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Ficha Técnica
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3- Real Madrid: Keylor Navas; Carvajal, Ramos, Nacho, Marcelo; Casemiro, Modric, Kovacic (Kroos 25'); Isco (Ceballos 71), Bale (Mayoral 81') y Cristiano Ronaldo.
0- APOEL Nicosia: Watermar; Vouros, Ruede, Carlao; Lago; Nuno Morais, Vinicius, Sallai (Farias 59') Aloneftis; De Camargo (Pote 82') y Ebecilio (Zahid 72').
Goles: 1-0 Ronaldo (11'); 2-0 Cristiano (50'); 3-0 Ramos (60').
Árbitro: Benoit Bastien (FRA). En el Madrid mostró amarilla a Carvajal (51'). En el Apoel enseñó cartulina a Sallai (52'), Ebecilio (63') y Farías (89').
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El regreso con gol de Cristiano Ronaldo dio luz a una noche europea sin brillo, en un estreno plácido del campeón ante el modesto APOEL, que cedió al doblete del portugués y un tanto de chilena de Sergio Ramos. Necesitaba de golpe un buen partido el Real Madrid tras dos empates consecutivos en Liga en el Santiago Bernabéu que dejaron unas dudas inesperadas tras el nivel mostrado en las Supercopas.
No llegó en un día propicio, ante el humilde APOEL que luchó con todo lo que tenía pero que está a años luz del equipo de Zidane, al que por momentos le faltó intensidad y mentalidad. El problema de la falta de fútbol responde más a lo psicológico que lo físico. Es cuestión de motivación. El estreno europeo debía levantar el ánimo. Una goleada es siempre bienvenida y para ello regresaba el mayor devorador, Cristiano Ronaldo, con ganas contenidas durante un mes sin poder defender al Real Madrid.
Sólo Cristiano antes del descanso
El campeón chipriota se presentó con orden y descaro pero la diferencia de nivel se palpó rápidamente sobre el marcador cuando Cristiano conectó un preciso centro de Bale desde la izquierda. El portugués, de vuelta tras su sanción liguera, dejó constancia de su efectividad al filo del cuarto de hora. Parecía que el APOEL recibiría un saco de goles en el primer acto pero lejos de ahí los merengues se conformaron y la lesión de Kovacic apaciguó los ánimos del grupo de Zidane. El croata dejó su puesto a Kroos aunque los blancos ya habían decidido desconectar hasta el descanso.
Solo la asociación entre Bale y Ronaldo daba sus frutos. De cabeza tuvo el segundo pero lo estrelló en el lateral de la red. El partido era poco vistoso y falto de ritmo. Fútbol sin continuidad madridista y demasiado rival para optar a hacer daño el APOEL.
A los impulsos de las subidas de Marcelo se movió el equipo de Zidane, que encontraba en un testarazo arriba de Bale en un córner botado por Kroos y otro pase del galés al remate de Cristiano, las únicas llegadas antes del descanso en una noche de poco sabor europeo en el Bernabéu.
Los chipriotas evitan una goleada mayor
Aumentaría el hambre de gol el rey de Europa en la segunda mitad. Le bastaban segundos a Cristiano Ronaldo para contagiar a sus compañeros. De zurda remataba al travesaño y se desesperaba pidiendo al juez de línea que el balón botaba dentro de la portería rival. En el campo lo pareció pero la tecnología Uefa mostró que el esférico no había entrado.
Minutos después encontraría el premio del gol inmerecidamente porque llegó de un penalti que no era. Un rechace daba en el hombro de Roberto Lago y el colegiado señalaba una pena máxima que Cristiano no perdonaba. Dos goles en 51 minutos del devorador de récords.
El marcador fue una losa para el APOEL que se limitó a defender para no encajar una goleada. Alguna arrancada con calidad de Aloneftis fue la única noticia ofensiva mientras el Real Madrid buscó goles para empezar líder de grupo. Isco en una noche en la que rebajó su brillantez perdonó dos, Casemiro probó a Waterman y Ramos marcó de la forma que le faltaba, de chilena.
El partido invitaba a subir al capitán en busca de lo que más ama en el fútbol. El centro de Marcelo le buscó pero encontró a Bale y el rechace al cielo lo bajó el camero de chilena a la red. Era el último tanto pese a los intentos de Cristiano, al que anularon su triplete por fuera de juego.
Zidane terminó dando unos minutos a Ceballos y a Borja Mayoral, el 9 que jugará en Anoeta donde el Real Madrid ya siente la necesidad de ganar sin Marcelo, Benzema ni su gran referente, Cristiano, que ensancha sus números de récord en Liga de Campeones.
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