Hemos asistido a la apertura, en la céntrica y comercial Rambla de Catalunya de Barcelona, de la tienda Carpisa. Es una firma italiana de bolsos, maletas, artículos de piel y accesorios, tanto para hombre como para mujer. En el número 62 de esta emblemática avenida el nuevo comercio presenta su vistosa y colorista colección para este verano. La tienda recientemente inaugurada es la número 500 de esta empresa que nació en el año 2001 de la mano de una familia que trabajaba desde hacia dos generaciones en la fabricación y distribución de piel en Italia y en otros países. Hoy Carpisa pertenece el holding Pianoforte que tiene entre sus marcas a Yamamay, recién llegada a Barcelona también y que se ocupa de ropa interior y baño, Miriade que vende zapatos y Jaked, ropa de baño. Este grupo tiene 1.100 puntos de venta en todo el mundo y el pasado año Carpisa vendió por valor de 136 millones de euros.
Llegan a España en 2009
Estoy hablando de un holding muy importante en Italia, es sabido que el dinero, da poder, trabajo y muchas cosas más. Comenzaron su implantación en España en el año 2009 y me explican que sus productos tienen mucha aceptación en el mercado, por lo tanto la expansión sigue adelante y no sólo en España sino también en otras partes del mundo.
La imagen de Carpisa para este verano y el próximo invierno nos llega de la mano de una pareja maravillosa, a ella, la modelo Laura Sánchez, la conocemos más, la he tratado más y además de su innata simpatía la adornan otras cualidades a destacar como la paciencia, la colaboración, la solidaridad, la de tener muy buen rollo y muy por encima de todo esto su profesionalidad.
A su pareja el cantante tinerfeño David Ascanio le conocimos cuando Laura le dirigió en unos cortos, entonces David ya nos cayó como uno más de la familia, es cercano, fresco, joven y no titubea en su sencillez y espontaneidad.
También imperfectos Ya sé que alguno de ustedes estará pensando que tanto Laura como David, tienen defectos, claro, por suerte, como todos los mortales, ¿qué seria de nosotros siendo perfectos cuando alguien nos moldeó repletos de contradicciones y vaivenes como una noria?, por suerte son imperfectos, de otra forma seria imposibles quererles.
Los de XXL convocaron a los representantes de los medios de comunicación vía mail, al anunciarnos la apertura de la tienda había la posibilidad de entrevistar a la pareja, un caramelito para periodistas ansiosas, como yo, cuando llega el verano y aflojan las novedades. Me apunté, quedamos en que mi hora para este diario seria a las 12’30, antes era imposible pues la pareja viajaba ese mismo día a Barcelona. Pedí 20 minutos y me dieron 10, hay que apañarse, el tiempo es oro, aunque se esté promocionando un producto para venderlo.
El retraso
Llegué a las 12’31 minutos, como veía que llegaba un minuto tarde, llamé por teléfono, para no hacer perder tiempo a nadie, me informaron que se estaba retrasando y que no me apurara. A la puerta de la tienda la imagen de un gran tortuga se fotografiaba con la pareja, sonrientes, relajados, dándoles en la cara un sol de justicia, era el primer día de verano y se hacia notar. Pregunté el tiempo de espera, como cuando se va al médico de la Seguridad Social siempre hay que esperar y se pregunta a uno y a otro para no desesperar. Me advirtieron que había tanto retraso que no sabían qué decirme.
Música a tope
En la tienda un disc-hockey ponía la música a todo volumen como si estuviéramos en una disco a las dos de la madrugada, la marea humana era imposible para poder trabajar, coincidimos los periodistas con los protagonistas y eso significa cámaras de televisión, fotógrafos, pero además estaban las dependientas que despachaban a las clientas que en su primer día se sentían atraídas por los bolsos de golosos colores.
Ignoro cuántos metros cuadrados tiene el establecimiento, quizá muchos pero a mi se me antojaron muy pocos, las clientas daban codazos para entrar, para mirar, las empleadas hacían lo que podían para franquear a uno y a otros y hacer su trabajo con una enorme sonrisa. Se me dirigieron dos de ellas para decirme: “¿le atienden?”, al tiempo que me aseguraban: “Son muy bonitos estos bolsos, hay para todos los gustos y lo mejor su calidad y su precio que son inmejorables, lo uno y lo otro”. Aquello parecía el “camarote de los hermanos Marx”
Sin agua ni sillas
Una marea de clientas me empujó contra un stand con tan mala suerte que me estampé contra una barra metálica que me dejó un rasguño en un antebrazo. Sin importancia, lo curé con mi saliva, hacia rato que el calor me dejaba casi k.o. y no había agua para sentirse mejor y refrescar la larga espera, menos todavía una silla, esperé hora y media, el disk-jockey nunca bajó el ruido ensordecedor de la música que pinchaba.
Nos vamos a otra parte
Finalmente los organizadores del departamento de comunicación que nos había convocado nos invitaron a irnos a su despacho para poder trabajar en condiciones. Laura y David también se vinieron, claro está, ¿por qué iban a seguir en la tienda si los periodistas nos íbamos a otra parte?
