Visitar una falla diferente

Desde que hace 10 años plantaran unos palets la falla de plaza de Jesús ha explorado terrenos desconocidos hasta el 1er. premio de Experimentales de 2012, con ‘Espai Públic’.

Más allá de los monumentos de más de 20 metros de alura o de presupuestos inverosimilmente altos en la sección especial, hay unas pocas fallas que exploran terrenos estéticos y argumentale alternativos y que los que no somos grandes amantes del clasicismo valoramos como pequeños ‘milagritos’ en medio del habitual paseo de fallas.

Si hace más de 20 años era la falla Espartero la que plantaba unas fallas muy sencillas y llamativas obra de Alfredo Ruiz y hace unos años la de la calle Quart y últimamente la de la calle Corona son excelentes representantes de las mismas, hay una falla en mi barrio que ha retomado esa ‘tradición’ de exploración haciendo que todos los que pasamos por delante nos quedemos año tras año atrapados por sus propuestas.

Cuando hace 10 años como la falla de la plaza de Jesús ante una situación de mínimos (apenas 20 falleros, sin falleras mayores y sin presupuesto) decidieron plantar unos cubos de palets poco se imaginaban que habían iniciado un camino sin retorno hacia ese pequeño microcosmos de las fallas que plantan monumentos muy diferentes. Ese año los 10 cubos de 10 palets con carteles surrealistas hechos de cartones rotulados por los falleros, una falla de coste cero y levantada con dignidad y resignación produjo 3 reacciones. Un gran rechazo por parte de gran parte del vecindatio, admiración y ‘efecto llamada’ para las personas de fuera del barrio que estan pendientes de propuestas distintas dentro del mundo de las fallas, y un refuerzo por parte de esa especie de ‘aldea gala’ en la que, sin proponerselo, se habían convertido.

Los 3 años siguientes continuaron plantando fallas creadas por ellos mismos, mientras iba apuntándose poco a poco más gente a la falla. A partir del 2006 vuelven a plantar con artista fallero, pero la línea de acción ya estaba marcada: de la propia falla surgía un proyecto alternativo que el artista elaboraba. Comienzan a presentarse a concurso en la categoría de fallas experimentales, y 2008 trae el primer galardón que premia su esfuerzo: 1er accesit para la falla ‘Falles Pop: Art per a les masses’. Un cuidadísimo trabajo acompañado de un fenomenal llibret que no dejó indiferente a nadie de los que por allí pasaba.

L’ocell de foc o balles? continuaron con la línea que ya tenían asegurada, manteniendo el foco y siendo seguidos con más aceptación y atención por parte de los vecinos, como una falla distinta pero completamente consolidada, que había alejado el fantasma de la desparición gracias al valor demostrado 9 años atrás.

Y cuando en abril del año pasado contactaron con Anna Ruiz Sospedra, artista que estaba plantando en Corona con gran éxito, esta les ofreció un espacio diáfano, con un pequeño templete simbolizando una plaza porticada, y el lema ‘Espai Públic’, toda la falla se implicó en el proyecto: Por una vez el monumento no ocuparía un espacio, sino que lo definiría y reivindicaría como el de todos. Una subversión que hace del monumento algo vivo, participado, cambiante. Una llamada de atención hacia lo presente pero olvidado, el espacio común que al compartirlo habilita la creación de la sociedad viva.

Y el esfuerzo ha tenido como premio el 1º de Fallas Experimentales 2012. Gran trabajo: imaginativo, emocionante, cómplice y compartido. Si estás leyendo esto y aún no ha sido la cremá acercate a ver la falla. Si ya ha sido, acercate a conocer a los falleros; te merecerá la pena.

Gracias a la co-presidente Amparo por su amabilidad y el tiempo dedicado a comentarme parte de la historia reciente de la falla, y a toda la comisión por el trabajo de estos años. ¡Animo!