Permítanme, apreciados lectores, hacer un repaso de Europa desde los inicios del pasado siglo XX después de observar en lo que se ha convertido esta maligna Unión Europea que nos gobierna a todos.
A principios del siglo XX los mapas de Europa no se parecían a los de hoy, ya que destacaban cuatro imperios: el alemán, el austro-húngaro, el ruso y el otomano. En 1914 se inició la Primera Guerra Mundial con el apoyo tanto de los socialistas franceses como de los alemanes, que votaron a favor de la guerra. Los Estados sucesores de los dos primeros imperios perdieron una parte importante de sus antiguos territorios, mientras que los dos últimos se desmantelaron. El mapa de Europa y sus fronteras cambiaron por completo y varias naciones se independizaron o se crearon.
Al calor de la Primera Guerra Mundial se fraguó la revolución rusa, que concluyó con la creación del primer Estado en la historia autodenominado socialista: la Unión Soviética. El 7 de noviembre de 1917 marcó la caída definitiva del régimen zarista y dio inicio a una nueva era en Rusia que concluye con la formación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en 1922. Para Alemania las condiciones de «paz» que se le impusieron fueron tan humillantes que sembraron los deseos que condujeron a la Segunda Guerra Mundial... Continuará...
|