Con las tarifas de alquiler al alza y la dificultad creciente para acceder a una vivienda en propiedad por el aumento continuo de precios, el debate público sobre la vivienda ocupa ya los primeros puestos de la agenda de las instituciones, impulsado por las recientes medidas gubernamentales como es el PERTE de la vivienda y las divergentes posturas políticas al respecto. En este contexto incierto, Ipsos acaba de lanzar “Housing Monitor”, un estudio que explora las percepciones de los ciudadanos de 29 países sobre su situación y aspiraciones personales en materia de vivienda, así como su percepción sobre posibles soluciones y futuro de esta problemática.
El estudio revela cómo, a nivel mundial, España es el país que menos atención presta a la vivienda. Un 74% de la población española cree que no se está presentado la suficiente atención a esta problemática. De hecho, la población española también es la más descontenta en Europa con su situación personal en materia de vivienda, siendo menos de la mitad (48%) los que estarían satisfechos con su hogar actual.
En este sentido, y preguntados por si su país está en el buen o mal camino para solucionar las desigualdades en materia habitacional, casi 8 de cada 10 personas en España (76%) piensan que no se está siguiendo la ruta adecuada. Al mismo tiempo casi la mitad de la población (49%) declara que el Gobierno no está en posición para poder gestionar los problemas relacionados con la vivienda.
Brecha generacional: los jóvenes presentan mayor insatisfacción
La satisfacción con la situación de la vivienda revela un marcado contraste generacional. Mientras los mayores de 50 años expresan un nivel de conformidad considerable (54%), los menores de 35 manifiestan un profundo descontento con su situación, solo un 39% se muestra satisfecho. Esta disparidad pone de manifiesto una brecha entre las experiencias y perspectivas de las diferentes generaciones en relación con el acceso y la calidad de la vivienda.
Pero ¿es el acceso a la vivienda para los jóvenes más difícil que hace unos 20 años? Un 70% de la población española así lo comparte, incrementándose esta percepción entre los menores de 35 años (74%).
El principal motivo de acceso a la vivienda es claramente el precio, en línea con la percepción global. Más de la mitad de los españoles señalan el coste del alquiler y de compra de vivienda como su principal obstáculo en materia habitacional. Además, el 80% de los ciudadanos considera que los precios para comprar una propiedad han subido en el último año y un 71% comparte la idea de que seguirán subiendo en los próximos 12 meses. Con estas perspectivas normal que la mayoría (77%) de la población esté de acuerdo con la idea de que el éxito laboral de los jóvenes no les garantizará una vivienda adecuada.
Los inquilinos españoles perciben la propiedad de vivienda como un sueño inalcanzable
Se observa una marcada disparidad entre las aspiraciones y expectativas de los inquilinos españoles respecto a la propiedad de vivienda. Mientras que una gran mayoría desea tener casa propia (68%), más de la mitad cree que nunca podrá permitírselo (56%), evidenciando un profundo pesimismo sobre la asequibilidad.
Es más, el 40% de la ciudadanía dice estar preocupada por su capacidad para pagar su hipoteca o alquiler, convirtiéndose en el país europeo más preocupado por su capacidad de pago de la vivienda en la que reside. De nuevo, son los jóvenes quienes más declaran tener esta dificultad (51%).
Retos y futuro de la vivienda
Existe una percepción generalizada de escasez de vivienda (57%) tanto para alquiler como para comprar. Esto genera una situación de alta demanda empeorando la sensación de poca oferta, que no solo dispara los precios, sino que también puede afectar negativamente a la dinámica entre los inquilinos y propietarios. De hecho, existe preocupación sobre la protección de los derechos de los inquilinos, afirmándose que la regulación actual favorece a los propietarios.
La población española (59%) apuesta por la construcción de más viviendas para solucionar el problema. Sin embargo, tres de cada cuatro muestran escepticismo sobre la viabilidad de construir suficientes viviendas para satisfacer la demanda actual. Esta dualidad entre el apoyo a la solución propuesta y las dudas sobre su implementación efectiva refleja la complejidad de la problemática.
A este contexto pesimista se suma la percepción generalizada sobre la capacidad del gobierno para resolver los problemas de vivienda en España, un punto donde se aprecia nuevamente una brecha generacional. Los mayores de 50 años confían menos en su capacidad de actuación, mientras que los más jóvenes esperan, en mayor medida, soluciones gubernamentales.
La casa soñada para la población española
La cultura de cada país es un gran vector a tener en cuenta al hablar del hogar ideal de cada sociedad. Así se evidencia cuando en España, la casa ideal para una mayor parte de la población (36%) es un apartamento en la ciudad, una preferencia notablemente mayor que en el resto de Europa.
En segundo lugar, encontramos que la vivienda unifamiliar en zona rural es la casa ideal para un 20% de la población. Para el 15% lo es una casa independiente en las afueras o en una urbanización; mientras que para un 13% lo es una casa independiente en la ciudad, y con el mismo porcentaje, un apartamento en el extrarradio.
A la hora de elegir un nuevo hogar, los españoles y españolas priorizan los siguientes criterios: relación calidad-precio (61%); buena localización (50%); buena infraestructura (30%); bajo índice de criminalidad y acceso al transporte público (27%) y con espacio exterior (26%)
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