Hoy Lima tiene tantos habitantes como Londres, pero mientras la capital británica ya está poblada por una mayoría de inmigrantes que vienen de todos los 193 países de la ONU, la metrópolis peruana está dominada por los inmigrantes de todas las 195 provincias del Perú.
Cuando ésta fue fundada el 18 de enero de 1535 por Francisco Pizarro, la humanidad por primera vez estaba logrando unificar económica y culturalmente al planeta.
Lima pronto fue la capital de lo que en extensión territorial devino en el mayor país del mundo (y también que haya tenido las Américas, pues es el único que dominó a la mayor parte del área suramericana) y del virreinato más extenso de toda la historia.
El imperio castellano se distinguió de otros europeos en que, en vez de buscar cohabitar con los reinos y credos que sometía, buscó hispanizarlos y cristianizarlos, tal y cual antes lo había hecho ante los moros o los guanches canarios. Sin embargo, la forma en la cual Madrid destartaló a los imperios mesoamericanos y andinos fue diferente.
En el primer caso situaron la capital de sus dominios norteamericanos en lo que fue la de los aztecas, a cuya élite y población diezmaron, y a cuya metrópolis repoblaron y reestructuraron. En cambio, su capital suramericana no pudo haber sido situada en el Cuzco debido a que diversos reinos incas continuaron resistiendo 40 años después de la captura de Atahualpa.
Desde el saque, las calles y casas de Lima fueron construidas por los europeos más occidentales de todos pero con andaluces estilos orientales árabes del Asia y África.
La nueva ciudad, a su vez, se asentaba en la región donde desde hacía más de 4 milenios se había establecido la primera serie de grandes construcciones americanas.
Sin embargo, esta ciudad pronto terminó siendo mayoritariamente negro-africana. Los esclavos que la construyeron y poblaron sobre cimientes de ciudadelas indígenas y con arquitectura euro-asiática le dieron a ésta su Cristo Moreno y gran parte de su cultura y culinaria.
Hace un siglo Lima llegó a ser una de las urbes americanas con más inmigrantes del lejano oriente, teniendo hasta ahora diarios en chino y japonés. De la comunidad china ha surgido un barrio y la mayor red nacional de supermercados y de la nipona 4 de los que ganaron o casi ganaron las últimas 6 presidenciales peruanas. Lima también atrajo inmigrantes de toda Europa y el Medio Oriente y su música criolla absorbió al vals austro-húngaro y a la polka euro-oriental.
La influencia norteamericana sobre ella siempre ha sido fuerte tanto por el peso de la música y cultura de México y luego de EEUU.
Lima, aunque hoy tenga pocos extranjeros, está moldeada por 5 continentes.
Sus raíces
Lima desde su creación siempre ha tratado de orientarse hacia otros continentes. Fue la ciudad más ibérica de todo su continente y luego se ha ido orientando hacia los imperios de moda en Europa, Norteamérica o el Oriente.
Sin embargo, ésta se asienta en la mismísima región que fue la cuna de la civilización americana. Su inicial nombre ‘Ciudad de los Reyes’ (porque se fundó en enero 1535 cerca al día de los reyes magos) fue dejado de lado (al igual que grandes celebraciones por dicha festividad) para quedarse con el nombre hispanizado de Rimaq (hablador en quechua).
Al norte del departamento de Lima hay construcciones que datan de hace 4,600 años, las más antiguas del Nuevo Mundo. Las ruinas de Caral han revolucionado a la arqueología mundial pues han demostrado que muchas primeras ciudades no fueron fundadas como fortalezas militares, sino como centros de paz que fomentaban el intercambio de bienes (en el caso limeño de hace casi 5,000 años entre cultivadores que producían algodón para redes de pescar y los pescadores que recolectaban frutos del mar).
En la frontera entre los departamentos de Lima y Ancash se ha encontrado en Chanquillo, el observatorio solar descubierto más antiguo del hemisferio. Tan asombroso es ello que la reciente serie de la BBC “Maravillas del Universo” se inicia allí mostrando como hace 2,300 años ésta tuvo una civilización con nombre e idioma desconocidos que edificó una hilera con 13 torres para que se midiera cada mes y día del año dependiendo por cuál de los 12 espacios entre éstos apareciese el sol.
Hoy por toda la actual Lima hay resabios de su gran pasado precolombino. Sus barrios ricos de Miraflores o San Isidro se asientan sobre lo que fueron inmensas pirámides y centros de poder, en tanto que en el cono sur está el complejo de templos de Pachacamac, con un área mayor al Vaticano, el cual fue uno de los principales centros religiosos del continente.
La cruz del San Cristóbal, que llegó a ser antes que el Cristo de Río, la más reverenciada simbología cristiana suramericana, estaba en la cumbre de un cerro, antiguamente venerado como un Apu divino.
Al año siguiente de la fundación de Lima, Manco Inca destruyó esa cruz, pero sus tropas fueron repelidas por miles de combatientes locales y ancashinos quienes apoyaron a los españoles contra sus antiguos dominadores cuzqueños.
Hoy Lima viene girando. Si antes quiso ser la ciudad más europeizada y castellana de Suramérica, ahora ya tiene una población de raíces mayoritariamente amerindias, lo cual viene modificando su estructura y cultura.
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