El Sevilla mantuvo su condición de invicto en LaLiga Santander y lo hizo de nuevo de manera sufrida tras ganar este miércoles por un ajustado 1-0 a la Unión Deportiva Las Palmas, en un choque marcado por el regreso de Vitolo ante su antigua afición, mientras que el Deportivo de La Coruña hundió más al Deportivo Alavés y el Leganés y el Girona firmaron tablas.
En el Ramón Sánchez-Pizjuán se esperaba uno de los partidos con más tensión por la vuelta de Vitolo, al que la afición le recibió con dureza en un encuentro donde el canario no fue demasiado protagonista e incluso tuvo que retirarse en el segundo tiempo con problemas físicos.
Fue Gabriel Mercado el que vivió un duelo mayor con el internacional español, que sufrió la dureza y contundencia del defensa argentino y que lanzó algún aviso a la portería de Sergio Rico en una primera mitad sin demasiadas oportunidades claras.
En la reanudación, los de Eduardo Berizzo, que metió muchos cambios en su once, fueron los que dominaron y los que encontraron el premio del gol al final. Un centro de Jesús Navas, en su partido 400 con el Sevilla, tropezó en un rival y se coló en la portería de Chichizola para asegurar los tres puntos y alargar el mejor arranque liguero sevillista de la historia justo antes de visitar el Wanda Metropolitano.
En Butarque, el duelo directo entre el Leganés y el Girona se saldó con empate sin goles, en un partido con buenas ocasiones para ambos aunque fueron los locales los que más lo intentaron, sin demasiado éxito.
Los dos equipos demostraron que no tienen excesivo gol en sus botas y se conformaron con un punto, más valioso siempre para el visitante, que compensaron un tanto la derrota en Montilivi del pasado domingo ante el Sevilla.
Los de Asier Garitano comenzaron dominando, impulsado por una ocasión inicial de Szymanowski, que repelió el larguero, mientras que los de Pablo Machín no se asomaron a la portería de Cuéllar hasta pasada la media hora en una clara ocasión de Stuani, que el uruguayo envió fuera.
Szymanowski pecó un tanto de egoísta para haber adelantado a los suyos en el tramo final del primer tiempo y tras el descanso el guión no cambió, con el Leganés llevando la iniciativa y viendo como el colegiado anulaba bien un tanto de Amrabat. Sin embargo, la mejor oportunidad fue visitante, con un cabezazo al larguero de Juanpe.
LUISINHO HUNDE AL ALAVÉS Finalmente, en Riazor, el Deportivo de La Coruña y Pepe Mel tomaron aire después de lograr su primera victoria de la temporada al ganar por un ajustado 1-0 a un Deportivo Alavés que sigue sin levantar cabeza y sin sumar.
En un partido trabado, el conjunto gallego logró un importante triunfo para aplacar las críticas a costa de un colista que sigue hundido en la tabla y sin conocer ni siquiera todavía la alegría de celebrar un gol, recibiendo además el sábado la visita del Real Madrid.
Al final, un gol de Luisinho en el descuento de la primera parte terminó por declinar la balanza a favor de los locales, aunque fueron los 'babazorros' los que habían gozado de las mejores ocasiones, sobre todo con un cabezazo al larguero de Rodrigo Ely.
La gabarra "Athletic" está feliz, puesto que por fin verá finalizada su inactividad de tanto tiempo. Todo ello porque los bilbaínos pusieron fin a su maldición de cuarenta años sin ser campeones de la Copa del Rey, con seis finales perdidas, cinco en los últimos 15 años. El equipo de Valverde debió esperar a la tanda de penaltis para vencer a un combativo Mallorca y alcanzar la gloria, pero esta Copa, "su" Copa más deseada, por fin podrá lucirla ante su gente por la ría de Bilbao.
Una Copa para el Madrid, la 20ª de su historia; una Copa para Rodrygo Goes, MVP y autor de los dos goles que vuelven a dar el título copero a los blancos, nueve años después de aquel recordado triunfo en Mestalla frente al Barça. Y, a la vez, un subcampeonato, el segundo de su historia, con honores de campeón para Osasuna.
El Real Betis Balompié es el campeón de la Copa del Rey. El equipo verdiblanco, en su ciudad, delante de su gente que lo sigue sin rechistar, ha salido victorioso por tercera vez después de una nueva final épica, como todas las que disputa, y en la que un rival tan sumamente digno como el Valencia y que ha merecido la Copa tanto como él solo ha claudicado en la cruel tanda de penaltis.