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Vecina asquerosa

Las perlas de Carla
Manuel del Pino
lunes, 4 de diciembre de 2017, 07:46 h (CET)
Yo también tengo, como todo el mundo, una vecina de enfrente insoportable (aunque para ella la insoportable soy yo): Está casada con un ruso y no paran de gritar, se tiran cada día los platos a la cabeza. Tiene dos niños que no paran de chillar a todas horas. Tiene un perro que no para de ladrar, ni de día ni de noche. Luego la loca soy yo.

Ya me tiene harta. Un día, antes del verano, me la encuentro en la escalera, le chillo y acabo tirándole de los pelos. Tiene que venir hasta la policía. Luego la loca soy yo.

En el verano no se oye nada. Se han ido (supongo que a Rusia) y rezo para que no vuelvan. Pero después del verano vuelven. Aunque ya no se oye casi nada, tengo que prestar mucha atención todo el día con el oído puesto para oír algo: Una puerta que chirría, un sillón que se arrastra, una cama que cruje por la noche, un grifo que se abre.

Ya me tiene harta la vecina de enfrente. Ya no se la oye pelearse con el marido a grito limpio, ni a los niños chillando todo el santo día, ni al perro ladrando todo el puto día.

Un día me la encuentro en la escalera. La muy puerca se hace la loca. Le chillo y acabo tirándole de los pelos. Luego la loca soy yo.

Tiene que venir hasta la policía. Y lo que se encuentran en el piso. Imagínate lo que ha hecho con el marido, con los niños y hasta con el perro. Luego la loca soy yo.

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