Vaya por delante que es
un artículo largo. Pero si le gusta el baloncesto y Marc Gasol, como a un
servidor, no se le hará pesado.
Poca gente en el 2003 daba un duro por él y muchos se reían de su físico. “Está
gordo”, decían unos. “Jugará en el Barça por ser el hermano de Pau”, comentaban
otros. Lo cierto es que cuando Svetislav Pesic le reclamó para el primer equipo
azulgrana el bueno de Marc no estaba en forma, y por culpa de ese sobrepeso
tuvo muchos problemas físicos. Pero poca gente se fijaba en su calidad. Un 2’13
con fundamentos, con capacidad para leer el juego, con tiro de más allá de
cinco metros. Un diamante en bruto de 18 años más cuestionado por su físico,
que apreciado por el talento y la calidad mostrada durante dos años antes en la
High School de Laussanne, en la que maravilló con registros de 26 puntos y 13
rebotes por encuentro.
La temporada 2003/2004
combinó el primer equipo con el filial, que disputaba la Liga EBA. Volver a la
realidad y jugar contra profesionales fue parte de su aprendizaje, que también
consistió en aprender a alimentarse mejor y de esa manera estilizar su cuerpo.
La temporada siguiente, la 2004/2005, no fue la mejor para si equipo, el Barça.
Pesic dio la espantada por su conflicto con Valero Rivera y el equipo lo cogió
de primeras Joan Montes y luego acabó la temporada Manolo Flores. Su
importancia creció, pero la trayectoria del equipo no le ayudó. De los 123’
minutos del primer año, a los 308’ del segundo. Y eso que a principio de
temporada, en octubre del 2004, sufrió una lesión en el escafoides del pie
derecho que lo tuvo dos meses de baja.
El desprecio de Ivanovic
Después de trabajr su cuerpo en
verano empezó la temporada 2005/2006 con una figura mucho más adecuada para
afrontar una temporada de gran exigencia y nivel. Pese a abordar la temporada
con la confianza de Dusko Ivanovic, a medida que pasaron las jornadas fue
condenado al ostracismo, al igual que su amigo Víctor Sada. El Palau era
consciente de lo que Marc Gasol tenía dentro, pero el técnico montenegrino no
lo veía así. La moral del mediano de los Gasol minaba y su deseo de emigrar
para demostrar su potencial creció a un ritmo muy alto. Jugó un total de 223’
minutos a lo largo de la temporada y en muchos partidos no llegó ni a saltar al
parqué. Pese a su poco protagonismo, Pepu Hernández le convocó para el Mundial
de Japón del 2006 con la selección española y tuvo un papel importante en
defensa y a partir de ahí empezó a demostrar su valía.
Pesic le reclama
La temporada 2006/07 Svetislav
Pesic fue designado como primer entrenador del Akasvayu Girona y le pidió al
Barça la cesión de Marc Gasol. El entrenador serbio, sabedor del potencial de
Marc, se lo llevó a Girona y lo convirtió rápidamente en uno de los jugadores
revelación. 11 puntos y 5 rebotes de media en 23 minutos por partido
demostraron que el potencial que se le presumía era real. Y eso no era todo. El
equipo catalán conquisto la FIBA Cup, ahora extinta, y Marc quiso continuar en
Girona para seguir progresando como jugador. Zoran Savic, director técnico del
Barça entonces, quiso recuperarle, pero la todavía presencia de Dusko Ivanovic
en el banquillo azulgrana fue un impedimento para su vuelta.
| |
MVP de la ACB
Pesic abandonó Girona tras un
gran año y en su lugar llegó Pedro Martínez. El técnico catalán le dio las
riendas del equipo a Marc y éste no falló. Exhibición jornada tras jornada y
hasta 11 galardones de mejor jugador de la semana en la Liga. A final de
temporada fue designado como MVP de la Liga ACB. 17 puntos -con casi un 70% en
tiros de dos- y 8 rebotes por partido para una valoración media de 27. Nadie le
pudo parar esa temporada, la que le acabó de catapultar a la NBA pese a que
recibió una oferta para volver al Barça. La evolución de Marc Gasol superó las
expectativas de muchos, y es que en tres años pasó de ser un jugador
prescindible para Ivanovic -que no para el Barcelona- a ser elegido el mejor
jugador de la competición.
3 años en Memphis
Llegó a la ciudad de Elvis con la vitola de haber sido el mejor jugador de
la segunda mejor Liga de Europa. Y se hizo con el puesto de titular sin
esfuerzo aparente. Y es que en Memphis se quedaron impresionados por su
calidad, conocimiento del juego y la capacidad de hacer mejor a sus compañeros.
Y también por sumar y sumar sin la necesidad de abusar del balón.
En sus tres temporadas ha
jugado 232 partidos, 225 de ellos como titular, con unos registros de 12.5
puntos y 7.8 rebotes de media. Su buen juego, combinado con unos Play-off
extraordinarios, le ha dado este verano la oportunidad de ser uno de los
agentes libres más codiciados. Y ahora pasará de cobrar 3 millones de dólares
por temporada a ganar 14.5 millones. Este martes ha llegado a un acuerdo por 58
millones de dólares brutos por cuatro temporadas con los Grizzlies.
Ahora ya nadie duda de él. El trabajo bien hecho no tiene fronteras y él, con
el sudor de su frente, se ha ganado un contrato alto y que le sitúa como uno de
los 30 jugadores mejores pagados de la NBA. Queda lejos ese 2003 donde solo
‘cuatro’ gatos confiaban en él. Queda lejos ese 2006 cuando un gran entrenador
con poco ojo le condenó a la parte derecha del banquillo y cuando
posteriormente muchos decían que iba a la Selección Española por ser el hermano
de Pau. Ahora, en 2011, es imprescindible.
A los 26 años Marc Gasol se ha confirmado como uno de los mejores jugadores del
planeta en su posición y se ha ganado un contrato que a partir de ahora le
exigirá mucho más. Pero cada prueba que tiene delante la supera con nota.
Felicidades, Marc, y ahora, a por ellos.
|