El presidente del Gobierno y del Partido Popular, Mariano Rajoy, reconoció este lunes que los Presupuestos Generales del Estado que ha elaborado su Ejecutivo son "duros y dolorosos", pero justificó que son los que España necesita para salir de la crisis económica, porque "la alternativa es muchísimo peor".
Rajoy lanzó este mensaje durante su intervención ante el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Popular, reunido en Madrid para analizar los resultados de las elecciones autonómicas de Andalucía y Asturias y hacer balance de los primeros 100 días del nuevo Gobierno.
En su intervención, Rajoy señaló que todas las reformas aprobadas desde enero buscan "corregir los errores e incumplimientos del pasado", especialmente reducir el déficit de 90.000 millones de euros que el conjunto de administraciones gastaron de más durante el año 2011.
El presidente aseguró que, al elaborar los Presupuestos, desde el Gobierno han intentado "ser justos y equitativos a la hora de repartir los esfuerzos que todos tenemos que hacer" para disminuir el gasto público y cumplir con el objetivo de déficit del 5,3% que la UE ha fijado a España para 2012.
Como ejemplo, citó la subida de impuestos para las grandes empresas, pero no para las pymes; que no se haya subido el IVA y que no se haya bajado el sueldo a los funcionarios, como -recordó- sí hizo el anterior Ejecutivo del PSOE.
Rajoy adujo que el recorte que critica la oposición "es imprescindible y necesario para poner las bases de recuperación para nuestro país" y replicó que el tijeretazo sería de 18.000 millones de euros menos si Zapatero "hubiera cumplido".
Reconoció que ha tenido que adoptar medidas "que a nadie le gustan", pero recalcó que "es lo que hay que hacer para corregir los errores e incumplimientos del pasado y no ponernos en una situación peor de la que estamos".
"Hay muchas cosas que no nos gustan a los propios miembros del Gobierno que lo hemos aprobado, pero es imprescindible y necesario para poner las bases de recuperación para nuestro país, y la alternativa me temo que es muchísimo peor", sentenció.
Rajoy defendió las políticas de austeridad para salir de una crisis económica que, según su diagnóstico, vino provocada por el exceso de gasto público, la ausencia de crédito a las empresas y las familias, así como la falta de competitividad del conjunto de la economía española.
Por eso, exigió recortes del gasto público a todas las administraciones, especialmente aquellas comunidades autónomas y corporaciones locales gobernadas por dirigentes del Partido Popular para que "actúen en consecuencia".
"Ahora no es el momento ni de pabellones, ni se autopistas, ni de aeropuertos, ni de otras cosas", remachó, después de épocas de despilfarro en la Comunidad Valenciana y el Ayuntamiento de Madrid.
Indicó que el déficit público del 8,5% con el que finalizó 2011 es "inasumible", hasta el punto de que no hay ningún país de la zona euro, "salvo Irlanda", que tenga un déficit más elevado que el de España.
Rajoy aseveró que "no tenemos más remedio" que aplicar los recortes que ha aprobado desde el pasado 30 de diciembre e insistió una y otra vez en que su único objetivo es recuperar el crecimiento económico y, sobre todo, "crear empleo".
Se mostró convencido de que las reformas "producirán efectos" en un plazo de tiempo, porque en estos cien primeros días de mandato, que definió como "intensos y difíciles", se han puesto "los cimientos que nos van a permitir construir con solidez y eficacia" el futuro del país.
"Lo peor es no hacer nada y esperar a que escampe, porque si no se hace nada, no va a escampar nunca", añadió. Rajoy reconoció que ahora no está "en condiciones de dar buenas noticias a los españoles", pero afirmó que "sí estaré en condiciones" a partir del año que viene, porque 2012 "no va a ser bueno".
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