, de memoria impresa en tinta electrónica.

Revisando estos artículos publicados en 2011, y aún remontándome a los demás sobre Nacional publicados desde 2006, ahora que coincide con las elecciones generales, no he podido sino caer en la reflexión de qué clase de país queremos y qué clase de futuro esperamos como conjunto ciudadano, y me encuentro un poco perdido. No hace falta tener mucho sentido común para, hojeando estos artículos –corroborados por la cruda realidad posterior a los hechos-, comprender que la llamada etapa Zapatero ha sido un incólume desvarío continuo. Buena parte de los electores –parece que alrededor de un 30%-, piensa, sin embargo, votar al mismo partido que los ha perpetrado, acaso recordando nada más los últimos despelotes, como el caso Blanco, el Faisán, la paz tramposa de ETA o fruslerías por el estilo, cual si en todo lo demás no hubiera pasado nada. Recomiendo a estos desmemoriados una somera lectura de algunos de estos artículos –en mi web es completamente gratuito-, para que fortalezcan, ya que no con medicinas o rabitos de pasas, la terrible sucesión no de desaciertos, sino de atropellos. Si se hiciera, votar a quien ha perpetrado todo esto, no sería sino cooperación necesaria para perpetrar el dolo, un daño tan horrible que el colectivo de la sociedad tardará decenios –que acaso ni tengamos- en sufragarlo. Eso sí, todos estos pillines se licencian con honores, con jubilaciones de oro y/o con puestos de dominancia que les asegurarán una vida de lujo y regalo, sin contar que muchos de ellos entraron en el poder con una mano delante y otra detrás, y se alejan del poder con hígado bien forrado. Así paga España a quien la dañan, entretanto a quienes la sostienen no cesa de darles palos.

No son sólo los artículos publicados, sin embargo. Hace años, cuando todavía no había iniciado mi etapa como articulista, escribí “Sangre Azul (El Club)” –también puede leerse íntegra y gratuitamente en mi web-, en la cual, so pretexto de un argumento que no viene al caso, croniqué el día a día usando los titulares de las noticias de, entre otras etapas, la de Felipe González, allá por cuando durante 13 lamentables y terribles años nos asoló el PSOE y perdimos buena parte de las conquistas civiles logradas contra la Dictadura. También es recomendable su lectura. A veces, no es necesario atrapar a la bacteria o al virus que produce una enfermedad y visualizarlo en el microscopio para poder diagnosticarla, sino que basta con los síntomas. Entonces, con sentencias –que las hubo- y sin ellas, España fue saqueada, y ahora, también. Sólo basta para comprenderlo cómo quedó España entonces, casi en bancarrota moral y económica, y cómo ha quedado ahora, en bancarrota moral y económica, en ambos casos con la práctica totalidad de los miembros de los gabinetes bajo sospecha (cierta, sin duda) de atropellos diversos, y en ambos casos con la certeza moral de que sólo se conocían los pormenores, de los cuales se fueron/van de rositas, y quedando los pormayores en esa fosa común del olvido colectivo. Basta para comprender esto, pues que para muestra vale un botón, ver cómo han quedado las cuentas de allá donde ha gobernado el PSOE, sea un ayuntamiento, una comunidad autónoma o la misma nación. Quien no lo vea, no es porque no pueda, sino porque no quiere, porque los síntomas de la enfermedad son los del saqueo, pues no hay rincón de España donde no aúllen las tropelías.

Siempre que sostenido que el PSOE no es un partido más, sino uno armado por los poderes negros para confundir a las izquierdas, recibiendo a cambio carta blanca para cometer cualquier clase de desafuero. Así lo entendí, y no soy el único, porque recientemente el Sindicato Unificado de la Guardia Civil (SUGC) también parece haberlo hecho, y ha presentado demandas ante el supremo no sólo contra don José Blanco por el caso que todo el mundo conoce, sino también contra Zapatero y Felipe González y, por extensión, contra el mismo PSOE, por toda una resma de delitos entre los que se encuentra el cohecho, sustracción de fondos públicos, tráfico de influencias, enriquecimiento ilícito, una buena porción de casos que van desde la prostitución al cobro de comisiones o a la legislación interesada, y, como guinda que colma el pastel, la de banda organizada para perpetrar delitos. Sin duda, ellos tienen las pruebas de lo que para muchos de nosotros son síntomas o sospechas, porque lo sucedido entonces y ahora cuadra como hecho a medida con lo que el SUGC demanda. La pregunta del millón es, ¿sólo lo vemos unos pocos y los demás están ciegos?... La respuesta, quizás, haya que derivarla a la memoria, y ya sabemos que ésta, para las cosas del sufrimiento, suele ser escasa, en buena medida como un sistema de protección para la supervivencia del individuo.

Quienes denunciamos con nuestras opiniones estos hechos entonces y ahora, que consideramos contrarios al interés general de la ciudadanía y que en estos momentos se concretan en demandas muy específicas, solemos ser etiquetados por los fanáticos del partido como “derechistas”, “franquistas” o epítetos peores, cuando no somos amenazados e incluso proscritos (como escritor puedo dar testimonio de ello, pues a pesar de mi currículo véase dónde estoy), entrando a figurar en las listas negras del poder –su tramposo poder-. Y nada que ver. No; decir la verdad, nuestra verdad, mi verdad, no conlleva ser de derechas o de izquierdas –ningún escritor que se precie lo es, porque supondría renunciar a su independencia-, antes bien, es aportar a la ciudadanía lo que uno aprecia y ve, escribiéndolo, para que quede un testimonio gráfico que evite que la sociedad tenga la memoria de los peces.

Puedes conocer toda la obra de Ángel Ruiz Cediel: Un autor que no escribe para todos (Sólo para los muy entendidos

Noticias relacionadas

La subida de los precios de la vivienda sigue disparada. Un estudio de la Unión Europea (UE) ha calculado que se necesitarían -dedicando el 40% de los ingresos- de 25 a 35 años para adquirir una vivienda mediana. Respecto al alquiler, el mismo estudio calcula que, dedicando un 40% de los ingresos solo sería posible alquilar un inmueble de entre 30 y 50 metros cuadrados.

Permítanme, apreciados lectores, hacer un repaso de Europa desde los inicios del pasado siglo XX después de observar en lo que se ha convertido esta maligna Unión Europea que nos gobierna a todos. A principios del siglo XX los mapas de Europa no se parecían a los de hoy, ya que destacaban cuatro imperios: el alemán, el austro-húngaro, el ruso y el otomano.

Como historiador, mucho me alienta hacerlo con alta responsabilidad; no solo indicando el dato, sino por contribuir a elevar el nivel de conciencia histórica en búsqueda de crear ciudadanía, y así lograr cambios y mejores valores acordes a los legados valiosos de las actividades y actitudes por los personajes que con sus glorias han hecho historia.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto