El Gescrap Bizkaia tira de casta y doblega al todopoderoso CSKA (94-81)

Ficha técnica 94- Gescrap Bizkaia: Jackson (13), Mumbrú (12), Hervelle (4), Fischer (6), Vasileiadis (20) -cinco inicial--; Josh Fisher (-), Raul López (8), Mavroeidis(6), Banic (18), Blums (5) y Grimau (2). 81- CSKA Moscú: Teodosic (5), Siskaukas (5), Krstic (22), Kirilenko (16), Khryapa (2)  --cinco inicial--; Lavrinovic (-), Voronov (-), Vorontsevich (8), Shved (15), Jaun (2), y Gordon (6). Parciales: 25-24, 22-16, 24-17 y 23-24 Árbitro: Guerrino Cerebuch (ITA), Fernando Rocha (POR) y Elias Koromilas (GRE). Incidencias: 10.014 espectadores en el Bilbao Arena. Datos destacables Lo mejor: Kostas Vasileiadis El mejor del Bilbao Basket, muy acertado de cara al aro especialmente desde la línea de tres. Acabó el partido con 20 puntos, 6 rebotes y 21 de valoración . Lo peor: Viktor Khryapa Desaparecido durante todo el encuentro, fue una sombra del que tanto daño hizo a los bilbainos en el segundo partido de Moscú. Acabó el choque con tan sólo 2 puntos anotados El dato: Segunda derrota del CSKA.  Con ésta los moscovitas suman su segunda derrota en lo que va de Euroliga.

El Gescrap Bizkaia firma un partido perfecto y se lleva la victoria ante el todopoderoso CSKA (94-81). Los bilbaínos tirando de casta y llevados en volandas por su afición fuerzan el cuarto partido de la serie. El CSKA, el gran favorito para alzarse con la victoria en la Final Four, no pudo hacer nada para frenar a un Bilbao Basket deslumbrante.

El partido arrancaba con mucha fuerza por parte de los dos equipos. Se adelantaban los moscovitas de la mano de Teodosic, pero pronto aparecía Vasileiadis para dejar claro que hoy tenía la munición cargada y anotaba el primer triple para los suyos. Sería otro triple del heleno el que adelantase por primera vez a los vascos en el luminoso, la buena presión del Bilbao Basket hacía que el CSKA se desdibujase del encuentro y los locales le endosaban un parcial de 12-0.

Pero el ímpetu que ayudaba en ataque perjudicaba en defensa. En apenas 6 minutos los de Katsikaris entraban en bonus, lo que aprovechaban los moscovitas para irse a la línea de tiros libres y anotar todos sus lanzamientos. Con un parcial de 0-9, el CSKA tomaba ventaja pero Banic anotaba sus tiros libres y volvía a adelantar a los suyos dejando el marcador 25-24 al final del primer cuarto.

Salían los vascos con el mismo ímpetu en el segundo cuarto, la férrea defensa en el interior de los moscovitas hacia que los locales tuvieran que jugar desde la línea exterior. Reinaba la igualdad en los primeros minutos de juego del cuarto, los dos equipos acertaban de cara al aro y ninguno lograba romper el partido a su favor. Los bilbaínos le jugaban de tu a tu al todopoderoso CSKA. Los moscovitas empezaban a errar en el ataque y a fallar de cara al aro.

Los bilbaínos se venían arriba y un triple de Raúl López inauguraba el parcial de 10-0 que firmaría el Bilbao Basket. Se empezaba a creer que si se podía ganar al gran CSKA. Kirilenko desde la línea de tiros libres ponía el punto y final a esta primera mitad donde los locales mandaban en el parqué y en el luminosos (47-40).

Tras la salida de vestuarios, volvía el recital de canastas de los vascos. Con el CSKA perdido, Jackson y Mumbrú se echaban el equipo a la espalda y tirando de casta, los locales aumentaban su ventaja en el luminosos (58-45). Intentaban poner freno los moscovitas a la sangría vasca pero hoy era el día de los de Katsikaris que estaban intratables.

Raúl López tomaba la batuta del partido dejando unos destellos de gran calidad. Esta vez el base catalán le ganaba la partida a Gordon, que se veía incapaz de frenarle cada vez que el de Vic encaraba el aro. 71-57 al final del tercer cuarto y los bilbaínos que se iban con una renta de 14 puntos.

Empezaba el último cuarto con Miribilla extasiada y al grito de “si se puede”. Los locales continuaban aumentando la renta mientras que los moscovitas empezaban a pensar en el cuarto partido de la serie. Un triple de Blums lograba una diferencia de 17 puntos en el luminoso y los nervios hacían acto de presencia en los pupilos de Kazlakuas.

Vorontsevich anotaba un triple con la esperanza de que sirviera de revulsivo para sus compañeros, pero la mejor respuesta a un triple es otro triple. Y bien lo sabe Vasileiadis que aún le quedaba suficiente munición para anotar nuevamente desde la línea de tres. Jackson anotaba y aumentaba la diferencia a 19 puntos, algo impensable tras las dos derrotas de Moscú. Dos triples de Shved en los últimos minutos maquillaban el resultado y dejaban el luminoso 94-81.

Con esta victoria los de Katsikaris consiguen forzar el cuarto partido de la serie. Pueden seguir soñando los vascos que se han convertido en el mejor equipo debutante de la Euroliga. Y es que parece que estos choques, las grandes gestas, están hechas a medida para los bilbaínos.