Internet ardía estos días con Nigel Farage y su última intervención en la Eurocámara. El presidente del Partido Independentista del Reino Unido (UKIP) se ha convertido en un auténtico fenómeno en el mundo online por sus continuas y críticas intervenciones parlamentarias. Y es que, en la red, lo políticamente incorrecto tiene mucho tirón.
"Pues aquí estamos, al borde de un desastre financiero y social, y en la sala tenemos a los cuatro hombres que, se supone, son responsables y, sin embargo, hemos escuchado los discursos más aburridos y tecnocráticos jamás oídos". En cierto modo tiene razón. Los discursos de sus colegas de Estrasburgo son un peñazo. Haciendo memoria, recuerden al propio José María Aznar despachándose a gusto tras un largo discurso y una pormenorizada enumeración de reformas aprobadas en la UE en 2002, "vaya coñazo que he soltado". Aquello también hubiera sido el mejor de los caramelos para todos los que estamos en redes sociales como Twitter.
Nigel Farage es un eurodiputado inquietante para sus compañeros, porque dice aquello que causa ofensa y rechazo por la ortodoxia política de la Unión Europea y sus discursos pueden calar hondo entre las masas populares. Discursos provocadores y duros, que persiguen la separación del Reino Unido de la UE o la desaparición de la misma si es necesario, con tal de no formar parte de un proyecto en el que no cree. Hace unos días, durante ese mismo discurso, llamaba "manada de hienas" a sus colegas en el Europarlamento y arremetía contra Mario Monti y el modo en que se ha destituido a Berlusconi "el señor Monti, un excomisario europeo, un colega arquitecto de este eurodesastre y un hombre que ni siquiera era miembro del Parlamento. Esto se está convirtiendo en algo parecido a una novela de Agatha Christie, donde todos intentamos averiguar quién será la próxima persona a la que se carguen. La única diferencia es que ya sabemos quiénes son los villanos".
La Unión Europea es nuestro futuro y un proyecto por el que efectivamente, como dice Farage, se ha pagado con sangre, una de las muchas razones por las que debemos luchar por su permanencia. Si vivimos en una Europa dominada por Merkel, es porque será Alemania quien definitivamente nos saque de esta crisis. Lejos de apoyar las ideas del británico, reconozco que su discurso no es aburrido y que le da a la Eurocámara un toque contestatario y polémico que también es necesario.
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