Quería ir a la nueva edición de la feria del Vino y elegir un producto 100 por cien valenciano. Como año tras año, cuando llega el buen tiempo la gastronomía tradicional se instala, durante una semana, entre el puente de las Flores y el puente de Calatrava. Diez euros, ocho desgutaciones. A punto de saborear un trozo de queso de cabra artesano, oigo: “Hay paella buenísima, pero una cola infernal”. Ahí comienza mi búsqueda. Una multitud se aglomera en los jardines del Río frente a unas paellas. Leo: “Paellas Aleña, la elaboración rápida de una paella de primerísima calidad con todos sus ingredientes en 20 minutos”. Mi interés aumenta.
Descubro una innovadora y práctica forma de hacer el plato valenciano más conocido del mundo. Roberto Sanchís y Enrique Domingo presentan el sofrito de una paella en un bote, el aceite, las carnes, verduras y todos los condimentos valencianos. “Sin conservantes ni colorantes”, me indican los creadores. Dos amigos que aseguran “hacer fácil lo difícil”. La iniciativa surge porque “hemos visto fuera de nuestra ciudad como llaman paella valenciana a arroces que llevan aceitunas negras, guisantes o pimiento rojo”. Tras comprobar el desconocimiento de la verdadera receta que existe por todo el mundo, decidieron elaborar un preparado en el que tan sólo hay que cocer el arroz, ya medido y procedente de la Albufera. Et voilà, una paella valenciana con su verdadero sabor. Una fórmula patentada, diseñada para los tiempos que corren, donde no disponemos de la paciencia ni el rato que requiere su preparación.
No hay nada como conocer y consumir los productos de “la terreta”. El éxito de la feria es indudable, edición tras edición, pero en esta ocasión la novedosa iniciativa de Paellas Aleña causó el boom, 114 raciones, 36 botes en tan solo una hora. Dos años de pruebas, de estudio, catas, mucho empeño y perfeccionamiento de una fórmula que sólo conocen ellos. Los empresarios valencianos Luís de Miguel, Carlos Pampliega y Juan Fuset no tardaron en introducirlo en el mercado y convertirse en portadores originales. En nueve meses su comercializadora, Afra, ya ha interncionalizado el producto y en restaurantes de países del norte de Europa, Inglaterra, Alemania, Francia, Italia, Ucrania, Chile, México, Filipinas, Brasil y Estados Unidos, donde no era posible degustar una auténtica paella valenciana, ahora lo es. ¿Es excederse pensar en estos valencianos como los próximos John Pemberton y Frank Manson Robinson de Coca-Cola? El tiempo lo dirá. Hoy, he aquí una fórmula secreta y el producto estrella de esta XXIV edición de la feria del Vino de Valencia.