Socha (Firma colectiva)
‘Cancal’ o ‘mencal’ de un concejal del Ayuntamiento de Madrid. De candor
Calvo (can-cal) o mentir Calvo (men-cal). Las abreviaturas nacieron con la
ingenuidad propia de las prisas, fundiendo dos palabras acortadas para
definir dos conceptos, no antagónicos, ni excluyentes entre sí; ni a otros.
Pero todos ellos en relación con el ínclito, ilustre y afamado concejal de
Desarrollo Urbano Sostenible del Ayuntamiento de Madrid José Manuel
Calvo.
Ocurre que a estas alturas, pasado junio y mediado el mes de julio de
2017, sigue en la memoria de los que se preocupan por la Operación
Chamartín el plazo que marcó el concejal del Ayuntamiento de Madrid, José
Manuel Calvo, para conocer los resultados de los trabajos de las Mesas de
Negociación que se crearon para poner en marcha la Operación (Ver O. CH
VIII, ‘La mesa puesta’).
Advertimos en su momento (O.CH X ‘ADIF, laissez faire, laiseez passer’)
la aparición en la Operación Chamartín de unas ‘novedades administrativas’
que tomaron cuerpo en las llamadas Mesas de Negociación, que, decíamos,
‘no existen como procedimiento reglado porque no están previstas en la Ley de
Procedimiento Administrativo’: Unas reuniones sin regulación conocida, que no
constituyen obligación formal para los que asisten, sin formato legal previsto,
con una estructura de compromiso inferior al simple ‘memorándum de
entendimiento’, y con la entidad de simples encuentros de personas, que tienen
como expresión la reunión privada y las declaraciones de algunos de los
reunidos.
Esas ‘novedades administrativas’ fueron las bautizadas como ‘Mesas
Técnicas’ y ‘Mesas políticas’, ‘con la intención, publicada, de echar a andar la
operación’ en un ambiente de secretismo con algunos interrogantes: Qué se
intentaba pactar. Cómo se pretendía hacer. Aspiraciones de los grupos que
participaban. Presupuesto. Quién paga y dirige las obras. Calendario de
ejecución y pagos. Y el conjunto de flecos necesarios para realizar lo que se
pretendiera.
Con las limitaciones derivadas de la base legal de las ‘novedades
administrativas’, con el PSOE y Ciudadanos ayunos de información (Ver O. CH
XI, ‘PSOE y C’s de comparsas’), inmersos todos en un ambiente de
oscurantismo casi absoluto (Ver O. CH XII, ‘Omertá’ y O.CH XIII, ‘Pacto de
silencio en el reparto’); y con el PP atisbando la situación, al margen de su
equipo municipal, a través de ADIF (Ver O. CH. XIV, ‘Conexión PP; y O. CH
XIX, ‘Adif y su engranaje frente al Ayuntamiento’), llegó el momento de fijar
posturas y tomar posiciones (Ver O.CH XVI, ‘Segundos fuera’). Aparecieron así
las tres figuras principales en la situación actual de la Operación Chamartín:
Juan Bravo, en la cúpula de Adif. Antonio Béjar, defendiendo los intereses de
DCN. Y el concejal José Manuel Calvo, del Ayuntamiento de Madrid.
Desde esa realidad, las noticias sobre las negociaciones eran simples
filtraciones interesadas con un valor tan escaso que merecía contraste y
compulsa. Con Bravo casi desaparecido para la prensa y Béjar en la postura
silente elegida para la ocasión, únicamente quedaba el concejal para dar,
restringir o negar información. Fue éste, el concejal, el que aventuró una fecha
para dar los resultados acordados en las Mesas de Negociación: Final de
Junio.
Es difícil precisar si el protagonismo de Calvo es debido a una decisión
del equipo municipal que preside Manuela Carmena, a la casualidad, o a
alguna otra circunstancia que ya hemos esbozado o no. Lo cierto es que fue él
quien marcó la fecha: 30 de Junio.
Al vencer ésta, con Calvo inaccesible o con accesibilidad tan difícil como
sus compañeros de la BBC (Ver O. CH IV, ‘La BBC entra en juego’), había dos
fuentes en las que buscar información: El equipo socialista en el Ayuntamiento
de Madrid y el equipo municipal del PP. Ambos, a través de la socialista
Purificación Causapié y el popular José Luis Martínez-Almeida, coincidieron:
Sobre la Operación Chamartín sólo conocían lo leído en la prensa.
