Buenos días, me llamo Jose María Royo y me pongo en contacto con ustedes para denunciar una grave injusticia que he sufrido por parte del Ayuntamiento de Aldaia, el cual me ha cesado como funcionario interino que llevaba ejerciendo desde 2014 sin percibir ninguna compensación por finiquito. Un cese que, por cierto, llega a poco de haber perdido la vivienda y un coche en la DANA del 29 de octubre. Pongo un poco en contexto el cese, ya que es una larga historia.
A finales de 2012, el Ayuntamiento de Aldaia crea una bolsa de trabajo de conserje/celador a la que yo me presento. Después de pasar las pruebas pertinentes durante el año 2013, quedé en primera posición de la bolsa. A finales de ese año recibo una oferta para trabajar como conserje a través de esa bolsa – cabe destacar que, si se te ofrece un puesto de trabajo por la bolsa y lo rechazas sin un motivo justificado (cosa que yo no tenía), quedas excluido de la bolsa –. Dicha oferta era para trabajar el 29 y 30 de diciembre de 2013 y todo el mes de enero de 2014 en la biblioteca municipal como conserje durante la ampliación del horario por el período de exámenes universitarios. El 28 de diciembre de 2013 firmé un contrato por un mes de duración para trabajar de conserje en la biblioteca. Al finalizar el contrato, se me pagó tanto la nómina del mes de enero como el finiquito correspondiente.
Unos meses más tarde, en marzo de 2014, se me ofrece otra plaza de trabajo. Esta vez es para ser conserje en la Escuela de Adultos Clara Campoamor de Aldaia. Esa plaza de trabajo, como descubriría mucho más tarde en 2023, estaba reservada para el turno de discapacidad, es decir, que requerías tener, al menos, un 33% de discapacidad para optar a ella (cosa que yo no tengo y de la que no se me informó). Sin saber esa condición, acepté la plaza y firmé el acta de juramento de cargo como funcionario interino el 25 de abril de 2014, empezando mis obligaciones como conserje en la Escuela de Adultos de inmediato.
Durante todos estos años, he sido funcionario interino del Ayuntamiento de Aldaia, ejerciendo la plaza de conserje/celador en la Escuela de Adultos. Hay que destacar que, por ley, el máximo de tiempo que puede estar un funcionario en régimen de interinidad (temporal) son tres años. Durante el año 2023, se obliga a las administraciones a terminar con la larga interinidad de sus funcionarios, por lo que mi plaza de trabajo, al igual que muchas otras en situación parecida, entra en el proceso de estabilización. Quiero destacar, antes de nada, que para participar en el proceso de estabilización de la interinidad de los conserjes solo se requería ser funcionario interino y tener edad para trabajar; no hay ninguna restricción de estudios, por lo que se puede optar a esa plaza sin estudios. Dicho proceso podía ser, a elección del ayuntamiento, de dos formas.
La primera manera era que todo aquel funcionario interino que lleve más de tres años ejerciendo sus funciones en una misma plaza se le concediera la condición de funcionario de carrera en la plaza que está ocupando.
La segunda forma, que es la que optó el Ayuntamiento de Aldaia, era crear un proceso de estabilización. En dicho proceso, todos los interinos teníamos la obligación de presentarnos y constaba de tres partes. La primera parte, que puntuaba casi la mitad del total de puntos, era una memoria de mínimo 10 páginas sobre cómo mejorar tu puesto de trabajo (recuerdo que para esta plaza no se requiere ningún estudio). Casi la otra mitad del total eran los méritos, es decir, cuántos años de trabajo poseía el aspirante en ese puesto. Para obtener el máximo de puntos en este apartado, debías estar trabajando como interino 15 años, cuando, por ley, a los 3 años de interinidad se debería hacer fijo al trabajador. Por último, había un pequeño porcentaje de los puntos para cursos y títulos, entre los que se encontraban títulos universitarios como carreras, doctorados y licenciaturas...
Durante la publicación de este proceso de estabilización es cuando descubrí que la plaza que llevaba ocupando desde 2014 era una plaza reservada para el turno de discapacidad y que, por tanto, no podía presentarme a dicha plaza; así pues, me presenté a otra plaza homónima dentro del mismo proceso. Durante el proceso, mi memoria fue puntuado con un cero y, por ello, me quedé sin plaza y así se sentenció mi cese, algo que ya tenía asumido.
Llegó el fatídico 29 de octubre de 2024, cuando la DANA inundó mi casa con más de 1,6 metros de altura y perdí uno de los vehículos que tenía aparcado en mi calle. No solo tuve que lidiar con ese hecho traumático (del que aún no estoy recuperado del todo), sino con las insistentes llamadas de mi superior en el Ayuntamiento de Aldaia, llamada Irene Palomares, coordinadora del departamento de educación (al que pertenezco), para que evaluara los daños y empezara a limpiar mi centro de trabajo yo solo, sin importarle que hubiese perdido mi casa. Estas llamadas las recibí durante la mañana y la noche del 30 de octubre, así como durante toda esa semana. Incluso estando de baja por ansiedad y depresión, toda la semana siguiente siguió llamándome para instarme a ir a trabajar y para saber en qué horarios había trabajado esos días...
Tras el acontecimiento de la DANA, se otorgó a las administraciones una prórroga del proceso de estabilización de hasta dos años; cosa que el ayuntamiento no realizó. Por ello, el 9 de diciembre de 2024 se me notificó que el lunes 16 de diciembre se me cesaría como funcionario y que, como no me había presentado al proceso de estabilización (una falacia más que demostrada), no me correspondía ningún tipo de indemnización. Además, la administración es tan inepta que el motivo de baja que me han puesto de cara a la Seguridad Social es “fallecimiento del trabajador”, una grave negligencia que me está dando problemas para poder realizar cualquier trámite frente a la Seguridad Social, ya que para ellos yo estoy muerto. Presenté un recurso de reposición por mi caso al que la administración local aún no se ha dignado a responder.
Con esta carta de protesta pido dar visibilidad a un grave problema para un trabajador que lo ha perdido casi todo por la DANA y que solo pide lo que se merece por ley. Sé que es un largo texto, pero era necesario para entender la situación. No pido que sea publicada enteramente, pero sí mi situación.
Solo me queda pedir mil gracias por leer todo este texto y darme una oportunidad para defenderme ante una pésima administración.
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