Cuando hace ya varios años señalé la contradicción implícita en citar a Fernando Lugo como referente de la izquierda bolivariana dado que lo promocionaban las ONG que recibían dólares de USAID en Paraguay, muchos me preguntaban qué era USAID. Como en Paraguay uno puede afirmar sin temor a que la mentira sea descubierta que USAID es una agencia de beneficencia vietnamita creada por la madre Teresa de Calcuta, fue difícil que sea comprendida la contradicción.
Resulta que en Paraguay algunos de estos usurpadores que se eligieron a sí mismos para representar a la “sociedad civil”, y que en su vocabulario eufemístico denominan “comunidad internacional” al imperialismo norteamericano, se han esmerado tanto en distorsionar la realidad que lograron convencer que a verdaderos consulados ilegales de Estados Unidos, ONG disfrazadas y utilizadas como mampara por USAID, son movimientos políticos de “izquierda”.
Sin embargo el administrador adjunto para América Latina y el Caribe de USAID Mark Feierstein, ha reconocido recientemente que el dinero de USAID es distribuido entre “ONG paraguayas”, la mayoría de las cuales sirven como mampara a supuestos movimientos políticos que se disfrazan de “izquierda” y que hoy se encuentran agrupados en el autodenominado “Frente Guasu”. Los principales arietes del proselitismo de Lugo fueron dos movimientos gestados con este esquema, el Pmas (relacionado con la ONG Casa de la Juventud) y Tekojoja (relacionado con la ONG Gestión Local), los cuales luego del 20 de abril coparon ministerios, instituciones públicas y puestos prebendarios bajo la administración luguista. Con el mismo modus operandi, a través de su Frente Guasu estos grupos de usurpadores pretenden reeditar la estafa política ampliamente develada por filtraciones de Wikileaks.
Un Chavista al servicio de USAID
A pesar de que la prensa mediática considera al cura presidente Fernando Lugo un furibundo “chavista y bolivariano”, no deja de ser elogiado y recibir apoyo propagandístico de agencias de desestabilización y penetración imperialista internacionales, al servicio del departamento de estado. Un ejemplo es el reciente espaldarazo recibido por la ministra de Salud.
Durante el gobierno del falso teólogo de la liberación, la influencia de USAID en la sociedad paraguaya no ha hecho otra cosa que aumentar, y los “notables” vinculados a su red prebendaría dominan cada vez con mayor fuerza los medios de comunicación, colegiados e incluso los medios de difusión del gobierno de Lugo como sus páginas web. Según los datos de USAID, el Programa Umbral, Fase II, se inició sin restricciones luego de llegar Lugo al poder, con un presupuesto de US$ 30,3 millones. Hoy este plan se encuentra en su fase final.
En ese contexto, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) destacó la labor del Ministerio de Salud y anunció que continuará el apoyo a la cartera. Fue luego de una reunión de evaluación con las autoridades locales, en la que funcionarios de esta oficina norteamericana acostumbran participar como si fueran supervisores del gobierno local.
Representantes del organismo estadounidense se reunieron con la ministra de Salud, Esperanza Martínez, a fin de realizar una evaluación interna bajo la atenta mirada de la embajada norteamericana. La ministra Martínez, curiosamente, es una de las principales referentes y precandidata a la presidencia del supuestamente “izquierdista y bolivariano” Frente Guasu.
Tras el encuentro, Graciela Ávila, de USAID, anunció que están dadas las condiciones para continuar el apoyo a la institución estatal. Recientemente, una alta autoridad de USAID reconoció que apoya a las ONG paraguayas que se aglutinan detrás de supuestos movimientos políticos de izquierda en el Frente Guasu (Frente Guazú o “grande”, en guaraní), usados como mampara para ingerencia política en varios países de América Latina.
Lejos de sentirse incómodo ante el gobierno “bolivariano” de Lugo, el administrador adjunto para América Latina y el Caribe de USAID Mark Feierstein, elogió al gobierno encabezado por el cura papá y afirmó que obtuvo importantes logros.
Entre los logros mencionó la adopción por parte de la policía paraguaya de un Manual de Uso de la Fuerza elaborado por expertos norteamericanos, de manera similar a los polémicos manuales de interrogatorio proveídos por la CIA. La embajada norteamericana y el gobierno de Colombia aportan grandes recursos al combate del EPP, una guerrilla marxista que ha emitido varios documentos y publicado un libro desnudando la naturaleza reaccionaria, ultraderechista y pro-yanqui del gobierno de Fernando Lugo.
Un nuevo Mauricio Funes en Paraguay
Luego de conocerse las filtraciones de Wikileaks, la verdadera identidad política de algunos presidentes de la “nueva izquierda” latinoamericana no deja de sorprender a los incautos. Merced a ello los paraguayos supieron que su presidente Lugo, supuesto bolivariano, en realidad había prometido a James Cason en la embajada de Estados Unidos que no seguiría los pasos de Hugo Chávez, y había solicitado equipos de espionaje telefónico en la embajada norteamericana. Otra de las notas resaltantes en este aspecto lo constituyó la revelación de que el presidente salvadoreño Mauricio Funes tenía una difícil relación con sus socios de la antigua guerrilla salvadoreña, al punto de solicitar la colaboración del imperio para deshacerse de ellos, la misma actitud de Lugo y los suyos respecto a la guerrilla del EPP.
Para algunos, era previsible el rápido deterioro de las relaciones entre este periodista de 50 años, abanderado de una izquierda moderada y pragmática, y sus compañeros de viaje, la vieja guardia del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), alineados hoy con el proyecto bolivariano de Hugo Chávez.
El cablegate permitió conocer, entre otras cosas, que el presidente salvadoreño se siente espiado y traicionado por los servicios secretos, en manos del sector duro del FMLN. Al igual que Lugo, Funes se resistía a sumarse al eje bolivariano.
Un periodista y ex disc jockey de la misma madera de Funes se prepara para iniciar una carrera meteórica en Paraguay, con la bendición de las ONG subsidiadas por USAID y la prensa mediática que responde al National Endowment for Democracy en Paraguay, de la misma forma en que se dieron los acontecimientos un lustro atrás. Ya lo advirtió alguna vez el escritor español Terenci Moix, estamos especializados en una armoniosa repetición del desastre y la estupidez.
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