El Rayo se merienda a Osasuna (6-0)

El transcurso de la semana en Vallecas no auguraba un final tan abrumador. Demandas, conflictos internos y un matiz claramente extradeportivo dañaban las sensaciones de un Rayo que, una vez más, ha visto en el apoyo de su hinchada el respaldo necesario para levantarse de los azotes que se empeñan en desestabilizar al equipo desde los despachos.

Vallecas abrazaba a su equipo en plena Semana Santa. Coreando el nombre de Sandoval, el empuje de la grada se llevó las pocas y amenazadoras nubes grises para iluminar a los franjirrojos. Fue Movilla, tras aprovechar un balón aéreo procedente de un rechazo del guardameta rojillo, el encargado de llevar la voz cantante del equipo. El capitán fue más capitán que nunca y cuando más dudas se generaban en la grada sobre el rendimiento del equipo, se sacó un potente disparo que solo pudo detener las mallas de la portería.

Solo habían pasado cinco minutos y el Rayo ya iba por delante en el marcador ante un Osasuna que le costó entrar en el partido. Lo intentó con más intención Nino, pero la zaga rayista, con Pulido como novedad, se mantuvo sólida para anular cualquier acercamiento de los navarros. No contaba, el equipo de Mendilibar, con la profundidad de la que si gozaba el Rayo. Un eléctrico Piti, bien escoltado con los Michu y Armenteros y Diego Costa, ponían una y otra vez en apuros a Andrés Fernández.

La vuelta de Michu

Falló una clara, pero a la segunda no iba a fallar. Michu reapareció por todo lo alto al transformar de cabeza un gran centro de Tito. El asturiano pondría el partido encarrilado minutos después al anotar el tercero de la tarde y el quincuagésimo en su cuenta particular. El ex del Celta se asoció perfectamente con Diego Costa en una bonita jugada en la que también participó Piti, que a pesar de no ver portería, fue el jugador más vistoso junto al brasileño.

Antes del descanso, con el Osasuna todavía buscando la puerta de entrada al estadio vallecano, llegaría el cuarto, obra de Diego Costa, que puso el sello de calidad con un disparo cruzado desde el vértice del área. Vallecas en pie y descanso.

El ciclón final

Aún con el asombro de la gran primera parte del cuadro rayista, los de Sandoval parecían no saciar su hambre de gol. Mendilibar, que vio el partido desde la grada, buscaba revulsivos completando los tres cambios en la reanudación. Pero el cambio de fichas no tuvo el efecto deseado, ya que Armenteros iba a poner el quinto en el marcador al aprovechar un pase dentro del área de Michu.

En medio del vendaval rayista, Osasuna buscaba maquillar el resultado, pero la fortuna no estaba de cara del cuadro rojillo, que no supo sacar partido a un despiste de Joel en el área pequeña. El Rayo, en cambio, siguió buscando un gol que entraría en los libros de récord del club de la Avenida de la Albufera. Un gol que consiguió hacer Tito, lo que provocó levantar el éxtasis de una grada que sacó su variopinto repertorio de cánticos para concluir una fiesta en la que el Osasuna fue un invitado más.

El triunfo permite al conjunto franjirrojo prácticamente asegurar su presencia en la máxima categoría la próxima campaña antes de acometer una semana de encuentros complicados ante Valencia y Atlético de Madrid. Mientras, Osasuna tras encajar su segunda goleada consecutiva, podría ceder su plaza europea al término de la jornada.