Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Colectivo Gay | Derechos

Orgullo y prejuicio

"Reivindicación y fiesta suman; fiesta por los logros conseguidos, reivindicación por su consolidación y no regresión, lucha por su expansión"
Nicolás de Miguel
jueves, 28 de junio de 2012, 06:52 h (CET)
Han pasado 43 años desde los sucesos cuyo epicentro tuvieron como escenario el Village de Nueva York y un local ya mítico: Stonewall Inn. Aquel último fin de semana de junio de 1969 se produjo la eclosión multitudinaria que se prolongó varios días y en el que fue muerto un ciudadano, multitud de heridos y cientos de mujeres y hombres fueron detenidos. Privados de libertad y cuyo delito radicaba en su orientación sexual. Arrancaba el inicio de la reivindicación de los derechos civiles del colectivo gay, el principio del fin de la persecución y la clandestinidad. El 28 de junio simboliza desde entonces la señal que dio paso en el mundo a la organización de verdaderos movimientos de liberación, de lo que con el tiempo conoceríamos como  colectivo LGTB.

En nuestro país las primeras y tímidas manifestaciones llegaban con el fin del franquismo, cuando salir del armario, manifestarse en la vía pública, significaba la burla, el estigma, cuando no el apaleamiento físico y moral, bajo el amparo de lo que no era Ley sino represión. No es necesario recordar que durante la Dictadura la condición de homosexual podía conducirte a la cárcel cuando no a un campo de concentración. Y como no pretendo hacer una historia del movimiento de liberación gay, sobre lo que ya se vierten ríos de tinta, tinta a la que desde mi modesta pluma, también participé, participo y participaré. Hoy quiero resumirlo en algo que tuve la fortuna de presenciar hará unos tres años, en un popular espacio de ocio gay al sur de la isla de Gran Canaria. Lo que en principio no era más que una actuación de transformistas para goce de turistas y paseantes, devino en lo que bien pudo denominarse "La declaración de Playa del Inglés".

Una señora, ya entrada en años, avatar de la gran Rocío Jurado, súbitamente, en una calurosa noche otoñal, comenzó relatando sus inicios en el mundo del espectáculo cuando España aún olía a orines. Conminaba a los allí presentes a disfrutar, "porque ahora vivir es bonito". Y entre suecas, fineses y peninsulares rememoró como, cuando se vestia de chica en su lejana pubertad, no solo se veía sometida al escarnio y el vilipendio público. Relató como era escupida, apedreada...y lo que en principio prometía divertimento se tornó en una secuencia de experiencias terribles, dolorosas, muy tristes. Un relato no muy extenso, intenso,  poderoso, que arrancó los aplausos de los nacionales ante la perplejidad de las nórdicas presentes. No entendían mayormente lo que la señora decía, pero si su mirada, su tono, su gesto. Ojalá tantos y tantas gurús guays de las libertades y jovencitos que se escandalizan, como damiselas decimonónicas, al considerar que el Orgullo hoy es carnaval, ojalá hubiesen estado allí. Cuanta tontería, cuanta mojigatería nos inunda. Y por si fuera poco, aparecen sectarismos, como si la orientación sexual entendiese de ideologías, clases o etnias. Y veo, con estupor, polémicas estériles, vacuas, entre gais de distintas tendencias. Que disparate. Si algo unió desde sus inicios a los movimientos de liberación, o al ciudadano individual activista, era y debe seguir siendo, su lucha por los derechos civiles de las personas de orientaciones sexuales minoritarias. Sin distingos entre el casco de minero o las medias de seda de ejecutiva, o ambos en uno. Eso tiene otras arenas.

 Ciudadanos, la reivindicación y la fiesta suman. Fiesta por lo logros conseguidos, reivindicación por su consolidación y lucha por su expansión. Se nos olvida con frecuencia que en muchos países, en muchas sociedades lejanas y muy próximas, nuestro colectivo, con nefasta fortuna, sigue como en la juventud de la señora de las Afortunadas o mucho, mucho peor. Por nosotros, por ellas, lo último que necesitamos es caer en divisiones que solo benefician a la reacción y ofrecen flaco favor a quienes debemos servir de referente. Ciudadanas, hay espacio para la proclama y para la fiesta. Nadie está obligado a desfilar en tanga o con corbata. Necesitamos un Orgulo sin prejuicios. Y como terminó la señora de Playa del Inglés, antes de arrancarse con el "Quién te crees tu" de la Jurado, su "vive y deja vivir" sonó con una fuerza que para sí la hubiese querido la inmortal Dietrich en "Sed de mal".

Noticias relacionadas

Estamos en un pabellón cualquiera de un sábado cualquiera. Un muchacho bota un balón, aunque, por la torpeza con la que lo hace, parece que fuera el balón el que lo llevara a él. A trompicones se queda debajo del aro, lanza a canasta y… ¡falla otra vez! Lo mismo sucede con los pasos, los dobles… un sinfín de errores mejorables que cualquiera de nosotros entiende porque la perfección no existe, están en formación y es deporte base.

Con una inmensa dosis de ingenuidad, yo diría que incluso de candor, decía una ancianita que: "¡Hay que ver con el PP! Votar que 'No' a la subida de las pensiones". Por supuesto, ella no sabía argumentar la razón de tal decisión. Solo sabía que el PP había votado que 'No' a la subida de las pensiones. Eso es lo que queda. La simplificación de una retórica manipulada, retorcida, inducida, destinada a perpetuar la etiqueta de que el PP es muy malo.

El 4 de febrero de 1936, en Asunción, el Ministerio de Defensa del gobierno de Eusebio Ayala hizo público un comunicado sobre la detención de varios militares paraguayos de bien ganado prestigio en el Chaco. La circular fue publicada en el vocero Oficial del régimen.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto