El C.D.B. Sevilla-Banca Cívica afronta en 2012 su 13ª participación en una Copa del Rey. El viernes, a las 19:00 (Teledeporte, Autonómicas y Orange Arena), los hombres de Joan Plaza saltarán a la cancha del Palau Sant Jordi dispuestos a derrotar a su rival andaluz por antonomasia, el Unicaja, e iniciar así un camino que, a pesar de su enorme dificultad, podría llevar a los sevillanos a darle una alegría a su gente… y a su patrocinador, escasamente cinco días más tarde del varapalo sufrido en San Pablo frente al Real Madrid.
Precisamente los blancos serían sus rivales de llegar a la semifinal (sábado, 20:30), siempre y cuando el equipo dirigido por Pablo Laso sea capaz de cercenar el camino del animoso e ilusionado Mad-Croc Fuenlabrada. No será nada fácil, pues, la trayectoria de los sevillanos –lógico, toda vez que en Barcelona se dan cita los ocho mejores de la Liga Endesa en su primera vuelta-, cuya última participación se remonta a la edición de 2010 en Bilbao –como Cajasol cayeron en cuartos de final, presentando mucha batalla al F.C. Barcelona Regal-, y cuya última clasificación para semifinales data de 2004, cuando San Pablo acogió el torneo.
Lejos parecen quedar los tiempos de aquel glorioso 1999, cuando el por entonces Caja San Fernando, de la mano de Javier Imbroda y con los André Turner, Richard Scott, Salva Díez, Nacho Romero o Chuck Kornegay sobre la cancha, se plantó en la cita de Valencia como un elefante en una cacharrería. El anfitrión y campeón vigente, Valencia Basket –con el nombre de su histórico patrocinador, Pamesa-, y el “súper Barça” de Djordjevic, Nacho Rodríguez, Esteller, Gurovic, Alston, Dueñas… y unos emergentes Navarro y Pau Gasol, fueron derrotados en cuartos y semifinales respectivamente; antes de que Elmer Bennet –con el tiempo jugador “cajista”- y su Tau Cerámica –actual Caja Laboral- acabaran con el sueño en la final, por 70-61.
Aquel subcampeonato continúa siendo, hoy en día, el mejor resultado en la Copa del Banca Cívica a lo largo de toda su historia. Algo ciertamente complicado de repetir no ya por el tremendo potencial de sus rivales, ni tampoco por la merma en la moral que pueden suponer las tres derrotas consecutivas que lleva en la Liga Endesa, todas ellas ante equipos coperos: Caja Laboral, Lucentum y Real Madrid.
Davis difícilmente llegará a tope Si decimos que el Banca Cívica tiene casi imposible hacer algo realmente sonado es porque a todo lo ya comentado hay que sumarle el hecho de que Paul Davis, si llega al primer partido, lo hará seriamente mermado por la lesión en el dedo meñique de la mano derecha sufrida hace diez días, y que ya le tuvo de baja el pasado domingo. Y de jugar frente al Unicaja, sería un verdadero milagro que pudiera estar presente en la semifinal -y en una hipotética final- al nivel que requiere una competición como la Copa del Rey.
Pero si hay algo de lo que nadie tiene dudas es que el Banca Cívica posee tanto un buen entrenador como, al menos por nombres y siempre por debajo de los cuatro grandes, un plantel de buenos jugadores. Cierto es que algunos –Tepic, English- aún no han dado la medida que se espera de ellos, y que un campeón europeo sub 20 como Sastre hace, como quien dice, dos días que ha reaparecido tras su lesión en la espalda. Por ello, quien más quien menos confía en dar la campanada ante un Unicaja que tampoco llega en su mejor momento; y después, ya se verá.
Con la ilusión por bandera Sin menospreciar ni mucho menos ni a los malagueños ni al resto de equipos participantes, en el seno del club y entre su afición creen en el espaldarazo que supondría un éxito en la presente Copa, tanto en lo deportivo como en lo económico. Banca Cívica –la entidad bancaria- está muy pendiente durante la presente campaña del grado de rentabilidad que supone para ellos mantener su presencia en el baloncesto de élite en estos tiempos de dura crisis; y un “bombazo” del equipo sevillano esta semana ayudaría sobremanera a despejar las dudas, en un sentido positivo.
Y no sólo por eso quiere el equipo llegar lo más lejos posible o, en su defecto, ofrecer una buena imagen. Tanto el técnico como los jugadores son plenamente conscientes del esfuerzo que van a hacer los seguidores que viajarán a la Ciudad Condal, según comentó Joan Plaza el domingo, minutos más tarde de sufrir la mayor derrota como local en los 25 años de historia del club: “Creo que esta gente tiene suficiente corazón y espíritu como para saber que hay quienes se han pagado un billete a duras penas para ir a Barcelona, haciendo un sacrificio enorme, y que esperan ver al Banca Cívica competir en la Copa del Rey”.
También es por ellos, pues, por quienes el Banca Cívica intentará demostrar que, incluso para los supersticiosos, el trece puede llegar a ser un bonito número. Sobre todo si, con o sin Paul Davis, el equipo logra hacerse merecedor de una destacada actuación en el inminente “torneo del K.O” o, en su defecto, del reconocimiento que supondría disputarle hasta el final, con todas las de la ley, el pase a semifinales al Unicaja el próximo viernes, a partir de las 19:00.
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