Podría ser cierto, sabiéndolo o ignorándolo ambos. Pero, en el ámbito
municipal madrileño, frente a Calvo y en la Comisión de Desarrollo Urbano
Sostenible, ha aparecido una postura común, de PSOE y PP, a la que se ha
unido Ciudadanos, para hacer frente a una forma de actuar de Ahora Madrid
que molesta a todos: PP y Ciudadanos, que están en la oposición; y PSOE,
que permite la gobernanza municipal con su apoyo a la alcaldesa Carmena.
Había que ahondar en la brecha ante Causapié, relacionando el frente
común con la Operación Chamartín. Causapié, como era de esperar, soslayó el
tema aludiendo a una pretensión de ‘control y oposición’. Sin embargo, su
declaración no se ajusta a la posición de su grupo en la Comisión de Desarrollo
Urbano Sostenible celebrada el 21 de junio pasado. Y es que en ella, en el
Punto 14 (‘Solicitud de comparecencia nº 2017/8000971, del Delegado del Área
de Gobierno de Desarrollo Urbano Sostenible, interesada por el Grupo
Municipal Socialista de Madrid, para hacer balance de los años de gestión al
frente del Área’), la concejala socialista María de las Mercedes González
Fernández tuvo unas frases, tan claras y vehementes, que difieren de lo
apuntado por su jefa de filas, Causapié. Estas frases precisan: Atención, para
saber el momento en que se dijeron y entrever el porqué. Reflexión, para estar
en disposición de otear el futuro. Y una copia que, en aras de la fidelidad, debe
ser literal, manteniendo los errores gramaticales y sintácticos que existen:
‘Y Chamartín, o Puerta Norte; ya no sabemos en qué se va a quedar, si
en Chamartín o en Puerta Norte. Efectivamente, como usted ha dicho es lo
único que hemos hecho juntos y espero que no sea lo que nos separe
definitivamente. El PSOE solo sabe de esta operación estratégica para la
ciudad, lo que publica la prensa, y a continuación sus desmentidos. Y advierto,
porque quien avisa no es traidor: se puede, de hecho usted lo lleva haciendo
dos años, aprobar el urbanismos madrileño del Partido Popular, pero no va a
poder aprobar la Operación Chamartín, o Puerta Norte, solo con el Partido
Popular. Créame que tendrá consecuencias. En su hoja de servicios figúrese el
primero en romper la disciplina de grupo, de su grupo, la disciplina del voto, y
espero que no figure en esa hoja de servicios haber roto algo mucho más
importante...’
Por ello, vencido el plazo y sin noticias sobre acuerdos y divergencias
aparecidos en las mesas de Negociación, ante el silencio y la falta de noticias,
aparecen dos conclusiones inmediatas: O el concejal Calvo, antaño altivo y
elitista, posee la virtud del candor (del latín candor-oris: sinceridad, sencillez,
ingenuidad y pureza de ánimo) y no supo ni sabe lo que pasa, aunque sea
protagonista y esté presente en la Comisión de Urbanismo. O está cerca de lo
que el diccionario de la RAE define como mentir: Decir deliberadamente lo
contrario de lo que se sabe, se cree o se piensa que es verdad con el fin de
engañar a alguien. O conducir al error o a un razonamiento falso
Hay también algunas otras conclusiones no inmediatas, que tener en
cuenta y que, ya hemos dicho, merecen atención y reflexión. Son las que se
refieren a las dificultades negociadoras, la contraposición de posturas (de
grupos, entidades y personas), y el conflicto de intereses (también de grupos,
entidades y personas) que por una parte han dado al traste con la figura del
concejal Calvo; y, por otra, han retrasado el anuncio de los acuerdos que se
esperaban.
Hoy, en periodo estival, y para algunos vacacional, parece oportuno
aparcarlas y plegarse a la dinámica impuesta por los que controlan la situación
en la Operación Chamartín Por ello, hoy quedan ahí, relegadas, al margen de
posturas ocultas, del concejal Calvo, del ‘Cancal' y del ‘Mencal’.
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