La paz En XXL todo fue distinto, llegamos al paraíso terrenal, todo blanco, luz pero sin sol, aire acondicionado, agua y bebidas de cola y unos bocadillos hechos en un plis plas, Laura y David llegaron, se sentaron, se serenaron, tomaron un agua, un bocadillo y me tocó el turno. Dos horas después. Antes me enteré, por ejemplo, que los de Carpisa, cuando se les pedía que bajaran el volumen de la música, se negaban, ¿cómo era posible si las entrevistas eran para promocionar su marca? Seguro que en Italia las cosas son de otra manera, en Barcelona, lo prometo, recibimos con los brazos abiertos a todo el mundo y más todavía si se trata de instalar sus negocios, de invertir en esta ciudad, nos gusta que se venga todo el mundo, somos muy hospitalarios, siempre hay una mesa, una silla y una nevera para ofrecer lo que haya a mano. Y si por favor nos piden algo que nos va a beneficiar juro que movemos la cola y sacamos lo que nos pidan de debajo las piedras.
El aplauso
En esta ocasión y sin que sirva de precedente un aplauso para los de XXL Comunicación que siempre que convocan a los periodistas, son como de nuestra familia, quieren que hagamos el trabajo al 100x100, llevan años en esta tarea y conocen que si los periodistas pueden trabajar relajados dan más mucho más incluso de lo que pueden.
Costa amalfitana, un paraíso en la tierra
Y ahora les voy a escribir la conversación con esta pareja de enamorados: “La perfección en la vida de pareja no existe y quién así la vende es imposible”, habla Laura, lleva unos tejanos pitillo y una camiseta verde flúor, con estilo, como siempre, la conversación es fluida, rápida, les pido que me vendan Carpisa: “Es una marca que tiene mucha calidad, las maletas son mis preferidas, son ligeras, duran mucho tiempo y son muy manejables. Los bolsos este año son de color flúor, es el color del verano, tienen una colección de mucho colorido, pero también un punto clásico. Su bolso estrella, el de rafia con un lazo, es un clásico. Hay modelos para todos los estilos, esta casa los tiene”
Laura y David, la primera vez
Laura y David habían trabajado juntos cuando Laura dirigió los cortos que protagonizó su novio cantante. Por lo tanto nunca se les había visto haciendo ninguna campaña juntos, pregunto por qué aceptaron: “Es complicado trabajar juntos pero sabíamos que la campaña iba a estar muy cuidada, es mucho nuestro estilo, como si la hubieran diseñado para David y para mi. Además nos apetecía probar para saber cómo nos iba pues los otros trabajos que hicimos no tenían nada que ver con este. Trabajamos en Positano, un paraíso en la costa amalfitana de Italia, el equipo fue estupendo y el trabajo, pese a ser trabajo, fue muy relajado.”
Pedida de mano especial
Le digo que es un lugar ideal para la pedida de mano, David me explica: “Y le hice el regalo, le regalé unas cholas”, muestro mi sorpresa, no sé lo que son unas cholas, en ese momento Laura levanta un pierna y me enseña las preciosas sandalias que lleva puestas, sin tacón y predominando el color turquesa, una preciosidad: “Nosotros le llamamos sandalias, pero David, como es de Tenerife, le llama cholas”, David especifica: “Ustedes le llaman chanclas, nosotros cholas”.
Nos reímos y David explica el porqué de ese regalo: “Como Laura tenía más trabajo que yo me iba de paseo, tocaba la guitarra y me acordaba de Eros Ramazzoti, ¡estaba en Italia¡ me topé con un artesano, un pequeño taller donde hacían estos zapatos a medida y encargué un par como regalo para Laura, trabajan minuciosamente”.
Amor para toda la vida
Le pregunto a Laura si David es un buen compañero de viaje y me asegura tajante y sin titubear: “Es perfecto y es para toda la vida”, ¿qué tenía que decir David: “Si señor” al tiempo que la pareja se entrelazaba las manos, se habían pasado toda la mañana haciéndolo, es decir , los votos amorosos con la Costa de Amalfi de fondo, ese día quedaron renovados .
Laura asegura que ahora no puede tener otra hija-o pues viaja todas las semanas de Madrid a Bilbao para estar con su hija que tuvo de otra relación y dice que no se puede quedar en medio pues para ella y David: “Porque Burgos no existe, el punto medio para nosotros no existe”.
Cocina David, limpia Laura
En casa David cocina productos ecológicos :” A la plancha, siempre” y Laura se ocupa de lavar y para las estilistas de “Uno de 50” explicarles la colección que Laura, sin saber dibujar, ha diseñado para esta colección de bisutería que es la locura para toda mujer que entienda el mundo del estilismo.
Son fantásticos, cumplí, hablé para este diario 10 minutos y me pasé 39 segundos sobre el horario previsto, sólo que con unas horas de retraso, llegué a la comida de prensa (trabajo) a las 15’15, empezaba a las 14 horas. Cosas de la profesión. Estoy contenta, cumplí lo máximo. Otro día más. Besos a todos.
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